Estamos viviendo el comienzo de la tercera guerra mundial

Aquí abajo les presento un artículo (muy corto) que Aporrea me publicó en noviembre del 2012 --- ¡gracias Aporrea! --- hace casi 10 años atrás.

Una de las razones que escribí ese artículo fue porque yo conozco de primera mano, personalmente, que cualquier guerra de considerable tamaño entre naciones necesita de muchísima preparación, cosas que la gente raramente ve o sabe existen pero que deben hacerse para poder llevar a cabo la guerra.

Esto normalmente se demora meses y aun años en montar ya que hay que montar toda la infraestructura eléctrica, plantas generadoras, telecomunicaciones, etc., los edificios para las operaciones, para las municiones, los centros de mantenimiento y reparación para los tanques y aviones, para los jeep y para los camiones de transporte de tropas y comida, las cocinas (los soldados deben comer), los lugares donde los soldados dormirían, el agua potable, los baños, las torres de transmisión locales para poder comunicarse durante los ataques, y muchísimo, pero muchísimo más … la apertura de cuentas bancarias, seguros, bonds, transporte marítimo, compra de repuestos, contratación de mercenarios, francotiradores, torturadores, abogados, contables, transportistas (en eso yo contrataba, en la logística de guerra), etc., etc., etc.

Normalmente, nada de eso se habla antes del comienzo de la guerra.

Ven, es que antes de la guerra de Iraq (2003 – 2011), yo fui invitado --- en el año 1996 --- a participar en la construcción de la base militar (secreta en aquel tiempo) de Al Udeid, en Doha, Qatar, la cual fue construida a partir de 1996 específicamente para ese propósito, con la cual hicieron una prueba cuando llevaron a cabo el ataque e invasión a Afganistán en el 2001. O sea, las preparaciones para la guerra de Iraq empezaron siete años (1996) antes del comienzo de esa guerra (2003), o sea, en ese caso, se demoró unos 7 años en montar el aparato de guerra.

Bueno …

Verán en el siguiente artículo, que debido principalmente a mi experiencia en las guerras, yo habría entonces (2012) determinado que, de hecho, lo que estaba ocurriendo en el 2012 dentro de la Unión Europea (lo cual por ende incluye la OTAN), era una preparación para una eventual guerra de alta intensidad, o sea, el comienzo de la Tercera Guerra Mundial, lo cual estamos viviendo hoy.

ARTÍCULO

Estamos viviendo el comienzo de la tercera guerra mundial

Por: Oscar Heck | Viernes, 23/11/2012 11:20 AM | Versión para imprimir

A partir de ayer, después de otra de las muchas recientes reuniones del Parlamento de la Unión Europea (UE), se evidencia aún más la cercanía a la tercera guerra mundial. Desafortunadamente, la información que encontré con respecto a la reunión de ayer, no la encuentro en español.

http://rt.com/news/eu-parliament-military-resolution-380/

[El link ya no existe, ¿por qué será?]

De acuerdo con un artículo de noticia en RT (Rusia), el Parlamento de la Unión Europea aprobó una resolución para que los países miembros de la UE aumenten, en conjunto, sus capacidades militaristas, e inviertan más en este sector para “asegurar la paz y seguridad para sus ciudadanos.”

Se dice que con esta nueva resolución, Bruselas, la principal cede operacional de la UE, ahora podrá involucrarse en “conflictos de alta intensidad,” - la nueva terminología para decir “guerra” - y que esto ayudará a crear más empleos, o sea, más empleos en la industria de la guerra, en la fabricación de armas, distribución, reclutamiento militar, etc., y digo yo, toda otra industria relacionada con la guerra: seguros y el sector farmacéutico, construcción y reconstrucción, transporte terrestre, aéreo y marítimo, etc.

¿Pero por qué han decidido invertir en el sector armamentista en vez de invertir en algún sector más productivo, como por ejemplo, el sector agrícola, para así crear más empleos?

La razón me parece simple. El sector agrícola en los países “desarrollados” no representa un sector importante de la economía. Por ejemplo, en EEUU el sector agrícola equivale a alrededor de 1.2% del PIB (producto interno bruto) mientras que el gasto militar es de 4.7% del PIB, y respectivamente, en el Reino Unido, 0.7% y 2.6%, y Francia 1.7% y 2.3% - es decir, el sector armamentista de estos y otros países “desarrollados” es significativamente más importante que el sector agrícola. El sector agrícola no genera incrementos importantes en sectores industriales relacionados como lo hace la industria de la guerra, y además, la gran mayoría de los países “desarrollados” no tienen las tierras necesarias para poder incrementar el sector agrícola de manera substancial.

La industria de la guerra tiene que ver con la economía capitalista.

Ahora, ya que los países “desarrollados” han llegado al final de sus capacidades económicas e industriales internas, algo que no se puede negar, y ya que esto afecta directamente de manera muy negativa a su población, estos países no tienen otra opción que de incrementar de manera importante su capacidad armamentista para “asegurar la paz y seguridad para sus ciudadanos,” es, decir, para aplastar cualquier rebelión interna, y simultáneamente inventar “conflictos de alta intensidad,” o guerras, en el exterior para desviar la atención, y saquear a los países más débiles, lo cual mantendrá las grandes industrias de la guerra vivas, y así, asegurar empleos.

Lo que quiero decir aquí, es que lo que se estamos viviendo hoy es exactamente los que se vivió en los pocos años previo a las dos ultimas guerras mundiales - las dos guerras fueron el resultado de la grave caída de la economía capitalista de los países “desarrollados.”

Estamos viviendo el comienzo de la tercera guerra mundial.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

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