Escójase un
país apetecible por sus riquezas y en franco despunte en salud, educación,
vivienda, felicidad, tecnología, rentas altísimas por sus recursos,
trabajo, estabilidad, paz y progreso, mayor distribución de créditos,
pensiones, subsidios y más beneficios del gobierno amoroso con su pueblo,
al que viene deslastrando del marasmo en que lo sumió la guanábana,
por lo de blancos y verdes.
Redáctese
un guión cualquiera, móntese un escenario, hágase la publicidad y
un mercadeo, prepárense unos sediciosos, engañe a cientos de incautos
a los que previamente haya disociado, pero de ambos sexos y chíllenles
vamos a Miraflores.
Asesórese
con meritócratas, convénzales que Venezuela les pertenece, por su
ostentación y la gracia de Dios, y repítase el rosario de letanías
de con mi etc. etc. etc., no te metas, y así de encaprichados, paralicen
industrias básicas, secuestren buques, cierren refinerías y ocasionen
pérdidas multimillonarias en dólares, afecten el PIB.
Si lo anterior
falla, opte por crear una atmósfera magnicida, contrate unos cientos
de mancebos, apódelos daktari, procure que sean unos saltarines paramilicos
y dótelos de falsos positivos; o que pásese todo el tráfico de droga Dea, que viene de uyuyuy paisa, y responsabilícelo por el consumo
en el resto del mundo, esto los hará verse como los propios y seguro
ganan indulgencia con los carteles de los votos de los más buscados.
Si todavía
no obtienen resultados, exprese e incluya la mentira, arme las tablas
e invite a cuanto prane convenza, al convite competitivo de sus trifulcas,
acompáñelos por semanas con caga tinta asalariados de la comunicación
y despliegue líneas editoriales impuestas por los dueños de la empresa.
No olviden pasar en horario estelar los noticieros con su bel canto
de ametralladoras y la banda musical con las explosiones al fondo y
recojan el dolor de los familiares, los hará verse como la madre Teresa.
Opciones sobran,
sírvanse de algún escenario natural, donde se vean lagos (léase pozos
sépticos dejados por la desidia de la cuarta), de donde las aguas fecales
surten las ciudades para beneplácito elocuente, aunque sea un embuste
más grande que el tamaño de Valencia o Maracaibo, quedará soñado
e irrefutable. Igual sirven puentes en regiones desafectas, por donde
en pleno invierno tempestuoso, circulen gandolas con el triple del tonelaje
permitido y haga colapsar la estructura, eso le dará ventajas y servirá
de ensayo a la hora de cortar las comunicaciones e incomunicar al país.
Insistan, prepárense
sendos guiones, pújenlos por internet, blogs, web, twiter, fecebook,
comunicadores inescrupulosos, sin ética ni moral, y sin rodeos pongan
a disposición los fantoches con sus poses acartonadas y pelo engominado
y láncense mamarrachadas, digan cuanta sandez se le ocurra, pero eso
si, comuníquenlo a las cortes internacionales interplanetarias y celestiales
que aquí no hay libertad de expresión, eso es de perogrullo.
Agréguele al escenario su fantoche ubíquelo a buen resguardo, con los respectivos adminículos modernos, graben, fotografíen, escaneen, trasmitan, llamen a los medios, si es de madrugada mejor, y a cierta distancia, en esa oscurana por donde ni las ánimas solas se atreven a pasar, estese quieto hasta que ocurra un siniestro, tómese el tiempo para que la onda expansiva deflagre todo alrededor y luego como el que no sabe envíe en vivo y directo la noticia ya lista, vía satélite, cualquier milagro de un evento catastrófico puede ocurrir.
Láncense prestidigitadores,
fabulistas, cuenta cuentos de camino y atáquese la Alba, Unasur, Celac,
Mercosur y cuanto favorezca la integración de las naciones progresistas
y su gente de a pie y revolucionaria. Juéguese sucio, sin escrúpulos,
lógrese meterle la mano al coroto otra vez para que puedan cobrársela a tantos pata en el suelo que han osado rebelarse contra sus patronos,
queriendo igualarse.
Con estos ingredientes, el apoyo incondicional, hasta la hora del reparto, por las organizaciones no gubernamentales, los sicarios, mercenarios, paramilitares y las perturbaciones que deben seguir creando, azuzados por los actores intelectuales y materiales de la sociedad CIA y compañía, harán que el mandado sea hecho.
