La desgracia de llamarse Guaidó 

No soy creyente, sin embargo, de vez en cuando leo algunos versículos de La Biblia, o también alguno que otro sura del Corán, hasta reviso el Bhagavad-Gita para conectarme con ese mundo de fantasías que ha trastornado a miles de millones de personas durante siglos. En el primero de estos libros sagrados encontré una frase registrada en Mateo 7-16 que refiere: "Por sus frutos lo reconoceréis", como no entiendo ese lenguaje en parábolas me busqué un especialista en cuestiones teológicas y me explicó lo que el evangelista pretendió significar "que se juzga a alguien por su obra, la causa por el resultado". También me explicó el erudito en lecturas religiosas que tal expresión la recogió el apóstol hebreo en un diálogo de Jesús con sus discípulos cuando sentenció: "Cuidado con los profetas falsos, se acercan con piel de ovejas, pero por dentro son unos lobos rapaces. Por sus frutos os conoceréis". Debió ser que como yo no dominó mi caja de pensamientos, ya que esta funciona en forma independiente, sola por su cuenta y fue entonces cuando apareció en mi cerebro, sin yo buscarlo, el gafo Guaidó.

Entiendo por qué EEUU, la UE y alguno de otros empresarios venezolanos que invirtieron en la creación del bobolongo Guaidó, ahora, en vista de que no dio frutos, no saben qué hacer con éste. Se dieron cuenta que no se puede obtener algo de la nada, ya que de la nada solo se obtiene nada. Al incapaz de Guaidó no se le apagó la luz, puesto que nunca la mantuvo encendida, navegó en las tinieblas de la política y en la obscuridad de las relaciones con su pueblo. Según me informaron, dado el "golpe de estado" que le dieron sus secuaces, el hombre está vacante, sin ninguna oportunidad de ocupar un puesto en algunos de los países que le reconocieron el "interinato" chimbo. El desempleado está estudiando algunos ofrecimientos tales como la ayuda de cámara de Almagro, o también como secretario personal de Iván Duque. También duda si trabajar en la FIFA, donde Macri ejerce funciones, dado que un vagabundo más en aquella empresa pasa inadvertido. Dada su funesta experiencia en eso de la autoproclamación presidencial, está vacilando si accede al asesoramiento a Dina Boluarte, la golpista y genocida del Perú. Lo más seguro que no lo admitan en el cargo de apuntador que le ofreció Biden, quien por su senilidad le impide recordar ciertos episodios. Esta negativa de los cercanos al presidente de EEUU a ofrecerle el puesto radica en la incultura de nuestro personaje, lo cual le impide ejercer tal función.

No exagero cuando afirmo que la joyita de Guaidó partió de la nada, esto lo reitero porque este bandido se autoproclamó en una plaza pública como "presidente interino", un cargo que no existe en nuestra Carta Magna. A partir de este funesto instante siguió en la transitando en la nadería. Un presidente sin gobierno no existe y asevero sin gobierno, porque este "interinato" no tiene sustento legal en algún artículo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En el entendido que un presidente es el jefe del Poder Ejecutivo, es decir de los diversos ministerios sobre la cual recae la labor del gobierno. Tampoco el autoproclamado dispuso de la Fuerza Armada Bolivariana sobre la cual recae la defensa de la nación, la seguridad ciudadana, el control de aduanas, la vigilancia de las fronteras entre tantas funciones cuyo único responsable es el jefe de Estado, es decir Maduro. El traidor Guaidó, en vez de velar por el bienestar de su pueblo, contrariamente lo que hizo fue solicitar a EEUU y a la UE la aplicación de sanciones financieras y económicas que todavía le acarrea a los venezolanos grandes y graves consecuencias. No solo esto, también propició desórdenes públicos que condujeron al sufrimiento de aciagos daños a la empresa pública y privada, numerosas víctimas producto de la violencia desmedida, golpes de estados en alianza con algunos militares y civiles, invasión desde Colombia con comandos de mercenarios extranjeros, entre tantos desmanes que contempló la agenda del "interinato" del vende patria Guaidó. Como se observa la trayectoria y el hacer político de este truhán es prolífica en materia de estupidez, dado que nada de lo que hizo contribuyó a captar aliados pertenecientes el pueblo. Sus asociados no estaban ni están dentro de la frontera de Venezuela, están en el Norte y en del otro lado del charco, fueron estos bandidos los que dieron alas y medios para que el autoproclamado cometiera tropelías, hasta llegaron a la insensatez de reconocer un gobierno que no existía. Como consecuencia de esto secuestraron los activos del país para utilizarlo para patrocinar, con los dineros de los venezolanos, la corrupción y el pago de "funcionarios" que lo único que hacían era cobrar sin hacer nada, ya que no representaban al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.

Muchos venezolanos tildan al desempleado Guaidó de ladrón, sin embargo, esté calificativo le queda grande. Un bandolero corre riesgo de enfrentar con valentía y arrojo a las autoridades, el "interino" lo que hizo fue chulear a los gobiernos de EEUU y de la UE, que fueron y son los que están robando los activos de los venezolanos. El botín que le entregaban las potencias extrajeras al anodino Guaidó, sustraídos de los activos de Venezuela, se los repartían entre todos los rufianes que acompañaron al títere en lo que se suponía "funciones de gobiernos". Esto no más más que un latrocinio descarado con la aquiescencia de otros gobiernos que se dicen democráticos. No creo que en los anales de la Venezuela republicana haya existido un sujeto como el falso profeta Juan Guaidó, la sabandija más perniciosa a los intereses del país. La historia no lo absolverá.

EEUU, España. Portugal, el Reino Unido, Italia, entre otros, no saben qué hacer con su creación, el mequetrefe no dio los frutos esperados, no tumbaron a Maduro que fue para lo cual lo colocaron en el "interinato" y lo peor, durante este desdichado período el insustancial Guaidó se quitó su traje de oveja y se puso el de bellaco, el de lobo rapaz. Todo este detrimento para aprovecharse del dinero que le suministraban las potencias extranjeras, el mismo que es parte de los activos sustraídos de la patria de Simón por aquellos gobiernos cómplices de tal iniquidad.

Los mismos que llevaron al bellaco de Guaidó al "interinato", fueron los mismos que dieron la orden de sacarlo de sus "funciones", de darle un "golpe de estado" por parte de una AN chimba. Es decir, la nada es sacado del "poder" por la nada. Como no dio el fruto deseado ya ningún jefe de estado lo nombra, la prensa internacional no lo toma en cuenta y las redes sociales, si lo señala, es para burlarse de él y de su "inexistente gobierno". Hoy por hoy es una desgracia llamarse Guaidó, ni siquiera un rastrojo quiere retratarse con él y sus antiguos adláteres como Borges, Ledezma, Guanipa, Carlos Vecchio entre tantos desnaturalizados, quienes obtuvieron grandes beneficios del botín, hoy le sacan el cuerpo y lo hacen responsable de hechos de corrupción durante el "gobierno interino".

La culpa de lo que está pasando en Venezuela la tienen EEUU y la UE, son los responsables de la maldita creación del inservible Guaidó, de las aplicación de sanciones económicas y financieras, del robo de los activos depositados en los bancos extranjeros, de la entrega del dinero robado a los venezolano para facilitárselo a una cáfila de malandros dirigidos por el gafo, del sufrimiento de millones de venezolanos por la crisis económica originada por la sanciones, de la muerte de cientos de venezolanos por la ausencia de medicinas que no se pueden importar, de la emigración de millones de venezolanos quienes abandonaron el país y la familia motivado por la crisis creada por las sanciones a solicitud del traidor Guaidó, ente los tantos daños ocasionados por una nefasta y criminal decisión que sumergió a Venezuela en una profunda crisis.

El sinvergüenza Guaidó no pudo aparentar lo que no es, lo que si logró disimular fue lo que verdaderamente es, un bandido. Hoy por hoy nadie quiere saber del bobolongo, ni quienes lo crearon, ni tampoco los que lo acompañaron, el hombre parece ser el vector de un virus pernicioso que contamina el ambiente político tanto nacional como internacional, ¡bien lejos! ¡Va de retro Satanás! El pobre hombre rico está íngrimo, su insensatez lo llevó a la ignominia, a la burla colectiva, a la desolación y actualmente, el solo carga con las consecuencias del fracaso de todos. Otro más que ocupará su lugar en el basurero de la historia, un "gobierno interino" que se despide sin rendirle cuenta al país, ni tampoco a los beneficiados del dinero del botín que le entregaron las potencias extranjeras. Sin embargo, ya en la lápida de la tumba política de Guaidó están danzando tres zamuras, quienes desean comerse los restos de la carroña putrefacta dejada por el "interinato". Todos estos bandidos deben tener presente que nada es para siempre y Guaidó es la nada, quizás por eso el escritor británico W. Somerset Maugham escribió: "Nada en el mundo es permanente, y somos tontos cuando pedimos que algo dure, pero seguramente somos aún más tonto sino nos deleitamos en ello mientras lo tenemos". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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