Y esa es la cruda realidad

Recién leí el más reciente artículo de Luz Caraballo, el cual me inspiró a retomar la escritura de manera más regular, pero, cuando pueda por supuesto, es que estoy muy enfermo, de manera intermitente, va y viene así como lo indica el nombre de mi enfermedad, la Porfiria Aguda Intermitente, también llamada la enfermedad de los vampiros (porque en mi caso la luz del sol me mata y necesito ingerir productos que contienen sangre para mantenerme no tan enfermo), una condición genética metabólica muy rara cuya condición grave como la mía solo afecta a más o menos una persona en un millón.

Me imagino que ustedes podrían considerarse suertudos o privilegiados (o no) de ser testigos de primera mano de lo que sale de la mente de uno de los pocos vampiros reales del planeta (seríamos alrededor de unos 8.000 en todo el mundo).

Bueno, lo que más me inspiró del artículo de Luz Caraballo fue lo siguiente:

El Chavismo ya no existe

"Algunas personas que muy gentilmente me escriben a mi correo, me preguntan ¿Por qué no estoy escribiendo a diario para Aporrea? Pasa que... siento una Venezuela estancada, paralizada en el tiempo, incapaz de levantarse, sometida y cansada, a veces me gustaría escribir más, pero éste país es un prepagado círculo vicioso interminable y para rematar NO HAY CHAVISMO que te haga acompañamiento en defender al pueblo que sufre, a excepción de dos o tres articulistas, TODOS los demás defienden cualquier otra pendejada."

En esas palabras me vi yo, igualmente cansado, como Luz Caraballo --- y probablemente Amaranta Rojas también --- de ser testigo de un montón de escritores quienes mientras la verdadera tragedia del día a día aquí en Venezuela está literalmente y poco a poco matando a por lo menos 80% de la población y exterminando sistemáticamente a los más indefensos e inocentes de nuestro país, los demás escritores aquí en Aporrea, ellos --- eruditas, intelectuales, analistas, expertos, etc. --- se contentan de escribir sobre Palestina, sobre Israel, sobre Guatemala, sobre los mayameros, sobre las primarias, sobre el niño guerrero (un criminal muy peligroso), sobre Elon Musk y Donald Trump y Dariush Mehrjui en Irán, sobre el BRICS, sobre Haití, sobre la ONU, sobre el nuevo presidente de Ecuador, y sobre cualquier otra pendejada que distraiga de la tragedia humana que vivimos todos los días aquí en Venezuela, este crimen de lesa humanidad que increíblemente un montón de escritores apoyan abiertamente al apoyar o al hacerles apologías al actual gobierno de Venezuela, a su asamblea nacional, y sus instituciones, quienes son los mayores culpables de permitir y aun de auspiciar y propiciar a través de leyes y decretos presidenciales este (básicamente) genocidio, este exterminio que está ocurriendo frente a nuestros ojos todos los días pero que ninguno (excepto una manito) de los escritores aquí en Aporrea y en otros medios de comunicación de nuestro país ven aunque tengan ojos para ver y lenguas para hablar.

Es casi como que, para ellos no volverse locos o suicidarse de angustia y desespero, prefieren evitar y esquivar la realidad, pero, quienes viven esta realidad, bueno, que sean ellos que se vuelvan locos o que se suiciden de la angustia y del desespero que deben enfrentar todos los días trabajando como esclavos para personas que, como esos escritores, miran hacia otro lado mientras el sistema los asesina.

Lo más increíble de este fenómeno es que muchos de los lectores que apoyan al actual gobierno de Venezuela, quienes igualmente apoyan a los escritores de Aporrea que apoyan a este gobierno o que les hacen apologías, también --- aunque se proclamen humanistas, socialistas, o revolucionarios --- usan tácticas de psicópatas y malvados para intentar aplastar a cualquiera que hable de la cruda realidad (como Luz Caraballo y yo por ejemplo), atacándonos vilmente como si fuéramos nosotros los malvados y desalmados.

Por ejemplo, ayer Aporrea me publicó el siguiente artículo donde expongo las tremendas mentiras de Juan Veroes en mi contra:

Esta es mi réplica a Juan Veroes

¿Y qué recibí en mi correo?

Bueno, recibí un correo de una persona que seguramente apoya al actual gobierno de Venezuela y quien obviamente apoya o exculpa a Juan Veroes con todas sus mentiras:

"De: Clara Flores [email protected]: Sigo Aporrea desde hace más años que usted y no me gustaba Juan Veroes hasta hoy. Por favor… váyase a Canadá. O donde sea. Yo misma me comprometo a pagarle pasaporte y pasaje. Tiene mi palabra. Una persona como usted solo es una vergüenza no solo para Venezuela sino para la humanidad. Usted vive en la miseria por decisión propia: tiene años y años solo quejándose de absolutamente todo. Es obvio que no tiene ni un solo amigo o familiar en su vida que le hable porque en sus escritos acusa a todos de ladrones, tercermundistas, estafadores y bla bla bla bla. Yo que he tenido la oportunidad de vivir tanto en Canadá como en Venezuela, le insisto, aproveche esta oportunidad de oro para irse a Canadá. O a la mierda si lo prefiere. Usted bien sabe que no hay diferencia. Saludo Fraternal :. Y feliz resto de su vida."

Y esa es la cruda realidad.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

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