Salud Mental Decolonial, Sociedad del Conocimiento y Proyectos Axiológicos Colectivos

El filósofo, epistemólogo y teólogo catalán Mariá Corbit señala que los seres humanos tenemos un doble acceso a lo real: un acceso relativo a la realidad en función de nuestras necesidades y otro acceso absoluto a lo real independiente de nuestras necesidades, es un ab-soluto que está ahí (no tienen nada que ver con el absoluto religioso) Este hecho es algo central, esencial a nuestra especie. La dimensión absoluta de nuestro acceso a lo real, es lo que cultivó la religión. Ese absoluto tiene que cultivarse también de otras maneras, porque de lo contrario resultaría que nuestra especie no puede vivir adecuadamente más que en condiciones de vida preindustriales. La conciencia mental y sensitiva de la dimensión absoluta abre las puertas a la búsqueda del conocimiento, las artes, las disciplinas científicas, las relaciones entre los seres humanos, con la naturaleza y con lo que nuestros antepasados llamaban espiritualidad y religión, que no es más que la cualidad humana profunda.

Es frecuente escuchar desde hace dos décadas y media de este siglo y milenio, que vivimos en la sociedad del conocimiento y la información, por cierto, a un ritmo acelerado del avance científico y tecnológico como nunca antes lo vivió la humanidad. Frecuente también, se escuchan preocupaciones y quejas por los potenciales efectos nocivos de dichos avances, en particular las tecnologías de la información y comunicación (Tics), en la producción de trastornos conductuales, emocionales y cognitivos en niños, adolescentes y jóvenes, confundiendo a veces el uso inadecuado de dichas tecnologías como causalidad de trastornos o patologías, que más bien son consecuencias.

Lo cierto es, que todos esos avances científicos y tecnológicos, cuyos propósitos son el bienestar y comodidades colectivas de la evolución social de la humanidad, requieren de reacomodos organizacionales, de la convivencialidad cotidiana y de maneras de pensar, actuar y proceder de personas y colectivos, porque aunque no estemos conscientes de ello, son procesos de transición por los que pasan las sociedades y a veces no los percibimos como tales.

De manera que esos avances científicos y tecnológicos de gran impacto para la humanidad, no son considerados por nosotros como parte de nuestro acervo cultural, lo que nos obliga a considerar en el contexto de cambios acelerados en los que nos corresponde vivir, ¿Que es para nosotros cultura? que incluya la ciencia y la tecnología como parte de la cultura y el uso que de ella hacemos. Desde nuestra perspectiva, consideramos pertinente la concepción de cultura que nos legó Samir Amin, cuando sostenía desde su pensamiento marxista, que “cultura es la planificación de la organización de los valores de uso de una sociedad”.

 

Indudablemente que toda producción humana, es una producción cultural y toda producción cultural, tiene un uso en la sociedad donde esa producción se lleva a cabo, tienen un valor de uso. En las sociedades capitalistas dicho valor de uso, es transformado en valor de cambio e intercambio, lo que conocemos como mercancía. En las sociedades dinámicas y de producción de conocimiento,  estamos viviendo y siendo protagonistas de un periodo acelerado de cambios y transformaciones por la producción de conocimientos, que a su vez producen bienes y servicios, generando una modificación cultural que no terminamos de percibir, pero, está en pleno desarrollo.

Las transformaciones sociales anteriores a la sociedad del conocimiento y la información, la sociedad preindustrial y sociedad industrial, fueron productoras de bienes y servicios de manera menos acelerada, por ello, esas sociedades se denominaron sociedades estables, cuyos cambios e innovaciones fueron más lentos, apenas perceptibles por nosotros. Corbit denomina "proyectos axiológicos colectivos” (PAC) a los estilos personales, familiares y modos de vida colectivos correspondientes a una determinada forma de sobrevivir en el entorno. 

En las sociedades preindustriales se pensaba que los “PAC” los dictaban los antepasados sagrados o los dioses; en las sociedades industriales se pensaba que los “PAC” los dictaba la propia naturaleza de las cosas; en las sociedades del conocimiento tenemos que asumir que los “PAC” no vienen de fuera de nosotros, sino que tenemos que construirlos nosotros mismos según las necesidades de la sociedades de la sociedad del conocimiento, sociedad que se caracteriza por su falta de homogeneidad social, son sociedades geopolítica, ideológica y culturalmente hibridas en las condiciones de vida, que son difíciles de transformar e innovar y mucho más a la hora de elaborar PAC.

También nos señala Corbit, que la dimensión relativa, en las sociedades preindustrial e industrial, fue hegemonizada por la religión en la sociedad preindustrial y luego por las ideologías, en las sociedades industriales, generando sus respectivos proyectos axiológicos colectivos (PAC), que modelaron una antropología jerárquica, una epistemología mítica y unas formas de sobrevivencia para satisfacer necesidades colectivas. Dichos PAC, se sustentaron en creencias, narraciones míticas y rituales, generando religiones, ideologías, organizaciones jerárquicas, una antropología dual cuerpo/espíritu, donde el cuerpo cambia, el espíritu debe trascender, estas características se encuentran muy arraigadas en la sociedad actual, como herencia del pasado. 

Con el desarrollo acelerado de la sociedad del conocimiento y la información, enfrentamos una transformación nunca antes conocida por la humanidad, por su rapidez, profundidad y obligatoria necesidad de repensar y reorganizar la sociedad, los comportamientos personales y colectivos, las organizaciones, la convivencia, sus interacciones, relaciones y vínculos para los cuales no estábamos y seguimos sin estar suficientemente preparados. La religión como dimensión jerárquica sagrada, Dios, fue sustituida por las Diosas ciencia y tecnologías terrenales, que nos develaron la dimensión absoluta, que estaba ahí, pero no la veíamos como cualidad humana profunda, que no la podemos entregar al cielo, a los Dioses, sino que ahora es responsabilidad nuestra, somos nosotros mismos con nuestras certezas e incertidumbre, conocimientos y saberes como insumos para diseñar los PAC que debemos diseñar las nuevas maneras de organizarnos y sobrevivir satisfaciendo nuestras necesidades, es decir, debemos construir juntos el nuevo proyecto axiológico y colectivo (PAC), que exigen los nuevos tiempos y las transformaciones e innovaciones aceleradas a la que está sometida la sociedad y la humanidad. 

El avance de la sociedad del conocimiento para la humanidad y en particular para quienes, somos y residimos en el Sur Global y mucho más para los Abya Yalistas como pueblos conquistados, colonizados y colonializados, se nos presenta un crítico nudo gordiano, además de tomar en cuenta los anteriores elementos y procesos enumerados, tenemos que resolver ¿Cómo superar la colonialidad como patrón ideológico del poder, del saber y del ser? en un mundo dividido geopolítica e ideológicamente desde hace algunos siglos, con mayor énfasis en el siglo pasado entre el Norte Global y Sur Global, Norte Global que no reconoce a los otros del Sur Global, como sus iguales, los subalterniza e interioriza, su diálogo es la violencia genocida, etnocida, ecocida, epistemicida y todos los…icida que se nos ocurra, para construir un proyecto axiológico colectivo.

PAC que debe tener como caracteristicas fundamentales: reconocer la doble dimensión de la realidad humana, la espiritualidad, ya no como religión, sino como cualidad humana profunda, dialógica, que reconoce al otro como igual, que debe funcionar organizacionalmente en equipos, redes de colaboración y solidaridad, con autonomía de acción y libertad ética, con respeto colectivo a lo “distinto” del otro y el nosotros del Sur Global.

Hoy, más que creencias hay creaciones, que la dominación, imposición, sumisión, ahora son anhelos de libertad creadora, emancipadora, sustentada en la ética del reconocimiento del otro como igual, una nueva concepción antropológica no dual y jerárquica del ser humano, sino una antropología de la integración y complementariedad de género, etnia, igualdad de oportunidades y no solo la entelequia de la igualdad ante la ley, rumbo a superar  las diferencias de clase, una epistemología axiológica como proyecto de vida ético entre la sociedad, humanidad y naturaleza. Este es, el desafío “utópico factible” que tenemos por delante en las próximas décadas y siglos, si no queremos desaparecer como especie planetaria.  

 


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Pedro Alcalá Afanador

Doctor en Ciencias Gerenciales - Doctor en Ciencias Sociales - Especialista en Salud Pública - Psiquiatra - Médico Cirujano

 [email protected]      @alcalaafanadorp

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