En la dialéctica del desarrollo de determinada formación económica-social encontramos datos intrínsecos que les son propios y que las caracterizan. Esos rasgos comunes es lo que nos permite identificar y descifrar las relaciones de producción dominantes y el papel que ejercen las clases sociales en la trama de su gestión y de su evolución.
Ello indica que no necesariamente cuando un gobierno se califica como socialista, lo es. Ese ha sido el caso de los últimos 20 años de la dinámica política nacional y de la transición de la sociedad venezolana de la Cuarta República a la Quinta República, mediante una nueva Constitución (1999) que derogó la del 1961 e implantó un nuevo proceso republicano. Desde mi apreciación personal considero necesario e importante precisar que Chávez no declaró socialista a Venezuela, Chávez declaró a la revolución bolivariana como socialista y en la Constitución vigente establece los principios fundamentales de su proyecto político.
Desde el inicio de esa declaración hasta hoy las relaciones de producción dominantes en Venezuela son las de un sistema capitalista con una economía dependiente, subdesarrollada y rentista. Para muestra tenemos dos casos, uno el reflotamiento de FEDECÁMARAS y su papel actual en las decisiones económicas del país y la distribución desproporcionada entre las diferentes clases y sectores sociales de la riqueza nacional que se refleja en los beneficiarios de las intervenciones bancarias y del Sistema Patria.
Tal vez algunos se preguntarán ¿Qué tiene que ver los beneficiarios de la de las Intervenciones bancarias y los beneficiarios Sistema Patria, con la caracterización de una sociedad determinada? Les respondo, mucho. Esa interrogante trataré de despejar de manera didáctica en esta opinión.
Para ello tomaré como referencia los primeros siete meses concluidos del 2023. Las dos variables que utilizaré como referencia para demostrar que seguimos transitando una sociedad capitalista y no socialista, son las indicadas en la interrogante construida en el párrafo anterior. En consecuencia, ya no como pregunta, sino como afirmación sostengo que la relación entre las intervenciones bancarias y el Sistema Patria al intentar desentrañar descubrimos a quiénes beneficia esta distribución de las divisas que el Estado reparte mediante ambas acciones.
Cabe destacar que en el primer semestre de este año 2023, de acuerdo a información veraz de algunas páginas web independientes de vieja data, el SISTEMA PATRIA entregó 2098 millones de dólares para el otorgamiento de BONOS, dirigidos a paliar las condiciones de pobreza del 80 % de los venezolanos. Mientras tanto el BCV quemó en las invenciones bancarias en el mismo periodo 2500 millones de dólares con el objeto de facilitarle al 1% de la población más rica (la burguesía) del país más dólares para que continúen aumentando su riqueza.
Tomando como referencia los datos reseñados se puede descifrar que el monto de los dólares referidos al sistema patria se distribuyó en los 20 millones de venezolanos inscritos en esa página que conforma un segmento muy alto del 80 % de los venezolanos que viven actualmente en estado de pobreza. Ello implica que la distribución per cápita en ese sector social es de 105 dólares por persona en el semestre que terminó.
Aquí debemos subrayar que de manera adicional los pensionados, 5 millones 300 mil, en los meses de mayo, junio y julio, han recibido un bono de guerra de 15 dólares y los empleados públicos en el mismo periodo le han asignado 30 dólares mensuales.
En cuanto a los 2500 millones de dólares suministrados por el Banco Central de Venezuela (BCV) a la banca pública y privada en ese mismo semestre, con la intención de frenar el incremento del dólar, los beneficiados han sido el 1 % de la población. El dato per cápita alcanza a 7800 dólares por persona de ese segmento social. No obstante, de ese segmento de la población minoritaria conformada por lo que han denominado la clase media alta y la gran burguesa, los más beneficiados son los grandes empresarios del país
En resumen, los datos comentados indican que la burguesía sigue controlando la economía y el mercado nacional. Los empresarios más ricos del país adquirieron o se apropiaron de la mayor cantidad de los dólares colocados en la banca pública y privada. Como colofón se puede apreciar que la distribución de la riqueza es desigual y, por tanto, esa es una característica fundamental de la sociedad capitalista venezolana.
