Yo no sé.
¿Será que me he vuelto totalmente, pero, totalmente loco?
Yo no nací aquí en Venezuela, pero soy venezolano, naturalizado, y hace casi 50 años que ando por estos lados, más tiempo que muchos de los venezolanos y venezolanas que aparentemente irán a votar el 3 de diciembre en el referéndum, "no vinculante," sobre el Esequibo que, "no supondrá en sí misma un cambio en los casi 160.000 kilómetros cuadrados de área disputada con Guyana."
¡Ya va!
Yo no lo dije, no señor, yo no.
De acuerdo con una reciente noticia en Aporrea, supuestamente, nuestra propia vicepresidenta, lo dijo (¿o lo insinuó?), aquí:
(VIDEOS) Finalizó simulacro del referendo: Venezuela está lista para el referéndum consultivo del 3 de diciembre
O sea …
¿Iremos a votar por algo que no será vinculante y que no cambiará nada?
¿Qué es eso?
¿Vamos a pararnos de la cama, un domingo, después de desayunar arepas miniaturas rellenas de arroz del CLAP, llenas de gorgojos, para ir a votar por nada?
O sea, eso sería, digo yo, como ir a votar para que Mickey Mouse venga a Venezuela para comprarse alpargatas hechas de gelatina de tamarindo producidas en Antártica por focas y elefantes importados del Sahara , o algo así.
No, no no …
¡Ya va!
Eso sería como ir a votar para que el caracol que anda de noche por el pasto de mi patio trasero tuviera la oportunidad de casarse con el mono de Mérida que vive en marte.
No, no, no …
¡Ya va!
Eso sería como nosotros votar por mi vecina calva y borracha que odia a Chávez y que también odia a Mickey Mouse para que ella tenga el permiso de acostarse conmigo y con mis hormigas, en mi cama, en mi taller, sobre mi colchoneta, con todos los zancudos portadores de gangrena, para enseguida ella en la mañana salir a decirles a los otros vecinos que yo soy un inútil porque a mí no se me para, solo porque a mí no me gustaría el color de su cabello que ella no tiene.
Pero …
¡Ya va!
No, no, no …
Sería como votar para autorizar al gobierno de Venezuela de no hacer nada.
¿O será que me he vuelto totalmente loco?
