Esto es patético

Me mudé al estado de La Guaira en la costa caribeña venezolana en el 2016-17 porque en aquel tiempo ya no podía más trabajar (por falta de servicios y materia prima) allí donde vivía en la frontera con Colombia del lado venezolano en el estado Táchira. Desapareció toda la materia prima para mi producción artística y de comida y vino, el internet desapareció, y el agua por tubería cesó de existir mientras la luz empezó a irse casi todos los días entre 4 y 12 horas.

Sí señor.

Y eso fue mucho antes de las sanciones.

Hasta aquel entonces, para ganarme mi vida (aparte de la producción), redactaba patentes para depositarlas en el USPTO, la oficina de propiedad intelectual de EEUU, pero una vez desaparecido el servicio de internet fiable y estable allí en la frontera en el 2014, eso se acabó (perdí unos $800 al mes de ingresos regulares), y empecé a caer en la ruina, es que, hay que entender que debido a mi discapacidad, estoy muy limitado en cuanto al tipo de trabajo que puedo hacer, y este gobierno de mierda (en mi apreciación por supuesto) terminó de joderme.

Era imposible ganarse su vida dignamente allí a menos de involucrarse en la corrupción del PSUV, en la corrupción del actual gobierno y Estado venezolano, en el contrabando, o en cosas claramente ilegales y criminales, y por eso me mudé a la costa pensando que sería mejor por estos lados, y lo fue por un corto tiempo (un año más o menos), hasta que a partir del 2018 el agua, la luz, y el internet empezaron a fallar aquí también de manera más agravada cada día.

No hemos recibido ni una sola gota de agua vía las tuberías desde el 2018, excepto por dos o tres veces antes de las elecciones, así como está ocurriendo hoy, desde anoche, cuando empezó a llegar el agua vía las tuberías milagrosamente como si Dios se habría finalmente despertado de su borrachera, como para apaciguar a los "monos e indios de la maldita selva venezolana" quienes este gobierno 100% colonial de mierda (en mi apreciación por supuesto) gobierna como si fuéramos sus esclavos personales.

Sí señor.

Hoy, simplemente porque el agua está llegando vía las tuberías aquí en este país #12 del planeta con las más grandes reservas de agua dulce del planeta (de acuerdo con varias fuentes), nadie o poca gente fue a trabajar, cancelaron las clases, y todos están llenando tanques y tobos de agua y lavando ropa en casa.

Sí señor.

Esa es la Venezuela moderna de Maduro.

Estamos hablando de cientos de miles de personas desperdiciando un día o dos de productividad (millones de dólares de pérdidas) solo para recolectar unas gotitas de agua que antes nos llegaban regularmente pero que desde hace 6 años --- bajo la gobernanza de este gobierno de mierda (en mi apreciación por supuesto) --- se ha evaporado en al masiva corrupción estatal y sus asociadas mafias del agua (que suministran el agua vía cisternas por dólares) que a menudo son directamente asociadas al PSUV, no solo aquí, sino probablemente a nivel nacional también, pregúntenle a cualquiera que vive aquí en Venezuela que sea honesto y que no le esté chupe algo sabroso a este gobierno de mierda (en mi apreciación por supuesto) o al PSUV (igual de mierda en mi apreciación), y sabrán hasta que punto de inhumanidad y sadismo deliberado y sistemático este país ha llegado, debido, principalmente, en mi opinión por supuesto, a la porquería de mierda de noción de "prosperidad" promovida por Maduro y su cuerda de no-sé-qué desde el 2013, donde la "prosperidad" es fundamentalmente interpretada como "sálvense quien pueda," normalmente ejercida a expensas de los más débiles e indefensos de nuestra sociedad.

Y esto está ocurriendo a nivel nacional.

Esto es patético.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

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