Enfoque económico:

La política expansionista de liquidez del BCV está desarticulada

EL VENEZOLANO EXAGERA EL PESISMISMO CONTRA EL BOLÍVAR

¿Hasta dónde se podrá llevar la expansión de la liquidez monetaria (M2)?, esa respuesta debería darla voceros autorizados del Banco Central de Venezuela (BCV) en apariciones regulares a los ciudadanos venezolanos, porque la expansión de la liquidez, desarticulada de una política productiva eficiente, sigue siendo combustible de la inflación que se experimenta.

El año 2011 comenzó con un registro de 294,49 MM de bolívares de M2, hasta el 8 de julio, esa cifra subió a 335,40 MM de bolívares, es decir 13,89% de crecimiento del dinero y cuasidinero circulante. No existe una explicación que permita a los ciudadanos tener la certeza del por qué de la política expansionista del BCV.

Si se analiza el entorno global, en que hay inflación y fuese el caso actual como ocurre en Brasil, que el real se ha reevaluado por el ingreso de capitales extranjeros, tendría lógica que la expansión del circulante se adoptase, por una parte porque se protegería a la industria nacional de modo que no perdiera competitividad en los mercados globales, pero ese no es el caso, y por otro, para evitar que por la devaluación global del dólar, los efectos de la crisis mundial fueran más profundos en lo interno.

El exceso de circulante presiona los precios al alza, debido a que se ofrece cada vez más bolívares al sistema, esto contrasta con la poca producción interna, dejando como resultado que en el proceso de circulación de la liquidez, los más afectados son quienes reciben menos dinero, porque son los últimos en el proceso y cuando reciben dinero, ya el mercado interno ha descontado la devaluación, debido a que hay menos bienes y servicios disponibles.

El ciudadano se preguntará ¿En los bolsillos de quién está esa liquidez?, una gran parte la tiene la banca, otra se la traga la inflación misma.

Hay un aspecto de distorsión presente, porque el alza de los precios del crudo no se está reflejando en el valor del bolívar, precisamente porque el petróleo ha subido desde enero en 23%, lo que significa una mayor entrada de divisas al país, la inflación acumulada hasta junio es de 13%, muy similar al alza de la M2, en 13,89%. Mientras el crecimiento de la economía fue de 4,5% para el primer trimestre de 2011. Aun así persiste la postura de muchos ciudadanos contra el bolívar, quienes prefieren comprar inmuebles, bienes transables y otros activos que se reevalúan rápidamente, para proteger el patrimonio, más por el sentimiento del mercado contra la moneda local, que por razones fundamentales de una economía real. El venezolano exagera el pesimismo contra el bolívar.

Sucede que si el BCV aplica entonces una política restrictiva, es decir, detiene la emisión de dinero, la recesión sería muy severa y sería difícil salir de la misma, se entraría en una crisis interna, habría una importante corrección de precios, pero se apuntalaría el desempleo, porque la alicaída producción interna se quedaría entonces sin estímulo.

Si bien vale la crítica por la política expansionista de la liquidez, por parte del BCV, bien vale aclarar que el cuadro también es muy complejo, porque quienes pudieron llevarse más de 100 mil millones de dólares del país en todo este tiempo, para proteger sus capitales, tienen corresponsabilidad de la situación económica de Venezuela, y en las actuales circunstancias, el BCV sólo no podría hacer mucho, de paso que no tiene el músculo financiero para estabilizar la economía que no sólo resulte provechosa para las macro cuentas, sino para el ciudadano común.

12-07-2011

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Alex Vallenilla (*)


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