Si bien la presentación ante los tribunales del "jefe de la banda" de quienes desfalcaron a PDVSA, a través de las "criptodivisas", puede considerarse un paso importante en la lucha contra la corrupción, venimos sosteniendo que persisten interrogantes sobre este caso, que deben ser aclaradas.
No es un detalle menor el hecho de que transcurrió más un año, desde el momento en el que se anunció públicamente el caso de corrupción en PDVSA y el momento en que fueron presentados a los tribunales e imputados el jefe de la banda y los cómplices de más alto rango. Aunque oficialmente se desconocía el paradero de Tareck El Aissami los hechos indican que fue mantenido bajo resguardo, durante todo este tiempo.
Aunque la Fiscalía informo que a través de la "delación", por parte de testigos protegidos, fue que se hizo posible lograr la presentación ante los tribunales de El Aissami, Simón Zerpa y Samark López, por el caso que según el Fiscal implicaba una conspiración económica contra el gobierno del Presidente Nicolas Maduro.
A los pocos días de hacerse público el caso del desfalco a PDVSA, la Asamblea Nacional discutió y aprobó la Ley Orgánica de Extinción de Dominio. Según los entendidos con esta Ley se pretendía que los bienes y propiedades que las investigaciones determinaran habían sido productos el delito fueran recuperados.
¿Cuántos bienes han sido recuperados del caso PDVSA-Cripto?, ¿Qué destino se ha dado a los bienes recuperados?, ¿A cuánto asciende el monto del desfalco ocurrido en la estatal petrolera?.
Con relación a las personas que públicamente mantuvieron vínculos y "relaciones estrechas" con el jefe de la banda y sus principales cómplices, es preciso preguntarse ¿Por qué no han sido exhaustivamente investigados?, ¿Por qué algunos de ellos mantienen cargos relevantes, como el actual Presidente de PDVSA, Pedro Rafael Tellechea?, incluso, ¿Por qué instituciones involucradas en el desfalco PDVSA, CVG, BCV no fueron sometidas a investigaciones minuciosas que permitan esclarecer responsabilidades?
El papel de la Controlaría General de la República y sus responsabilidades por "omisión" en el caso del desfalco a la Nación, también debe ser evaluado en profundidad.
Mientras la mayor parte de las interrogantes expuestas se mantengan sin respuestas es inevitable que se imponga la sospecha, por parte de la gente, de que la presentación del jefe de la banda y sus cómplices, mas que responder al interés de adecentar el país y de luchar verdaderamente contra el flagelo de la corrupción, lo que ocurre es que se impone mediáticamente la narrativa de que se está aplicando justicia y de que el gobierno esta luchando contra la corrupción.
