El riesgo creciente de un "apartheid" mundial

La ONU reúne en Ginebra a la comunidad internacional

¿Podrá avanzar la comunidad internacional en la reflexión sobre el flagelo
del racismo? ¿Aportará la Conferencia de Ginebra, que se abre el tercer
lunes de abril, respuestas condenatorias a la discriminación racial, la
xenofobia y la intolerancia? Temas esenciales que animarán la cita mundial
convocada por las Naciones Unidas entre el 20 y el 24 de abril en esta
ciudad helvética.

La cita ginebrina se denomina "Durban II" ya que dará continuidad a la
cumbre anterior sobre el mismo tema realizada entre el 30 de agosto y el 8
de septiembre del 2001 en la ciudad de Durban, África del Sur.

La misma, coordinada por Mary Robinson -entonces Alta Comisionada de
Derechos Humanos de la ONU-  reunió a representantes de 170 naciones. En
paralelo, delegados de miles de  organizaciones no gubernamentales (ONG)
del mundo entero animaron un Foro Mundial de la sociedad civil.

Pierre Sané, antiguo secretario de Amnistía Internacional y actual
subdirector de la UNESCO, reivindicaba entonces el éxito de la Conferencia
de Durban.

La representatividad de los participantes y  el análisis de "nuevas formas
de racismo que golpean actualmente", fueron dos de los puntos esenciales de
su balance positivo. Aumentando la lista de las manifestaciones actuales
del racismo a  "los trabajadores migrantes,  demandantes de asilo,
refugiados,  desplazados, las personas afectadas por el SIDA...",  según
Sané.

 "Numerosas víctimas fueron identificadas" en Durban I, enfatizaba el alto
funcionario de la UNESCO. Quien, sin embargo manifestaba su desaliento
porque no entraba en el Documento Final  de ese cónclave, "el más
importante grupo humano afectado por la discriminación: los dalits (la
casta de los intocables) en Asia del Sur. Así como  los negros en los
países árabes o los Palestinos...".


GINEBRA 2009: TENSIONES CRECIENTES

El marco y la agenda del cónclave que se abre este lunes 20 de abril,
constituyen en sí mismos temas de debate fundamental entre Estados.

Mientras representantes de numerosas naciones, especialmente del Sur,
quisieran ver avanzar los contenidos de Durban I en el documento final de
Ginebra, naciones europeas y del Norte preconizan el rol puramente de
"seguimiento" del cónclave ginebrino.

Según esta visión, sólo debería  examinarse la aplicación de la Declaración
y del Programa de Acción votados en septiembre del 2001 en Durban. Sin
incluir la definición de nuevas obligaciones y sin evocar una situación
geográfica específica, haciendo referencia, esencialmente,  al conflicto
israelí-palestino.

Esa visión europea se opone también a toda nueva disposición sobre las
reparaciones históricas en el caso del esclavismo, temática que causó
terremotos en Durban.

La Unión Europea, presiona también para que la cuestión de las migraciones
sea endulzada, con el argumento de que no tiene nada que ver con el
racismo.

Puntos todos de tensión abierta. Que explican porqué Israel, Estados
Unidos, Canadá y el gobierno conservador italiano de Berlusconi, entre
otros, - hasta horas antes del inicio de la Conferencia de Ginebra-,
reiteraran su decisión de boicotearla.

DURBAN 1 PASO ADELANTE, DURBAN ¿2 PASOS ATRÁS?

Juego de palabras y pregunta ilustrativa formulada por el CETIM (Centre
Europe-Tiers Monde /Centro Europa-Tercer Mundo) ONG solidaria radicada en
Ginebra, reconocida como entidad consultativa y observadora de las Naciones
Unidas.

"La versión actual -de la propuesta de documento final- constituye un neto
paso atrás con respecto a Durban I", enfatiza un comunicado del CETIM
emitido recientemente.

El que subraya que  la misma "ha sido expurgada de la mayor parte de sus
referencias a la realidad concreta, bajo pretexto de ofrecer espacio a un
consenso".

Lo que traducido en otras palabras significa  dejar todo en lo general, sin
nombrar regiones y responsables efectivos del racismo, para que todos
puedan firmar un documento  "consensual"  y  absolutamente híbrido.

Y es al CETIM anticipar un riesgo evidente que planea sobre la Conferencia
de Ginebra. El temor de ciertos Estados de confrontarse "a las raíces
sistémicas del racismo en un mundo dividido por cinco siglos de expansión
del capitalismo...empezando por Europa".

Y de allí, "la amenaza de una forma de apartheid a escala mundial... Un
curso bien delineado por la mundialización de las oligarquías financieras,
las sociedades transnacionales de ambición planetaria y las grandes
potencias" según la ONG suiza.

La reflexión final del CETIM no deja de ser contundente: "con la
mundialización polarizante actual, sus víctimas no son únicamente los
pueblos y la gente *de color*, por más que éstos constituyan la gran
mayoría..."

Un racismo que se orienta "hacia el pobre, el productor no suficientemente
*rentable*, los no-consumidores insolventes,  los *marginales*, los
*improductivos* a ojos del capital, la masa de trabajadores fácilmente
intercambiables...los trabajadores informales, los habitantes de las
chabolas, los pequeños campesinos que son mayoría en el mundo...",
concluye.

Y para solidarizarse con estas "nuevas" víctimas del racismo, nada mejor
que la calle. Un medio centenar de organizaciones y asociaciones sociales,
de solidaridad y de derechos humanos helvéticas y de inmigrantes, así como
los principales sindicatos del país y varias ONG internacionales que
participan del Foro Mundial alternativo de Ginebra, convocan a movilizarse.

E invitan a una manifestación pública en el centro mismo de Ginebra el
sábado 18, para inaugurar el Foro de la sociedad civil mundial que
concluirá el 19 de abril, pocas horas antes del inicio de la Conferencia
Durban II.

* Corresponsal latinoamericano acreditado en la ONU, Ginebra, Suiza


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Sergio Ferrari*


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