Virus chino Made in USA

Donald Trump, arrecia su campaña mediática para culpabilizar a China de los efectos devastadores del Covid-19, no solo sobre la economía global sino también, en términos de vidas humanas. “Virus chino”, es el término utilizado por Trump con el propósito de lograr sus macabros fines, sin mostrar evidencia científica alguna de que el virus tiene nacionalidad China. Al no hacerlo así, deja abierta la puerta para que el mundo pueda juzgar no solo la conducta inhumana del Calígula del copete naranja, sino lo que ha sido la actuación criminal contra los pueblos del mundo, de parte de un imperio que ya comienza a mostrar signos de completa decadencia. Pero, al criminalizar a China por la pandemia, Trump, abre la puerta para que las investigaciones sobre el origen del virus, se convierta en una tarea científica de primer orden; tanto o más, que la búsqueda de la vacuna que inmunice a la humanidad. Una de las obsesiones, más sentidas por los poquísimos dueños de los grandes medios de producción del planeta, unas pocas familias, ha sido la longevidad que han alcanzado algunos de quienes comparten con nosotros la habitabilidad en este planeta.

El Fondo Monetario Internacional, FMI, como expresión de las preocupaciones existentes entre los dueños del capital financiero internacional, en el Informe sobre la estabilidad financiera mundial, abril 2012, manifestaban sus preocupaciones sobre el impacto financiero del riesgo de longevidad de la población del planeta. Dicho informe, elaborado por S. Erik Oppers (jefe del equipo), Ken Chikada, Frank Eich, Patrick, Imam, John Kiff, Michael Kisser, Mauricio Soto y Tao Sun, manifestaban entonces: “Las implicaciones financieras de que la gente viva más de lo esperado (el llamado riesgo de longevidad) son muy grandes. Si el promedio de vida aumentara para el año 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costos del envejecimiento —que ya son enormes— aumentarían 50%...” Proponían, al respecto: “Para hacer frente al riesgo de longevidad, es necesario actuar en varios frentes. Primero, los gobiernos deben reconocer el significativo riesgo de longevidad al que los exponen los planes de prestaciones definidas para sus propios empleados y los sistemas de seguridad social para las personas de edad avanzada. Segundo, el riesgo debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno. Tercero, se puede recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo…” Christine Lagarde, Directora del FMI, manifestaba su preocupación en términos más dramáticos: “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, y es ya!”. Curiosamente, desde 2012, el Foro de Davos que unifica a los magnates del gran capital y algunos de sus empleados al frente de gobiernos, organismos multilaterales civiles y militares, realiza desde entonces, simulacros sobre una pandemia global que afecta a la población. El último simulacro, fue en octubre 2019, el llamado Evento 201, realizado en la ciudad de New York, participaron 15 expertos mundiales en el ámbito de los negocios, gobiernos y salud pública. En un escenario, muy similar a la pandemia actual por Coronavirus Covid-19, analizaron cómo se iniciaría la pandemia, su evolución y las posibles soluciones políticas, económicas, tratamiento mediático y psicológico. Por eso, no debemos extrañarnos de las coincidencias en las políticas de aplicación de soluciones sanitarias entre Trump y Boris Johnson, o entre Trump y los súbditos de su gobierno: Iván Duque, Sebastián Piñera o Jair Bolsonaro. Quienes, han colocado a la economía por delante de las vidas de sus pueblos. Una de las conclusiones del Evento 201, fue, que: “la próxima pandemia grave, no solo causará grandes enfermedades y pérdidas de vidas, sino que también podría desencadenar importantes consecuencias económicas y sociales en cascada que podrían contribuir en gran medida al impacto y sufrimiento global…” El simulacro, utilizó como patógeno de la enfermedad, el SARS, muy transmisible en comunidades por personas con síntomas leves. La enfermedad, se inicia en granjas porcinas en Brasil, y de allí comienza su expansión global. Primeramente, a los barrios de bajos ingresos -densamente poblados- y explota la epidemia que se exporta por vía aérea a Portugal, EEUU y China, y luego al resto del mundo. No hay posibilidad de vacuna alguna, durante el primer año. El escenario, termina a los 18 meses con 65 millones de muertes. El politólogo y lingüista Noam Chomsky, en reciente trabajo sobre la pandemia, ha declarado: “USA necesitaba imperiosamente parar y retrasar la locomotora china, para no perder su supremacía mundial económica y su papel de gendarme planetario…”. Recordemos, que la guerra comercial China-EEUU, es la antesala de la pandemia global, guerra, en que la economía estadounidense ya comenzaba a mostrar síntomas inequívocos de ralentización y perturbación, que ya se han hecho evidentes, como lo ha declarado el pasado 19 de marzo, el Bank of America, que ha declarado “oficialmente” que la economía de EEUU: “ha caído en una recesión”. Por supuesto, la culpa será del Coronavirus y no de la mala gestión de la Administración Trump. Las contradicciones, sobre la realidad verdadera de la economía de EEUU, se han puesto de manifiesto y el Secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, descarta esa posibilidad: “Vamos a tener una desaceleración. Más adelante en el año, la actividad económica se recuperará a medida que nos enfrentemos a este virus”. Obviamente, no ha salido de su oficina para apreciar la realidad verdadera, no solo de EEUU sino del mundo.

Chomsky, con la templanza y serenidad que le caracteriza, no duda en señalar a los responsables de la situación global de pandemia: “la CIA, Bildeberg, Israel y demás poderes mundiales han hecho estallar una guerra bacteriológica de baja intensidad desde territorio chino”. Y, el punto clave es que caracteriza contra quienes apunta, dicha guerra: “Guerra de baja intensidad porque el virus no afecta a los niños y jóvenes (mano de obra futura) y en cambio se ceba con las personas mayores (mano de obra inactiva)…” Un profesional de la medicina, vía redes sociales, alerta al mundo desde el reino de España: “Madrid les están quitando los respiradores a los ciudadanos mayores a los 60 años”. El primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, priorizando la economía, asume como política sanitaria dejar en libertad a los ciudadanos y ciudadanas británicas hacer lo que quieran con excepción de las personas mayores de 70 años, a quienes piensa aislar y recluir en ghettos especiales. Mientras más adquieran el Covid-19, más cercanos estarán de adquirir inmunidad. Tal muestra de darwinismo social, dejar que todos y todas se enfermen, que sobrevivan los más aptos y mueran los más frágiles, los ancianos y ancianas, los que tengan un estado de salud frágil, es una muestra terrible de cuando los pueblos colocan al frente de sus gobiernos a liberales ortodoxos, ultra neoliberales de derecha y lo que son capaces de hacer en resguardo del mercado.

El Coronavirus o Covid-19, por la población que mayormente afecta, es el virus perfecto al centro de atención de las políticas y preocupaciones, manifestadas desde 2012, por el FMI. Las personas, más susceptibles de sufrir los efectos más perversos por el Covid-19, son aquellas que tienen: “…una función inmune deficiente, como los ancianos, las mujeres embarazadas o las personas con disfunción hepática o renal, la enfermedad progresa relativamente rápido y los síntomas son más graves.” (CONSEJOS BASADOS EN LA CIENCIA DEL MANUAL DE PREVENCIÓN DE CORONAVIRUS QUE PODRÍAN SALVAR SU VIDA 101 Editor Jefe Wang Zhou, MD Médico Jefe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan Prólogo de Nanshan Zhong. Traducido por Shan Zhu, Qing Chen, Jun Li). Como ha demostrado, la propia pandemia, no se trata de un “virus chino” pues no es un virus que ataca a los chinos y chinas, en exclusividad, como lo demuestran Italia, España, Alemania, EEUU y los más de 400 mil infectados en el planeta, y cerca de los 15 mil muertos, en más de 120 países. No aplican, las definiciones de Chomsky, según nuestra estimación, es en sus conclusiones post pandemia, que define como la “Implementación del Nuevo Orden Mundial”. Entre, las que pronostica: “Desaparición de enemigos potenciales [de EEUU] como Irán, Corea del Norte, Venezuela, etc.”… “Debilitamiento de China continental y Rusia” y “Globalización planetaria alrededor de la nueva USA y su poder omnímodo”. Los hechos confirman, que China ha derrotado al Covid-19, y se enrumba –aceleradamente- en una solución definitiva: la vacuna. De hecho, una vez que está superando su trauma interno, China, está posibilitando ayudas médicas a otros países del planeta, como lo hace en la actualidad con Italia, en cuyo país ha adquirido connotaciones importantes la pandemia, Irán o Venezuela, países afectados por un bloqueo imperialista de parte de la Administración de Donald Trump, que impide que ingresen a dicha Nación alimentos y medicinas. Al momento de redactar estas notas, Venezuela, cuenta con 77 casos de contagios y 0 muertos, lo que demuestra que aprendió de la experiencia China, al declarar la cuarentena social con la oportunidad que el caso lo exige, y ha entrado en una etapa de control del contagio, gracias a los apoyos de Cuba, China, Rusia y la Organización Mundial de la Salud, cuyas directrices ha seguido con extremada rigurosidad. Venezuela y Cuba, se constituyen en ejemplos de dignidad y sometimiento de la pandemia, que, como vienen reflejando nuevas evidencias científicas, ratifican el origen otorgado por Noam Chomsky, al llamado por Trump: “virus chino”, Made in USA…

Post scriptum: El 09 de octubre de 2003, Sunshine Proyect, denunciaba que científicos del ejército de EE UU, están trabajando en la reconstrucción del virus de la gripe española. Virus que mató, entre 20 y 40 millones de personas en 1918 e hizo que la esperanza de vida de la población estadounidense bajara 10 años. Varios genes de este virus, ya han sido aislados y reinsertados en virus actuales de gripe. El 12 de marzo 2020, Lijian Zao, alto funcionario de la Cancillería a través de su cuenta twitter, manifestó en reciprocidad a los ataques de Trump contra China: “Los CDC fueron atrapados en el acto. ¿Cuándo comenzó el paciente cero en EE. UU? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿En qué hospitales? Puede que haya sido el ejército de EE. UU. el que trajo la epidemia a Wuhan. ¡EE.UU. nos debe una explicación!”. Recordemos, que en octubre 2019, más de un centenar de atletas, miembros del ejército de EEUU, estuvieron en Wuan participando en los juegos mundiales militares 2019. En el portal de noticias egipcio Vetogate.com, el periodista egipcio Ahmad Rif’at deja muestras de sus sospechas: “Todo lo que se necesita para permitir que un virus se propague rápidamente es sacarlo de una bolsa, utilizando una jeringa ordinaria o de cualquier otra manera. Pero el hecho realmente interesante es la gran cantidad de estadounidenses que se quedaron en Wuhan y decidieron marcharse de inmediato y rápidamente, [tal como fue mostrado] en los canales de noticias estadounidenses, entre ellos un reportero del canal de noticias CNN, a pesar de que ninguno de ellos contrajo [la enfermedad]. No sabemos qué estaba haciendo ese [reportero de CNN] allí. ¿Vino a informar sobre los eventos? Si es así, ¿por qué se marchó tan dramáticamente? ¿Vino allí antes [del brote de la epidemia]? [Si es así], ¿qué lo llevó a ir allí antes de que comenzara la crisis del coronavirus?”. Cuando el río suena, es porque piedras trae…Nos recuerda la sabiduría del pueblo.

Caracas, 23-03-2020



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Henry Escalante


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