El fatídico criminal poder mediático

La gran mayoría de los medios de comunicación social privados, editan la realidad a su conveniencia, tras la ofensa, la malicia, la mentira, la manipulación, el vilipendio, la injuria, la difamación, y paremos de contar, porque pueden hacer lo que le plazca las 24 horas del día.

El Estado de derecho y de justicia social es inexistente para estos medios, y si un ofendido requiere el derecho a réplica, no falta que digan que no hay libertad de información. El sindicato de los dueños de estos medios son los guardianes de "la libertad de información" la cual responde a sus intereses, con eslogan como estos: "información justa y balanceada".

Cabe preguntarse, ¿qué es lo justo para la oligarquía? Son sujetos que discursean una doble moral, hablo de tal forma, pero actúo como me plazca.

"La imprenta es tan útil como los pertrechos en la guerra y ella es la artillería del pensamiento", dijo Simón Bolívar, quien en su época el terrorismo mediático informativo ya hacía de las suyas, por lo que alertó:

"El derecho de expresar sus pensamientos, y opiniones de palabra, por escrito, o de cualquier otro modo, es el primero y más estimable bien del hombre en sociedad. La misma Ley jamás podrá prohibirlo, pero tendrá poder de señalar justos límites, haciendo responsables de sus impresos, palabras y escritos, a personas que abusaren de esta libertad, y dictando contra este abuso penas proporcionales".

El mal endémico de la manipulación y la mentira, nos viene desde tiempos remotos; la información mercantilizada tiene un historial milenario, en el que desde un principio se hizo visible el "periodista" para perpetuar reyes, tronos, imperios, lacayos contrarios a los intereses más sagrados de los pueblos.

Las campañas violentas de los medios de comunicación social privados, se han intensificado tanto, que han alcanzado límites desproporcionados y azarosos para la propia existencia humana.

En 1989 William Lind y cuatro oficiales de los Estados Unidos, rotularon un documento: "El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación". Comenzaba a configurarse una nueva manera de intervenir en las conciencias de las personas a través de la sugestión. En su definición técnica, "Guerra Psicológica", o "Guerra sin Fusiles", el empleo planificado de la propaganda orientada a direccionar conductas en la búsqueda de objetivos de control social, político, etcétera, sin recurrir al uso de las armas.

En Venezuela los principales grupos del poder mediático privado, manejan casi todo el espectro radioeléctrico y los principales tirajes de medios impresos; y están bajo las directrices (entiéndase líneas editoriales) del imperialismo.

La guerra de cuarta generación lo que pretende es una movilización masiva de la población en un antagonismo integral contra un supuesto enemigo que han creado en las mentes débiles, víctimas de la mentira y la manipulación.

Los medios privados están empeñados en inocular miedo a la población y su único objetivo es alcanzar el control político y económico del Estado Bolivariano.

Evita que los medios de comunicación privados te idioticen, combátelos, desmontando la malicia informativa.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

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