La corrupción es un verdadero “lastre” para la república bolivariana de Venezuela y es necesario combatirla a fondo. El pueblo venezolano tiene completa razón en el calificativo que le otorgan a la corrupción pero, infortunadamente, en la ciudad de Maracaibo, la cámara Municipal de Maracaibo está juramentando a la ciudadana EVELYN TREJO DE ROSALES, la madre de la corrupción en Venezuela; digo la madre de la corrupción porque el padre es su esposo MANUEL ROSALES, ambos han sido acusados de promoverla o de permitirla en el estado Zulia, con lo cual sus argumentos y opiniones sobre el tema quedan en entredicho.
En los últimos años se han destapado numerosos casos de corrupción que afectan directamente a estas joyitas de la corona, Evelyn Trejo de Rosales y Manuel Rosales, este ultimo está acusado en Venezuela de haber permitido la corrupción, y de utilizarla como su fuente de ingresos, después que prometió desterrarla, actualmente se encuentra prófugo de la justicia venezolana, en Perú, y junto a el varios de sus más inmediatos colaboradores y amigos personales. También la propia esposa de Manuel Rosales, la joyita que la cámara Municipal de Maracaibo juramentó como alcaldesa de Maracaibo en el día de ayer, ha sido acusada de realizar, a su amparo, actos de corrupción, disponiendo de fondos económicos de entidades públicas.
Manuel Rosales, por su parte, que ha ganado elecciones de Alcalde y gobernador bajo la juramentada promesa de acabar con la corrupción, ha sido objeto de diversas acusaciones, que él no ha podido desmentir. En las elecciones donde el fue candidato, ejecutó una campaña de “compra-votos” a través de “dirigentes” zulianos. Estas joyitas de la corona, Evelyn Trejo de Rosales y Manuel Rosales, han sido acusados de cometer actos de corrupción; se acuerdan ustedes camaradas, la que compro los relojes de lujo para obsequiarlos, se acuerdan ustedes quien se graduó de abogado sin saber donde queda la universidad, nada más y nada menos fue, la que la cámara Municipal de Maracaibo juramentó como alcaldesa de Maracaibo en el día de ayer jueves 09 de diciembre de 2010, estas joyitas de la corona, sus deseos no son otros, sino el de legalizar la corrupción en el estado Zulia, como aquellos que quisieron legalizar la Marihuana en EE.UU. cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia; pero, esta legalidad es a costa del tesoro público y de hacer de la corrupción, desafortunadamente, una bandera. Evelyn Trejo de Rosales y Manuel Rosales, estas joyitas que han abogado en el Zulia, y ahora en Lima por eliminar ese “lastre tan perjudicial”, no “pasaron el examen” ya que es público y notorio que estos “señores” tienen como profesión LA CORRUPCIÓN, y su titulo académico CORRUPTOS, en donde obtuvieron unas notas excelentísimas que les hace dueño como los corruptos más grande a nivel latinoamericano. Evelyn Trejo de Rosales, que en un discurso pidió en la capital zuliana “erradicar la corrupción”, porque si “no la erradicamos, no vamos a tener posibilidades de construir la confianza de nuestros pueblos en las instituciones que nos dirigen”, ella conjuntamente con el delincuente de su marido implanta en el Zulia un aterrador negocio narcoterrorista”.
“El fenómeno mundial de la corrupción es un obstáculo crítico para el desarrollo social”, señaló el documento aprobado por la OEA, la que también acordó la aprobación de medidas efectivas y concretas para “la prevención y combate contra todas las formas de corrupción, soborno y prácticas ilícitas conexas con las transacciones comerciales”.
El organismo decidió que los 34 gobiernos miembros extraditen a los funcionarios del sector público y privado a quienes se les compruebe su participación en actos corruptos para evitar que este fenómeno delictivo siga extendiéndose hacia otros estamentos de las sociedades civiles, judiciales y militares. Camaradas mientras que existan, gobiernos cómplices, e instituciones complacientes, ese “lastre tan perjudicial” como lo es la CORRUPCIÓN, seguirá teniendo larga vida; no es posible creer que en Zulia, con coño como estos se vaya atacar con la eficacia debida ese lastre que significa la corrupción.
Patria Socialista o Muerte Venceremos.
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