EEUU: en modo catástrofe humanitaria

El llamado efecto boomerang, es perverso. Donald Trump, programó para Venezuela un plan de destrucción de la economía venezolana, muy similar al programado por Richard Nixon para derrocar al presidente Salvador Allende. En Chile, lograron sus objetivos perversos e implantaron una dictadura militar, que se mantuvo en el poder por los siguientes treinta años. En Venezuela, van de fracaso en fracaso, y solo han logrado el efecto inverso, valga decir, unificar al pueblo-Gobierno-Instituciones y Fuerza Armada Nacional Bolivariana como un solo cuerpo en armas para enfrentar las arremetidas golpistas de la Administración Trump y sus agentes guaidonistas-terroristas en territorio venezolano. El Plan Trump, tenía el objetivo -claramente establecido- de propiciar una crisis humanitaria, que obligaría a la ONU a intervenir –militarmente- el país, bajo el falso supuesto de "proteger" al pueblo venezolano, ante la falta de medicinas y alimentos. Diversos métodos de presión, utilizó la Administración Trump para obligar al Gobierno Bolivariano a aceptar la supuesta "ayuda humanitaria" de EEUU, que, como toda "ayuda" del imperialismo, siempre va acompañada de todo un arsenal de condicionantes que el país receptor debe cumplir al pie de la letra, quedando su Soberanía restringida y sometida a los dictámenes imperiales. Es por ello, que el Presidente Nicolás Mauro Moros se ha negado a recibir "ayuda" imperial, y, en todo caso, ha estado siempre abierto a la entrada de todo tipo de ayuda de la ONU y demás países amigos de Venezuela, como lo son Rusia y China, ayuda no condicionada y entregada de buena fe. Es, en este estado de confrontación de EEUU contra el pueblo y la nación venezolana, que la crisis de la pandemia global del Covid-19 confronta a Trump con una realidad que negaba e incluso, se burlaba de la misma, minimizando sus efectos y aprovechando para atacar a China, acusándola de ser el propietario del virus. A estas alturas, incluso, aún se niega a decretar la cuarentena social pese a que EEUU, se encuentra en modo Catástrofe Humanitaria y la pandemia, arrecia sus efectos perversos sobre dicha población.

Desafortunadamente, nuestro pronóstico (https://www.aporrea.org/actualidad/a288523.html), se hizo realidad y EEUU, hoy, es el epicentro de la pandemia global. Cada 10 minutos, está muriendo un ciudadano estadounidense y el pronóstico de la principal autoridad epidemiológica del país, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, es aterrador: "Millones de estadounidenses se infectarán con el coronavirus y 100,000 a 200,000 morirán…" Hasta este domingo 29, por la mañana, Estados Unidos, tenía alrededor de 125,000 infecciones y 2,200 muertes. Trump, aún no se atreve a declarar cuarentena alguna. "Estoy pensando en ello en estos momentos. A lo mejor no tenemos por qué hacerlo, pero puede que a lo largo del día decretemos una cuarentena -a corto plazo, de un par de semanas- en Nueva York, probablemente Nueva Jersey y ciertas partes de Connecticut", declaró a los medios. Mientras, la pandemia abate New York y se expande al resto de los Estados, que integran el Estado de la Unión. California, el pasado viernes 27, anunció 900 nuevos casos de contagiados con lo que el total de enfermos, se elevaba por encima de los 5 mil casos y 100 muertos. Y, mientras esta catástrofe está en pleno desarrollo, la autocensura de los medios estadounidenses es una realidad inocultable. Por las redes sociales, se muestran videos de saqueos en New York, California y Virginia, valga decir, el plan ideado para que ocurriera en Venezuela, ya es una realidad en territorio de Estados Unidos.

La realidad concreta, es que a Donald Trump el virus se le ha ido de las manos y no tiene la menor idea de qué hacer en situaciones tan dramáticas como la presente. Ello, nos explica su llamada desesperada al Presidente Xi Jinping, el pasado viernes 27: "para preguntarle cómo parar el virus". El propio Trump, reconoce las fortalezas sanitarias chinas al tuitear: "China has been through much & has developed a strong understanding of the Virus. We are working closely together. Much respect!". Mientras, Xi, con su humildad característica, le contestaba en términos muy diplomáticos: "Trabajar juntos nos trae beneficios a ambas partes, pelear nos daña a ambos. La cooperación es la única opción" […]"Solo una respuesta colectiva de la comunidad internacional puede derrotarla" […] "El virus no conoce fronteras, ni razas, y es un enemigo común de toda la humanidad." Atrás, dejaba Mr. Trump, sus palabras de mediados de marzo, en que se dirigía a los ciudadanos y ciudadanas estadounidenses y les solicitaba confianza en su gestión, que se relajaran, porque según él: "Está gestionando muy bien la crisis y que pronto pasará…"

Lo concreto es, que nos encontramos con un Trump que ha dejado su prepotencia imperial y ha tenido que descender de su trono para conversar con el Presidente de la República Democrática China, de igual a igual, y solicitarle su apoyo. Además de tener que recoger su cabuya del "virus chino", tragárselo sin masticarlo. ¡Mayor humillación! Y, comprometerse a bajar la tensión en su guerra comercial contra China, si pretende hacer realidad lo manifestado por Xi, telefónicamente: "China está dispuesta a continuar compartiendo sin reservas información y experiencias con Estados Unido". Mientras tanto, Wuan, antiguo epicentro de la pandemia global, ya para el viernes 27, anunciaba al mundo que se enrumbaba a su "normalización". Algunos trabajadores -considerados como "libres de Covid19"- han sido notificados por sus celulares, a través de un código verde, que los habilita a retomar sus labores con el acuerdo de su patrono. También, se permitió el reingreso de un millar de trabajadores en un tren especialmente habilitado para su reingreso a la ciudad, que trabajaban en otras ciudades chinas. El Ministerio de Salud de China, informó que para ese día viernes, se registró tan solo un nuevo caso de Covid-19, a nivel local. Con lo cual, China, reporta 3,292 muertes por Covid-19 y 81,340 enfermos, lo que le ubica en el tercer lugar del ranking del Coronavirus, encabezado por EEUU y secundado por España. Ahora, pudiésemos llamar a Covid-19 como "virus de EEUU", según la terminología de Trump. ¡Vueltas que da la vida!

Donald Trump, necesita siempre de un enemigo sobre el cual descargar sus frustraciones, ante la realidad que siempre observa distorsionada y –caprichosamente- antojosa. El mundo al revés, pues según la realidad planificada para Venezuela, con el bloqueo financiero, de medicinas y alimentos, ya ese país debiera estar devastado y arrasado por el Covid-19, y en catástrofe humanitaria, valga decir, ya es hora como de actuar, según la planificación imperial. Jamás imaginó, Mr. Trump, que la realidad de Venezuela está muy, pero muy lejos, de sus deseos perversos. Todo lo contrario, Venezuela, apenas registra 129 casos, 3 muertos y el Sistema de Salud, Público y Gratuito, da muestras de muy buena salud, y aún no exigido por pacientes enfermos. Todo esto, gracias al apoyo de Cuba, China, Rusia, la OMS y un personal de salud con una moral bien alta, y comprometido con garantizar la vida del pueblo venezolano. Eso, debe saberlo el pueblo estadounidense, que pese a Trump, Venezuela, goza de buena salud y Covid-19, no ha hecho estragos del pueblo venezolano.

También, deben saber: ¡Que las "sanciones" de Trump son un crimen de lesa humanidad! Que su presidente, es un criminal tan malo como lo fue Heirr Hitler y tan perverso, como Samuel Little, el mayor asesino serial en la historia de EEUU, quien confesó el asesinato de cerca de un centenar de mujeres a quienes, según el Washington Post y el New York Times, se ganaba la confianza de las mismas, las golpeaba, abusaba sexualmente de ellas y las estrangulaba hasta matarlas, tal cual es el método Trump contra Venezuela; solo que, el pueblo venezolano, no le ha permitido tal nivel de libertad para actuar a su antojo, lo que ha colocado a Mr. Trump a nivel de paranoia. Al punto, que ahora declara a los principales líderes del Gobierno Revolucionario, como supuestos narcotraficantes y se atreve a ponerle precio a la cabeza de los mismos, como si estuviera en los tiempos del lejano oeste, en que las cosas de resolvían a balazos y todo el mundo andaba calzado con pistolas en la cintura. A tal nivel de locura ha llegado Mr. Trump, desconociendo, que su principal aliado –Iván Duque, presidente de la República de Colombia- es el primer productor de cocaína del planeta, droga que todita se va por el Pacífico a EEUU, para su consumo. Y, que Venezuela se ha constituido en un dique de contención tan, pero tan sólido, que ha causado las mayores de las molestias en la propia Casa Blanca, al no permitirle al gobierno colombiano, el libre tránsito por territorio venezolano y el Mar Caribe a toda esa droga, que produce el gobierno colombiano con destino al mercado de EEUU, controlado por la Casa Blanca, y dirigido por el Cártel de la DEA, el principal del planeta. A su vez, ahora Trump, reedita capítulos de la violencia sectaria que mantuvo EEUU en la Irak post invasión, y en El Salvador, creando escuadrones de la muerte para ubicar y asesinar a dirigentes de la Revolución Bolivariana; tal es, la misión de Clíver Alcalá y agentes especiales de la CIA, en territorio colombiano y contando con la anuencia del gobierno del sub presidente Duque. Fraguar una guerra civil, es la mejor manera de dividir un país en varios territorios, según la tesis del "Caos Constructivo". "El escenario es armar y equipar a ambos bandos con armamento moderno y entonces ‘dejarles luchar’." […] "Bajo la bandera de una guerra civil se está luchando una guerra de agresión secreta que fundamentalmente contribuye a destruir aún más todo el país, sus instituciones y su economía. Esta operación secreta forma parte de un plan de inteligencia, un proceso planificado que consiste en transformar Iraq en un territorio abierto. Mientras tanto se lleva a la opinión pública a creer que lo que está en juego es una confrontación entre chiíes y sunníes." (Michel Chossudovsky, The Engineered Destruction and Political Fragmentation of Iraq. Towards the Creation of a US Sponsored Islamist Caliphate, 14 de junio 2014). Viejas políticas de Guerra, hoy reeditadas y aplicadas contra Venezuela para intentar lograr lo que no han podido, el ansiado cambio de régimen.

Covid-19, sepultará la candidatura presidencial de Trump y la colocará en donde debe estar, en el basurero tóxico de la historia. Venezuela, Cuba, China y Rusia, triunfarán ante la ruindad y criminalidad de un espurio presidente, sin lugar en la vida digna de los pueblos del planeta. A la Corte Penal Internacional, le tocará jugar un rol estelar en los días por venir para enjuiciar y de ser posible llevar a prisión a un criminal tan cruel y mortífero como lo es Donald Trump, y hacerlo pagar por sus crímenes de guerra, sus crímenes de lesa humanidad, contra Cuba, China, Irán, Rusia, Nicaragua, Siria, Palestina, Venezuela y el propio pueblo de los EEUU. Ya, las propias élites demócratas y republicanas, trabajan de común acuerdo en el objetivo de sacar del juego político la candidatura Socialista de Bernie Sander, sus propuestas de Medicare y vacunas para inmunizar contra Covid-19 para todas y todos gratis, y colocar a Joe Biden, como candidato presidencial del consenso bipartidista, de los multimillonarios. Ese es nuestro pronóstico, en vista a las elecciones de noviembre próximo en el imperio. Con lo cual, se abriría toda una nueva etapa de intensas luchas de clases en territorio estadounidense, que tendrán como protagonistas al propio pueblo estadounidense, al negro, al trabajador o trabajadora, al latino, al migrante, al pobre; en fin, el "oasis" gringo ya no será apreciado como tal y la Constituyente, se convertirá en un reclamo generalizado del pueblo de los EEUU, siguiendo el ejemplo que Venezuela ha proyectado al mundo, y es por eso que las Administraciones de Obama y Trump, le declararon como una amenaza "inusual y extraordinaria", a la seguridad de los intereses-negocios de la élite política-económica-militar, que resguardan desde la Casa Blanca…

Post Scriptum: "Cuando no se entiende el significado profundo de las cosas, se perturba en vano la paz esencial de la mente. Si entiendes, habrá paz. Si no entiendes habrá desasosiego, tensión, angustia. El hecho de que alguien esté angustiado, muestra que no ha entendido las cosas, el significado profundo de las cosas…" (El Libro de la Nada, Osho)



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Henry Escalante


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