I.
La Revolución Bolivariana plantea y tiene que concretar un cambio radical en las relaciones de producción para eliminar: a) las jerarquías y privilegios que tienen unos pocos, b) el burocratismo en las estructuras y c) la explotación del hombre por el hombre. También un cambio radical en las relaciones de poder para que los grandes medios de producción sean de propiedad social bajo control obrero, las fuentes energéticas y mineras sean del Estado y las ganancias del aparato productivo (PDVSA, CANTV, SENIAT y empresas básicas) sean distribuidas entre los 26 millones de habitantes de Venezuela.
Esos aspectos deben tomar cuerpo en la Nueva Ley Orgánica del Trabajo, que signifique un Plan de Lucha para erradicar las relaciones de producción burguesas y establecer unas nuevas relaciones de producción socialistas.
Ante semejante compromiso revolucionario, todos esperamos que la nueva Ley sea el producto del aporte de Venezuela entera, no solo de empleados selectos de algunas empresas, que el ritmo de consulta sea constante y el debate sea profundo.
Nos preocupa que esto no este ocurriendo.
II.
Tenemos la impresión que a la Nueva Ley Orgánica del Trabajo le metieron el freno de mano.
No vemos a los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional rindiendo cuentas de sus discusiones.
No tenemos fácil acceso al texto de las propuestas presentadas por el pueblo.
Tampoco el movimiento de los trabajadores asalariados dice nada.
Menos se escucha la palabra de los partidos políticos de la revolución.
Hay un silencio oscuro, diría el padre cantor Ali Primera.
III.
El espíritu revolucionario nos obliga a preguntarnos:
¿Que pasa con la Nueva Ley Orgánica del Trabajo?
¿Será que no hay coincidencia entre los Diputados y Diputadas para eliminar las relaciones de producción capitalista?
También pudiera ser que la demora se deba a que la Asamblea Nacional desconoce que el pueblo venezolano quiere:
* Reducción de la Jornada Diaria a 6 horas.
* Creación de los Consejos de Trabajadores para abrir las compuertas de la participación.
* Regreso a la retroactividad de las prestaciones que nos quitó Rafael Caldera.
* Eliminación de la Tercerización.
* Control de la Producción o Control Obrero.
* Elección popular de la dirección de Empresas Publicas.
* Pensiones y jubilaciones para luchadores sociales, trabajadores del campo, pescadores, indígenas, desempleados, tercera edad, viudos y viudas que nunca pagaron el IVSS.
* Criterio ambientalista en la nueva ley.
* Garantía del Ingreso Familiar Digno, Justo y Suficiente.
IV.
Lo cierto es que los revolucionarios no podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta situación.
Y por lo tanto, proponemos al resto del pueblo, que en ejercicio de la Democracia Participativa y Protagónica, se levante en Parlamentos Comunales, Parlamentos de Patrullas del PSUV, Parlamentos Estudiantiles, Parlamentos Obreros para debatir los temas medulares para la Nueva Ley Orgánica del Trabajo, interpelar a Diputados y Diputadas, que recoja los planteamientos, y se movilice hasta entregarlos en actos constituyentes en el Palacio Legislativo de Caracas para que sean incluidos en la Nueva Ley.
Solo el pueblo salva al pueblo.
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