Covid-19, cuarentena y realidad

La realidad es lo que ocurre, y es cuarentena para rato, es lo actual desde hace meses y por el parte diario sobre cifras de infectados y fallecidos, y los protocolos y previsiones ante el letal ataque del Covid-19. Desde finales de noviembre en Wuhan, China se detecta la anomalía del caso y los expertos sanitarios informan a la OMS, los laboratorios le hacen seguimiento al fenómeno y logran en tiempo récord aislar al patógeno. Las respectivas investigaciones llagan a varias hipótesis, todas confirmadas en el campo y del seguimiento de los portadores desde la zona cero. Se especula si escapó o fue intencional la contaminación precisamente en la nación más poblada del planeta y la consecuente trasmisión al mundo entero dado el festejo del año nuevo chino donde la familia se reúne una vez al año, esté donde estén regresan para el encuentro anual familiar; una de las causas por la cual fue súbita la pandemia. Hoy las comunicaciones son fluidas y las distancias cortas por los medios de trasporte que nos conectan con el planeta entero en cuestión de horas.

Entre las teorías, conspirativas y que se han corroborado, muestran cuáles pudieran ser las motivaciones para embestir con un arma tan efectiva como un coronavirus, para lograr resultados esperados, en cualquier campo específico y que amerite tomar decisiones drásticas para no perder el control sobre situaciones que ameritan ser mantenidas estables, las cuales son monitoreadas a diario por parte de las potencias, y no podía ser diferente, si revisamos como ha sido la reacción de la principal potencia bélica y económica del mundo a partir de 1989, cuando el imperialismo pasa a dominar sobre un espectro mayor de áreas de influencia y dominio sobre la economía, las finanzas, el mercado, el comercio internacional bilateral, la sobreexplotación de los recursos, la intervención sobre cualquier país, inventando falsos positivos, falseando la realidad, para apropiarse de los recursos, actuando tal como era la práctica de los bárbaros en épocas que creíamos superadas. Hoy nos damos cuenta de que lo único que en realidad ha cambiado son las formas de vestir y de hacer la guerra desde la política y la diplomacia, hablando de democracia en los escenarios mundiales, mientras se ejecutan acciones armadas clandestinas, con la anuencia de los gobiernos y los congresos que autorizan extraoficialmente.

Es dramática la situación, pero es la realidad, y si quisiéramos certificar lo que decimos, basta nombrar sólo algunas acciones en retrospectiva apoyados en falsas noticias que los medios al servicio de las corporaciones cumplen un papel de primer orden, convertir una mentira lo que pareciera verdad. Bloqueo sobre Venezuela y Cuba, ataque a los avances comerciales de China en Europa y América Latina, intervención en Medio Oriente bajo el pretexto del terrorismo internacional, destrucción de ciudades enteras con millones de muertos, auto atentado contra las Torres Gemelas y los daños colaterales de edificios que colapsaron por el solo hecho de estar sobre el área de los impactos aéreos. La irracionalidad es tal que deja sin sentido cualquier valor civilizado por parte de quienes actúan, cumpliendo órdenes de los dueños del planeta, los miembros que constituyen el Nuevo Orden Global. Lo que hoy ocurre sobre el planeta es la clara manifestación de lo que será el futuro de la humanidad, si no se le pone un freno a esta demencial propuesta que los pocos que son ricos y poderosos, han planificado sobre los muchos que son pobres, la posibilidad de permanencia en un mundo bizarro, donde todo lo que importa es satisfacer los caprichos de las elites que dominan la economía a través de la banca y las instituciones a su servicio FMI, BM, BID, subsidiarios de los bancos federales, que son privados, y solo responden a sus accionistas, y están por encima de constituciones, gobiernos, instituciones y controles externos.

China, una potencia en ciernes, una nación comunista de economía mixta, que se ha propuesto pasar a ocupar el primer lugar como potencia económica para el año 2025, es suficiente como para poner en tensión y máxima alerta a los EE.UU., y sus socios de ocasión, los países con regímenes de democracias burguesas y economías dependientes y unilaterales, que teniendo una historia común y definida como latinoamericana, vinculadas a la Europa hispana, no anglosajona, y a pesar de haber sido desgajada desde que obtuvieran sus independencias de los anteriores imperialismos, hayan caído en las garras de Inglaterra en el comercio y los mercados, y de Estados Unidos como policía mundial y con ejércitos sobre territorios de las repúblicas, saltándose los marcos jurídicos, las leyes y reservas legales en ceder la soberanía a potencias extranjeras. Debemos mencionar que los gobiernos apátridas y lacayos se prestan a tales maniobras, con la garantía de su permanencia en el poder y hacerse de la vista gorda en los actos de corrupción, narcotráfico y trata de blancas, que es de donde obtienen millonarios recursos, a costa de la pobreza y el atraso de sus países.

No todos los gobiernos extremaron las previsiones a tiempo, tampoco el combate al Covid-19, con resultados desastrosos y desconcertantes, las cifras de muertes e infectados son alarmantes, inmanejables; a lo que hay que agregarle la orden de Trump en EE.UU., de recortarle los aportes a la OMS, trasladando la responsabilidad, el control y manejo de la organización de salud mundial, a entes privados, fundaciones que pertenecen a figuras conocidas, se trata de los personajes con las mayores fortunas del mundo, que comparándolos con los empresarios de las corporaciones que intervinieron en la reconstrucción de los países destruidos por el imperialismo, pues permiten incrementar los capitales, y tener el control de los países que dependen de la ayudas externas para enfrentar la pandemia. La motivación que salta a la vista y es de total importancia tiene que ver con los intereses sobre el control que se ejercerá sobre la población mundial a través del suministro de insumos, de medicamentos, de infraestructuras, donde se llevará un estricto registro de las personas, situación hospitalaria, inserción de chip para seguimiento y monitorear en tiempo real, a través de los sistemas informáticos que manejan tales personas a nivel global.

Nada es inverosímil en un mundo donde la Inteligencia Artificial es un hecho, y es el 1% de los más de 7 mil millones de habitantes, que discriminados en clases sociales, por países y dependencias económicas y financieras, adeudan pagos por deuda externa, las cuales solo pueden ser canceladas si no se invierten en lo que es prioridad, en los pacientes, sobre todo los ancianos y los niños; pero que involucra el atraso del reintegro de los intereses a sus prestamistas, y es la cadena que apuesta a un descalabro de la economía mundial, con una recesión tremenda y la caída de las tasas de intereses, así como el cese de las transacciones y el funcionamiento de las bolsas de valores a sus ritmos naturales, lo que sin duda presagia el tercer crack económico mundial, y la pérdida para los capitalistas. El descalabro de los precios a nivel internacional del petróleo y lo que esto significa para países que dependen de los ingresos de las divisas que generan para sufragar los gastos diarios, sueldos y salarios, inversiones para adquisición de alimentos y medicinas, la gasolina necesaria para mover el parque automotor e industrial, que se generan con los combustibles, en un cuadro de presiones por parte del gobierno de los Estados Unidos, que exige que el gobierno rompa las relaciones con China, Rusia, Irán, y en general los países con ideología socialista.

Venezuela atraviesa tiempos difíciles y la situación se complica cada día más, la dependencia del exterior es abrumadora, el gobierno hace el mayor de los esfuerzos para capear el temporal, pero se agotan el tiempo y las posibilidades son cada vez más estrechas para salir de la hecatombe que se vislumbra por los aspectos señalados en líneas anteriores. En los anteriores artículos publicados por este portal señalo y caracterizo parte de lo que nos ha conducido a esta realidad, y siendo que la política es el arte de huir hacia adelante y maniobrar los temporales con los recursos y el talento humano de que se dispone, también se observa que no se tomaron las previsiones necesaria y fundamentales, sino que se ensayaron los por ahora, esperando para realizar las mejores movidas, asediados y en jaque a la reina de la corona, Pdvsa, teniendo que echar mano del Arco Minero y cederlo a cambio de préstamos adelantados y en condiciones desfavorables para la nación, lo que pone en riesgo el futuro de las generaciones por venir, si el tiempo de las vacas flacas pasa a mediano plazo, lo que luce improbable por no decir imposible, pero como las esperanzas es lo último que se pierde, pues nos aferraremos a ellas y haremos de tripas corazón.

Vivimos bajo un marco jurídico que le da legalidad y soporte a la compleja y complicada nación venezolana, donde pasan los siglos y todavía no se logra ver esa marcada diferencia que debe existir entre lo público y lo privado, entre el poder que se ejerce desde el gobierno y la dependencia que debe tener en cuanto al mandato del soberano, y que de manera orgánica logra expresarse a través de sus instituciones, pero por duplicado, una de manera formal y la otra virtual, pero que ha logrado impactar negativamente en el curso del Estado, logrando infiltrarse en el poder, una quinta columna, que hace que los esfuerzos del estamento gubernamental se desgaste entre varios frentes abiertos, la corrupción, la especulación, el manejo discrecional de los servidores públicos que a pesar de recibir sus emolumentos por el trabajo que ejercen para la nación, trasladan a los consumidores finales, los costos de los productos y servicios que a pesar del subsidio del Estado, golpean de frente al gobierno, amarrándole un brazo a la espalda, frente a un contendor que golpea con los puños y los pies. La cuarentena viene como añillo al dedo, pero la procesión va por dentro, y el temor es que como la coyuntura que se vive desde hace una década, de la que no se ha podido trascender, nos consuma todo el 2020, con todo lo que implica para el atraso del país, pérdidas que serán irrecuperables, y se sumarán a las pesadas cargas que se arrastran todavía.



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Franco Orlando


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