Gobierneros a rabiar

Burocracia sindical de la Central Bolivariana: no habrá aumento de salario porque el Estado "no tiene recursos"

Sectores empresariales, gobierno y algunas centrales sindicales, se reunieron en lo que llaman el "Foro de Diálogo Social", lugar donde se negocia el cuero de nuestra clase a sus espaldas. Llevan casi dos años de reuniones y aún discuten lo que definen como el "método de consulta". Pero si en algo coinciden gobierno, empresarios y la central sindical oficialista es en mantener el esquema patronal de la bonificación del "salario" de los trabEn la fotografía, Carlos López, coordinador general de la oficialista Central Bolivariana

Carlos López, coordinador general de la oficialista Central Bolivariana "Socialista" de Trabajadores (CBST)

 

El sector empresarial es tajante con el esquema de la bonificación. "Que sea un sistema que el trabajador gane más y no haya cargas en los pasivos. Con creatividad hay que buscar un sistema mejor para los venezolanos entre el Gobierno, los trabajadores y el empresario", sostiene el presidente de Fedecámaras, Adán Celis. En la misma línea, el presidente de Conindustria, Luigi Pisella, sostuvo que sería "irresponsable" hablar de la fijación de un salario mínimo que no dependa de bonos: "Bajo la actual ley laboral, una de las maneras de recuperar el ingreso de los trabajadores es vía bonificación, porque le llega de manera inmediata al trabajador". La pretensión de los capitalistas privados de que les legalicen lo que en la práctica vienen haciendo ya: que la mayor parte del salario se componga de bonos sin incidencia salarial.

Por su parte, el gobierno de Maduro ha ratificado la represión salarial, con su reciente anuncio de aumento de 30 dólares en el bono llamado de "Guerra Económica", manteniendo el salario mínimo en 3,5 dólares mensuales. Ratificando así su agresiva y brutal política antiobrera que ningunea e ignora el principio del salario, sustituyéndolo por el de un "ingreso mínimo vital", constituido en su casi totalidad por bonos, que no tienen ningún carácter salarial ni contractual, sino que son otorgados a discreción por el patrono.

De manera que el anuncio de Maduro, de no aumentar ni un céntimo al casi inexistente salario mínimo, responde claramente a las pretensiones de los diferentes sectores del capital privado, y es parte de una política más de conjunto, tendiente a la normalización de las relaciones entre el Estado capitalista y la clase a la que le sirve: el gobierno de Maduro, por lo visto, quiere dejar atrás la página en la que el Gobierno decretaba anuncios salariales sin consultar ni consensuar con las organizaciones de la clase capitalista.

Como lo indicó recientemente Ángel Arias, trabajador del Ministerio del Trabajo y dirigente de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), es una "estafa" la política del Gobierno de Maduro, una política "totalmente antiobrera, regresiva socialmente, y para beneficio de todos los patronos, tanto del sector público como los capitalistas privados". Es decir, una total línea de la bonificación casi absoluta del ingreso de los trabajadores, en total consonancia de lo que proponen seguir manteniendo las cámaras empresariales.

¿Y qué dice la oficialista Central Bolivariana de Trabajadores, en cuanto "parte y representante sindical"? Desde los sectores sindicales representados por la CTV (Confederación de Trabajadores de Venezuela, ASI Venezuela, entre otras, plantearon un monto estimado de salario mínimo que estarían proponiendo. Estos sectores especularon un monto a proponer de 200 dólares, aunque no especificaron el esquema, ni siquiera lo mencionaron, indicando que desde marzo se podría aplicar. Pero lo más llamativo entre las tantas declaraciones públicas por parte de las centrales sindicales que dicen representar a los trabajadores, ha sido la oficialista Central Bolivariana de Trabajadores: no hay dinero para ningún aumento al momento, ni siquiera en bonos.

El coordinador general de la Central Bolivariana "Socialista" de Trabajadores, Carlos López, destacó que el Foro de Diálogo Social, no tiene ninguna atribución de fijar el salario mínimo en Venezuela, sino de generar "un mecanismo de consulta", declarando que la CTV se fue adelante y no es cierto que está garantizado ese aumento para marzo". "No es cierto que el sector público está ahorita en capacidad de ofrecer un aumento considerable, la recuperación económica pasa una recuperación de los ingresos fiscales del Estado venezolano para llegar a un salario sustancial" aseguró. Aclarando que lo que han venido haciendo es el "fortalecimiento del ingreso mínimo vital indexado", es decir, el esquema de la bonificación del salario. En otras palabras, mientras continúa la inflación, la carestía de vida, enfatiza que ni siquiera en bonos se está pensando por el momento aumentar el ingreso. Gobierneros y antiobreros a rabiar.

Como vemos para el Gobierno, los empresarios y sectores burócratas sindicales, el que los trabajadores queramos un salario que cubra como mínimo la canasta básica familiar y que se indexe al ritmo de la inflación, es algo fuera de lugar, como si fuera una exigencia desmedida.

Que el salario cubra las necesidades fundamentales y se indexe mensualmente de acuerdo a la inflación, menos que eso no se puede exigir como clase. Que el piso del salario –y no el techo– sea el costo de la canasta básica familiar, que no es solo la canasta alimentaria sino los alimentos más otras necesidades básicas (medicinas, transporte, vestimenta, servicios básicos, etc.), y que siga el ritmo a los precios: si un mes la inflación es 6%, en ese porcentaje debe aumentarse el salario, si otro mes la inflación fue de 15%, en 15% debe aumentarse el salario. Que eso quede establecido en los contratos colectivos, actas convenios, puntos de cuenta y demás instrumentos en que se plasmen los derechos salariales. Los trabajadores y las trabajadoras tenemos que organizarnos para dar esta batalla.

 

 

 



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