¿Ah?

Aunque los seguidores de Maduro aquí en Aporrea, y en todos lados de nuestro país, se niegan, o simplemente evitan de mencionarlo, o de aceptarlo, o de hacerse responsables (por apoyar a Maduro), creo que todos aquí en Venezuela sabemos que somos por lo menos 7.000.000 de venezolanos y venezolanas, o sea, los que se han ido del país, más, un número equivalente de familiares que NO se han ido del país, por un total de por lo menos 14.000.000 venezolanos y venezolanas (en mi estimación), quienes hemos estado viviendo, directamente o indirectamente, una cosa muy grave, en común:

… la separación entre parejas, los divorcios, la montadura de cacho, y otros graves conflictos afectivos entre parejas (y por ende, la familia), únicamente debido a la prolongada separación física forzada sobre nosotros por un gobierno y un Estado irresponsable, incapaz, y sin alma, digo yo.

Y yo no soy ninguna excepción.

Hoy le pregunté a mi esposa, a ella, quien se fue hace muchos, muchos, muchos meses atrás a trabajar en otro país para poder proveer para su familia, y también mantenerme a mí ya que estoy enfermo (yo estoy todavía aquí en Venezuela) … y le pregunté:

¿Hace cuantos años que te fuiste?

(NOTEN: No, días, ni semanas, ni meses, sino años.)

Dos años y medio, ella me dice.

Sí señor.

Así es.

Es que yo, por andar solo y en cama enfermo desde hace más de tres años, viendo el techo de mi taller (vivo en un taller), había perdido toda noción del tiempo.

Si señor.

Dos años y medio sin ver, sin tocar, sin sentir, sin oler, y sin abrazar a mi esposa (entre otras cosas).

Dos años y medio.

¿Y saben qué?

Creo que debo ser el único que ha sobrevivido tanto tiempo bajo esta cruel y tremendamente inhumana situación, una situación que ni a Maduro, ni a su gente, ni a sus apoyadores, como los que escriben aquí en Aporrea, pareciera importarles un carrizo.

¡Que se jodan todos!

¿Verdad?

¡Qué monten cacho!

Sí señor, como animales salvajes.

¡Que nuestras parejas – y por ende nuestras familias --- se destruyan!

Sí señor.

¿Qué les importa a ellos?

… a costo de ellos mantenerse en el poder, a costilla nuestra, aunque nos arranquen el corazón.

Es que, todas las demás parejas que yo conozco aquí en Venezuela, y repito, TODAS, sin ninguna excepción (hasta ahora), donde ha habida una separación debido a le emigración, se han separado, y se han encontrado otra pareja, o parejas, o concubinas, sí señor, así, destruyendo sus parejas, y por ende, sus familias, gracias a Maduro y a su cuerda de desalmados irresponsables y corruptos, porque, esos es lo que son, digo yo.

¿O no?

Saben …

Yo casi perdí a mi esposa, casi, casi, casi, después de cerca de 50 años conociéndonos y más de 30 años juntos, pero, ella me rectificó justo a tiempo y me puso en el buen camino, desde el extranjero, gracias a Dios, como dicen aquí en Venezuela.

Es que …

¿A esa gente que nos gobierna no les interesa ni les importa la vida afectiva de su propia gente?

¿Ah?

¿Qué se jodan?

¿Ah?

Bueno …

Quisiera decirles a esos gobernantes todas las más tremendas y malditas groserías del mundo, en tres idiomas además, saben, por haber sido directamente responsables de la destrucción de por lo menos la mitad (en mi estimación) de las parejas venezolanas, y por ende, la mitad de las familias venezolanas.

Desalmados, digo yo.

¿Por qué ellos no se separan de sus propias parejas durante periodos de --- no días, ni semanas, ni meses --- sino de años, para que ellos vean lo que les ocurriría a ellos?

¿Ah?

Pero, no, ellos sí tienen suficiente ingresos para sobrevivir aquí en este desastre de país que ellos mismos crearon a nuestra expensa, ¿verdad?, pero no, nosotros no, nosotros tenemos que salir del país solo para poder sobrevivir y alimentar a nuestras familias, sí señor …

¿Y ustedes creen que a ellos les importa un carrizo?

O sea …

¿Creen ellos que nosotros somos unos animales salvajes insensibles como ellos, capaces de dejar a nuestra pareja para enseguida cogernos --- y cojernos --- otra?

¿Ah?

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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

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