Sánchez, redondel de una alianza socialista perpleja

Pedro Sánchez, jamás pensó en las exigencias de Iglesias en la repartición de cargos. Quien maneja las herramientas políticas muy bien, lo que constituye un verdadero desafío institucional cuyo precio, es la convivencia política. Rajoy ya se fue, pero ahora queda un ciclo de discursos políticos que se capitalizaran en el tiempo, sin olvidar la autonomía catalana, porque la izquierda desea sesionar a Españas en pequeños territorios. Aunque, existe algo bajo la manga y es las elecciones donde el ciudadano participe y fructificar esos resultados.

Luego de estas retoricas, urge con los partidos sospesen la idea de un adelanto electoral y, que la democracia haga su trabajo para sacar a España de este bloqueo, donde se incluye lo comercial.

España se jugó el futuro y se vivió otro momento histórico de los muchos que ha experimentado desde que inauguró el Congreso, en 1850, Isabel II.

El tiempo se termina y urge asumir criterios para movilizar a los ciudadanos hacia un nuevo horizonte geopolítico.

Bueno, he escuchado los discursos y la asamblea en el parlamento para despedir a Mariano,

Los políticos, y también los tertulianos, debieran asistir a las escuelas de retórica, como hacían los romanos, para aprender el arte de bien hablar. Los maestros de los oradores aconsejaban aprender de la pronunciación y los ademanes de los actores y vocalizar todas las letras de las palabras.

Ahora, muchos desean sacarle una buena tajada a España, hasta Venezuela, pero, tenemos que ir más fondo y descubrir las artimañas de zapatero. Allí, hay una corrupción del bipartidismo, ahora convertido en alianza por la izquierda y, en mi patria, los militares controlan lo comercial y las instituciones, tenemos entonces una corrupción de gran vértice ideológico como político.

La corrupción nos arrebata los sueños de patria. Saben que los goles que se marcan en el tiempo de descuento tienen más emoción y se les saca más partido. Hoy, en el Congreso, vuelven a tener la posesión del balón en el último minuto.

Llevar al límite las negociaciones tiene sus inconvenientes, como tapar agujeros por hartura, para terminar de una vez. El pacto presupuestario, como todos los pactos, tenía un precio que el Gobierno y el PNV podían asumir. Es cuestión de pronósticos. Colapsada la clase política y reducido el Parlamento a un escombro con menos influencia que los platós, en España ha sido necesario encontrar a alguien a quien adjudicar la presunción de infalibilidad. En el tiempo de los espadones, habría recaído sobre los militares, entendidos éstos como reparadores del desorden a los que se encomienda una burguesía asustada, que es como Chateaubriand veía al Napoleón restaurador, después del Terror, de un simulacro imperial de monarquía. Pedro Sánchez, es ahora el restaurador.

Como esta época es distinta y ha puesto en circulación la noción del empoderamiento, la presunción de infalibilidad fue otorgada a La Gente, a la que, por el hecho de serlo, era obligatorio reconocerles una perfección moral ajena a tentaciones delictivas y una condición mejor que la de los políticos.

Que ni humanos eran, no exactamente, porque los humanos, bebés incluidos, sólo entraron en el Parlamento al mismo tiempo que aquel Podemos con alma de cristianismo primitivo que aún no había hecho el descubrimiento de los chalés, comparable al que hicieron los felipistas de la lubina y los trajes con la marca cosida por fuera en la manga.

Los nuevos hombres de izquierda, desean existir como millonarios, nada de pobrecia, la historia de Cuba es muy dura.

¿Cómo se ve el panorama desde Venezuela? "El absceso (en castizo, golondrino o lobanillo) está reventando". Lo comenta un alto cargo. Un cesante de la época Aznar larga tela: "Mariano Rajoy tiene alergia a los medios y a la política. Hizo un Gobierno de empleados públicos. Once de 13 ministros son funcionarios y cree, equivocadamente, que van a volver a sus puestos.

La izquierda no cumple los acuerdos. En mi país es puro dialogo y la hambruna es ya millonaria.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

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