El gemelo de Trump (Biden) resultó ser más perverso

Joseph R. Biden, es un burócrata de amplia experiencia en la política bipartidista estadounidense; sus pasados 78 años, lo convierten en el presidente de EEUU de mayor edad en el ejercicio del cargo, sorprendió a propios y extraños con sus extravagantes y agresivas declaraciones al medio televisivo estadounidense ABC, en marzo de este año. El «viejo león demócrata», como acostumbran llamarle los medios «libres» estadounidenses, financiados por el Departamento de Estado, quien suponía que por su avanzada edad era un moderado y tolerante político, curtido en el parlamentarismo bipartidista, evidenció que Donald Trump sigue siendo la voz cantante predilecta del público estadounidense. Imaginemos, a... Hillary, felicitándolo: «good, good, Joe»...

Interrogado por el periodista de la ABC, si piensa que el presidente ruso: «es un asesino», Biden, afirma sin pensarlo dos veces: «Sí, lo pienso», y prosiguió, amenazando al presidente Putin: «Si establezco que esto ha ocurrido, prepárate», dijo Biden. Esto, con relación a la presunta trama rusa creada por algunos medios de comunicación que acusan a Rusia de haber incidido en los resultados electorales que dieron la victoria a Donald Trump. Obvio, que la derrota de Hillary le afectó mucho a Joseph.

La respuesta del presidente Vladimir Putin, no pudo ser más ingeniosa y sabia a la vez: «el que lo dice lo es» (…) «No se trata únicamente de una expresión infantil, de una broma. Tiene un sentido profundo y psicológico. Siempre vemos en los demás nuestras propias cualidades, pensando que son como nosotros», declaró Putin en respuesta a las declaraciones de Biden. Finalmente, Putin, le deseó a Biden sus buenos deseos porque «se encuentre bien, sin ironía alguna» y le recordó, que Moscú no se dejará intimidar por Washington. Si el abuelo Biden, pretendía evidenciarle al mundo que todavía tiene «musculo» para imponerle al mundo sus intereses, estimamos que esa demostración de fuerza no pasó de ser puro buchipluma como dicen los muchachos hoy en día. Por lo demás, evidenció que el espíritu de su gemelo Donald, sigue mandando en la Casa Blanca y que nada ha cambiado en la forma de gestionar la política exterior del otrora imperio hegemónico. Días antes, durante su primer encuentro con los medios «libres» occidentales, bajo financiamiento del Departamento de Estado, les expresaba su gran preocupación de que China pudiera convertirse en «el país líder», «el más poderoso y rico del mundo», lo que en su criterio: «no ocurrirá durante su mandato» pues, según Biden: «Xi Jinping, no tiene un solo hueso democrático». Lo que evidencia, que la política exterior de la Administración Biden, será de continuidad con la política del gran garrote de su predecesor: Donald Trump, quien la puso en ejecución cuatro años antes. Los resultados, están a la vista de todo el mundo: China, ha sido la única economía del planeta que pudo crecer en medio de la pandemia de coronavirus y pese a una agresiva guerra comercial de parte de EEUU, creciendo en 2,3 por ciento en 2020. EEUU, se auto aisló del resto del mundo y, en cuestión de músculos, la revista Military Direct, en reciente estudio, concluye que: «China posee la fuerza militar más potente del mundo», en un ranking que encabeza con 84 puntos, seguido de EEUU con 74 puntos y luego Rusia con 69 puntos, y ello es posible, pese a que EEUU encabeza el gasto militar del planeta con un presupuesto de 732 mil millones de dólares al año, seguido de China con 261 mil millones dólares/año. Lo que nos indica que, en mucho, ha cambiado el mundo y las élites imperialistas de EEUU, se resisten a reconocer lo que ya es evidente. Mucho de presente, tiene aquella visión del gran timonel de la Revolución China, Mao Tsetung, quien precisó: “En la actualidad, el imperialismo norteamericano exhibe una gran fuerza, pero en realidad no la tiene. Políticamente es muy débil, porque está divorciado de las grandes masas populares y no agrada a nadie; tampoco agrada al pueblo norteamericano. Aparentemente es muy poderoso, pero en realidad no tiene nada de temible: Es un tigre de papel. Mirado por fuera parece un tigre, pero está hecho de papel y no aguanta un golpe de viento y lluvia. Pienso que Estados Unidos no es más que un tigre de papel…” (El Imperialismo Norteamericano es un Tigre de Papel, Obras Escogidas de Mao Tsetung, 14 de julio de 1956).

Biden, al igual que Trump, afianzará aún más la alianza China-Rusia; con ello, su declive imperial será menos cuestión de tiempo que de presente. Cuentan, chismosos del Kremlin, que oyeron susurrar en son de salsa a Putin: «Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar/ Con el tumbao' que tienen los guapos al caminar…» Lo cierto fue, que días después de cometer su trastada y querer amenazar a Raimundo y todo el mundo, el abuelo Biden, al pretender viajar, subió por las escalerillas para ingresar al avión presidencial y ¡Oh sorpresa! En vivo y en directo: allá cayó, se levantó y prosiguió y de nuevo allá cayó hasta en tres oportunidades sucesivas, la misma gracia. Y en eso, cuentan chismosos del Kremlin que, Putin, susurraba: «La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios…» El Alzheimer, no es únicamente pérdida de memoria. Es agresividad, repetitividad, mal control de los esfínteres y miles de problemas más. Biden se ha convertido en un tema de seguridad nacional. Su gemelo, el expresidente Donald Trump, no perdió tiempo para comentar el triste episodio, y aseguró: que ponía en dudas la firmeza mental del mandatario, enfatizando: «Ahora la caída fue terrible y en realidad no fue una, fueron tres». La semana previa, el presidente Biden, tuvo el desliz de llamar a su vicepresidenta Kamala Harris como: «presidente Harris». Pero, si faltaba algo por qué preocuparse, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, se apresuró a declarar: «Ni siquiera necesitaba un médico. Así de fuerte es Biden». Esta vez, ni doña Hillary se creyó ese cuento. Chismosos de la Casa Blanca, hicieron correr la especie que el causante de la caída del presidente imperial no había sido otro sino el fuerte viento que soplaba en el momento que subía las escalerillas. Y, ese era el hombre que retaba –furibundamente- al presidente ruso, Vladimir Putin, quien es harto conocido su afición por los deportes en general, y en particular por el judo, el sambo y el kárate en que alcanzó el octavo dang. Además del esquí, hockey, automovilismo, buceo, senderismo y la pesca. Sobre las artes marciales, señaló el presidente Putin: «nos ayudan a mantener un diálogo eficaz, a resolver las cuestiones bilaterales de manera constructiva y a lograr un mayor éxito en la ejecución de proyectos prometedores». Estimamos, que le ayudaría mucho al presidente Biden la práctica del judo, aunque a su edad las fracturas están a la orden del día, como le ocurrió en noviembre 2020, que jugueteando con su perro «Major», se resbaló y cayó en su residencia de Delaware. Según informó, Kevin O´Connor, director de la clínica George Washington Faculty Associates: «Un escáner de tomografía computarizada confirmó fracturas finas en los huesos cuneiformes lateral a intermedio que se encuentra en el medio del pie», motivo por el cual se vio obligado a utilizar una bota especial para caminar por varias semanas.

Así de frágil, está el «súper poderoso» presidente de EEUU, que está de mírame y no me toques.  Se imaginan por un instante, si Vladimir Putin o Xi Jinping, le hubiesen respondido a Mr. Biden con igual dureza y brutalidad como él los trató a ambos? No nos quede la menor duda que los medios occidentales, «libres» pero financiados por el Departamento de Estado, de seguro hubiesen levantado –de inmediato- la bandera del maltrato al pobre anciano y presidente de EEUU, la violación de sus derechos humanos, que tratándose de Biden, nos remontaría a la lectura del texto más antiguo conocido, escrito por Ptah-Hotep, escriba egipcio y visir del faraón Tzezi de la dinastía V, redactado hacia el año 2.450 A.C. Dice: "¡Qué penoso es el fin de un viejo! Se va debilitando cada día; su vista disminuye, sus oídos se vuelven sordos; su fuerza declina, su corazón ya no descansa; su boca se vuelve silenciosa y no habla. Sus facultades intelectuales disminuyen y le resulta imposible acordarse hoy de lo que sucedió ayer. Todos los huesos están doloridos. Las ocupaciones a las que se abandonaba no hace mucho con placer, sólo las realiza con dificultad, y el sentido del gusto desaparece. La vejez es la peor de las desgracias que puede afligir a un hombre." (Debray R. El Estado seductor. Buenos Aires: Manantial; 1995.) Tal pareciera que Ptah, describiera la realidad actual por la que se desvanece el imperialismo de EEUU, en su fase de descomposición en que una gerontocracia (del griego gerontos, «anciano» y, kratos, «poder») se ha posicionado en la cúspide del poder imperial. No se equivocó Hugo Rafael Chávez Frías, al sentenciar para la historia: “Quien se meta con Venezuela, ¡Se seca!” Triste destino les espera a Mr. Biden y sus chocheras. ¡Venezuela está triunfando y la Patria Grande volverá a renacer con UNASUR!...

 

Caracas, 27-03-2021



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Henry Escalante


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