Ameliach y Flores. Denigrar, sin conocer la historia, los CLAPS en Carabobo

La agitación de las nacionalidades en el mundo entero, se debe, en parte, a la función global de la economía y las grandes desigualdades entre los grupos humanos, que claman cada vez más por su identidad y su independencia económica y social.

Estos impulsos independentistas asoman por todo el mundo, en los distintos continentes, a veces con o sin razón. Quebec en Canadá, Puerto Rico, declarado territorio colonial por la ONU varias veces, y aun así, Estados Unidos no cumplió. Taiwán en el continente asiático, junto con Nepal y Burundi, luchan por liberarse de China Continental. En Oceanía, algunas islas y archipiélagos que no han definido su condición política. En África, el Sahara Occidental todavía sin definición como Estado soberano y dependiente de Marruecos. En Europa, como sabemos, los más reconocidos son el movimiento escocés en el Reino Unido y el catalán (Barcelona) en España que a través del Parlamento Regional de Cataluña declaró la independencia de España.

De momento deben comprender los adversarios del nacionalismo, los opositores, que la democracia entre ellos no existe, seguirá imperando la ley del más fuerte y el dominio de aquellos cuyos ahorros por sus últimos trabajos en la administración pública, les permite estar en la dirección varios años más.

Magnificar los daños que nos ha causado el movimiento opositor, la naturaleza para atacar a un contrincante político, es lo más bajo que un aspirante puede hacer. Escuchamos a un comentarista de una radio atacar furibundamente al ex gobernador Francisco Ameliach y a Miguel Flores por unos depósitos de comida llamados CLAPS y cuya responsabilidad acordonaba todos los miembros del partido bolivariano en Parque Valencia. Muchos militantes, utilizaron un lenguaje que pareciera la traducción de la peor serpiente de este mundo, siseando como un "globo" que se desinfla.

Pero, a muchos de ellos, las correrías fueron angustiantes, siendo opositores o no querían su bolsita. Muchos, ni siquiera asisten a las reuniones periódicas del Consejo Comunal que sirve de enlace a las autoridades públicas ya sean municipales, estadales o a nivel nacional.

Pero hay un caso muy especial en el llamado Medio Oriente, por ejemplo, que es el Kurdistán, que data de muchos milenios de sujeción y no han podido liberarse. Este caso singular viene desde antes que Jesucristo naciera, es decir, desde el siglo X a.JC. Se trata de los más conocidos como "kurdos", que tienen su propio idioma, cultura milenaria y valores muy arraigados que los identifica como un pueblo nación repartidos en un territorio que hoy se dividen y apropian Irak, Siria, Turquía e Irán. Esta división fue por el Tratado de Lausana (1923) tras la Primera Guerra Mundial.

Durante la Edad Media, los kurdos tuvieron una relativa libertad bajo el dominio islámico. Sin embargo, con el auge del imperio Otomano, el país fue fragmentado en dos estados: el Otomano y el Persa. No obstante, con el tiempo tales divisiones desaparecieron, pero los kurdos siempre mantuvieron su identidad como nación bajo el símbolo idiomático y de cultura general.

Desde finales de los años 80, con el resquebrajamiento de la URSS que apoyaba el movimiento independentista kurdo, la tensión en el Kurdistán aumentó, registrándose una mayor actividad armada del PKK (partido de los trabajadores de orientación comunista) y un aumento de la represión contra los kurdos por parte de las autoridades iraquíes y turcas, principalmente.

Los kurdos de acuerdo a la cantidad de población y superficie de mayor a menor están ubicados en: Turquía: 14 millones, Irán 6 millones, Irak 4 millones y Siria 2 millones de habitantes. La repartición del país Kurdistán entre los países vecinos se debe a ser un país muy rico en petróleo y los países conquistadores del imperio Otomano, Inglaterra y Francia, al final de la Primera Guerra Mundial se lo dejaron a los países que estuvieron bajo su mandato.

Es una lucha muy difícil la de Kurdistán, sin embargo, creemos que este país milenario, sí tiene suficientes elementos de libertad para ser independientes. Las Naciones Unidas, tiene aquí una cuestión de debate para hacer justicia.

Francisco Ameliach y Flores, poco son de mi agrado, porque, poco han hecho por la urbanización Parque Valencia y por su actitud menos. Pero, debemos frenar y hacer frenar la lengua que vaya en contra de cualquier ciudadano sea de la tendencia política que fuere. Ante, cualquier asunto de lealtad o deslealtad se le confirma en Asamblea de Ciudadanos su postura sea positiva o negativa y, se avanza hacia una nueva realidad.

Nuestras autoridades de partido se han mantenido con un mando vertical, con disciplina y otorgándole méritos a los que han hecho como parte de sus vidas, sacrificios por sus correligionarios, cediendo generacionalmente su lugar a los más experimentados en el campo político. Con el presidente, Nicolás Maduro Moros se le dio oportunidad a lo más jóvenes para que asuman una renovación en el liderazgo, pero, entendemos los intereses de cada quien, por controlar poder a costa de los más débiles, se han olvidado de lo social y economía y, se han centrado en lo político, originando inadecuaciones en un campo pragmático de versificación ideológica. Y, esto ha sucedido en las torres residenciales de Parque Valencia, ha nacido un monstruo de irrespeto a la línea partidista y es fácil encontrar a algún militante del Psuv, hablar mal de su compañero de lucha, en vez de llamarlo al seno del partido y encauzar allí, sus propuestas.

Olvidamos que estamos en un proceso de guerra abierta y comunicacional de cuarta generación, promovida por Francia, Inglaterra y los Estados Unidos de Norteamérica hacia Venezuela, Argentina y Bolivia. Cuyos matices son distintos, con una concepción muy particularizada.

Parque Valencia, es otro Medio Oriente, excepto el área de los campamentos.

Los eternos adversarios del Partido Unido de Venezuela por ahora divididos tanto numérica como ideológicamente, no tienen ni la más remota oportunidad de triunfo, sus pleitos internos que nadie ignora, nos hace rememorar una de las argollas más nefastas que tuvo el nacionalismo integrada por el elitismo de ese tiempo, denominada con gran acierto por doña Josefa Aular, como "el lado oscuro", siendo dirigido por algunos que ya pasaron a mejor vida y otros que todavía hoy, la parca permite que sobrevivan, aún a las puertas de las ergástulas. Esa historia no muy lejana debe servirles a nuestros adversarios para tratar de unirse y tal vez con un candidato no "tan cándido", tener una opción de triunfo en un futuro no muy lejano.

La reseña histórica del Partido, publicada por el Comité Central del Partido, en su parte final destaca las acciones que caracterizan nuestros triunfos: "Comprendamos nuestra realidad y esforcémonos por crear una conciencia de partido. Mantengámonos unidos y siempre listos, luchando por la justicia social y la armonía de los carabobeños".

Hay que respetar las líneas de mando, los jefes de cuadras, los responsables de grupos y, sobre todo, deje de hablar negatividades de su comando de acción popular, no importando su tendencia, sea integro(a).



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

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