Dictadura global luces y sombras

Hola a todos y a todas, feliz 2023 y los mejores deseos que se difundan entre propios y extraños, lo que ha ocurrir ocurrirá sin duda, habrá que seguir trabajando, ceñidos al bien de toda la humanidad. Para ello basta que midamos los eufemismos con bala raza, porque ya está bueno de los abusos y usurpaciones de los desalmados que a saciedad y sin sonrojo, como si las cosas ocurrieran por casualidad, y para nada tuviera que ver con lo que hemos sido. Si lo real es que estemos todos y todas las personas involucradas en esto como sociedad, buscando salir echando para adelante. Hay que poner las bardas en remojo, pues no están todos los que son ni son todos los que están, al decir del dicho coloquial, común entre sociólogos. No queremos referirnos sólo a aspirantes y aprendices de políticos, más faramalleros y díscolos, que formados en los asuntos de las ciencias de los discursos y las semánticas; pues no es soplar y hacer botella, como si fuera cualquier cosa, puesto que es un oficio y un arte con larga trayectoria, milenios fundiendo y dando forma, antes de los dos mil quinientos años desde los aristotélicos, pasando por las dudas cartesianas, y las razones como sustento racional más que ideal al respecto, en medio de tanta dislexia, lo que es más caro a los ciudadanos es no estar entre tantos improvisados a estas alturas de la historia universal.

Sabido es que los estadistas no comulgan con la moral, ni se cuenta la ética entre sus legajos, lo suyo es otra cosa, estar del lado opuesto de la historia, maquiavélicos por convicción, se mueven entre dos aguas sin mojarse. Y como no todo puede ser mercancía, aunque sea mercadeable por los sin conciencia, quienes se mofan y burlan descaradamente de los pueblos y les son adversos los que piensan distinto, críticamente, sosteniéndose sobre sus propias extremidades; no se trata de baratijas sino de cosas serias para presente y futuro de las naciones en pico de zamuro que se consiguen en las estanterías de la burla, la indolencia, y la ignominia de los que se creen más vivos, cuando en el fondo son más pendejos, porque también son un recurso aprovechable y por cierto, desechables, por quienes se aprovechan del prójimo; algunos hacen milagros con escapulario ajeno, son caretablas que han perdido la decencia, con sus rostros impávidos, mientras más falsos son y se exhiben frente al mundo sin un gramo de humildad, y menos de humanidad, sus corazones se han endurecido, y las ansias de acumulación, de control y de poder desmedido, los coloca al borde del bien y del mal.

El peligro es inminente, la posibilidad de una nueva extinción en el planeta, no es cuento, hemos dejado atrás la matriz, para vivir pensando que es mejor la matrix, la mentira, el engaño, la manipulación, la enajenación. No creo que hayamos surgido para esto que llamamos sin mucho conocimiento, vida. Si acaso existimos y a través de la experiencia podemos decir algo sobre cualquier cosa que sea, si en realidad pensamos con el corazón antes que, con la mente, es decir, con la conciencia, no la mente de lo cognitivo computacional, sino más bien con la conciencia pura, que es el mayor y más caro ideal de los seres sentipensantes. Sabemos que ya no hay tiempo, ya lo habían adelantado los Mayas, sobre el tiempo del no tiempo que se cumple, y si vamos a cada una de las ancestrales culturas, dicen algo parecido, se asemejan mucho, sólo cambian las lenguas y las tradiciones filosóficas, científicas, psicológicas; la historia comparada nos muestra fehacientemente en cada uno de los temas que encierran tales augures, lo que está aconteciendo, y que por ignorancia, y más aún por desconexión con lo real padecemos, estas calamidades, y no cesarán, si bien no volvemos a nuestras más profundas intenciones en pro de salvar al planeta y al mundo en él.

Ya estamos en 2023, otro año que pasa a raudales, como otro aspecto de la tecnología, los receptores que van superando la quinta y subsiguientes generaciones, su evolución amenaza con rebasarnos por esto de la inteligencia artificial, que sólo va a la par de lo cognitivo alerta y despierto de una mente capacitada por nuestra esencia espiritual. Los móviles y la supuesta inteligencia más sofisticada, por ligeras y veloces, compitiendo con menores latencias, por el aumento de su densidad en dispositivos desde el lanzamiento del 1G y las redes inalámbricas, al 2G con servicios de mensajería corta; la 3G celulares disque más inteligentes entonces navegando en internet. Seguirá la 4G y más velocidad para ir y venir de la nube, saturados y rebasados desde múltiples aplicaciones y servicios en lo virtual. La velocidad y rapidez en su confección, cada vez a más velocidad y menos latencia, un dog tomando la información requerida y los servicios a la pantalla bajan, y se mueve de la nube en autopistas de imágenes en 4k 60 frein por segundos desde un Claus, envío de información como tal, que permite mayor transferencia de los datos. La menor latencia implica mayor cobertura para la nitidez de la señal y cobertura; como si tuvieras una misma fibra óptica alta capacidad y en tiempo real, envía y recibe datos de todo tipo en cantidades inimaginables.

Esta es la existencia que se nos plantea en Occidente, la del consumo por el consumo mismo, la población mundial consume desde el contacto con las Android, y ella misma convertida en antena repetidora, porque como un boomerang alcanza a millones de millones, y en vez de hablar y preocuparnos por las bocas que deberían estar bien alimentadas, calzadas y vestidas, con servicios dignos a su estatus de ser humano, se les pasa y aplica el doble rasero, puesto que a muchos se los trata como a insectos, fumigándolos y se los envenena sistemática y perversamente, y así tratar de evitar se reproduzcan y proletaricen más de lo necesario; controlados al colocarles chips para detectarlos en todo momento, y tenerlos a buen resguardo, monitoreados 24 horas los 365 días del año, de manera que a la mínima infracción, llegar prestos y raudos al determinado sector de clase, en número no determinado, que al depender de ciertas situaciones y sus circunstancias, pasan a ser físicamente desconectados de este plano en el planeta moribundo.

Los padres ya no están con sus hijos, todo es compartimientos estancos, como la granja de Orwels, o Freixedo. El control ya no ejercido por los humanos, como en las guerras mundiales que conocimos, sino que ahora son los ciborg con inteligencia artificial, que supervisarán, activados por los alienas en la Tierra, que es la nueva batalla que vendrá, la de las emociones y sentimientos humanos, contra lo que desde nuevos niveles serán los que se impongan sobre cifras de estadística y contabilidad esterilizada. Cuál será la justicia, el derecho, la ética que los gobernantes impondrán, de quienes dependerá esta y la existencia que vendrá ahora. La salud personal de los individuos controlados por ondas de frecuencias de energía y radiaciones cada vez que se emite desde las infraestructuras y telecomunicaciones, control total a través de la tecnología móvil, su uso diario es abrumador.

En lo que respecta al espectro electromagnético dividido por la longitud de onda y frecuencia, a más altas que las ondas, o más cortas longitudes, trasportan más cantidad de energía, más carga que a la larga es letal para la naturaleza, pues de eso se trata; desde que medramos de, con y en ella, hemos conocido todo lo que ha sido posible hasta ahora. Las nuevas condiciones a las que habrá que adaptarse no serán las más idóneas, ni las pertinentes para los ya 8 mil millones de habitantes del planeta que se desmorona aceleradamente, y que es la pauta de la tópica que se escinde entre lo humano y lo no humano, lo transmoderno, transpersonal. Las ondas electromagnéticas que se trasmiten a altas frecuencias trasportan tanta energía que su capacidad de romper los enlaces moleculares son cada año más nocivos y letales para la salud de cualquier ser vivo, por las ondas ionizantes, rayos X y gama, y los derivados en un torbellino sutil.

Cual quiera sean y como sea la onda, su exposición trae consecuencia graves y daños irreparables, tanto a corto, mediano y largo plazo, y a muy largo plazo, la exposición cada vez mayor y lo constante del uso que se hace de la tecnología de punta, trae tales perjuicios. Sin moral para tales aspectos y los términos de lo que se ha relegado; y de lo ético ni se diga, al capitalismo salvaje y sus pragmáticos, los tienen sin cuidado, pues sólo piensan en respuestas por parte de científicas apreciaciones frías y asépticas, son cosas de este mundo cada vez más virtualizado. Sin atender a la parte más lúcida de nuestros hemisferios cerebrales, ni cultural y menos civilizatoria será la guerra que nos espera, y será total. Polemizamos y pontificamos de las bondades desde posturas de los que se han hecho de los recursos vitales a todos, a tenor del consumismo desbocado, como en otras ocasiones, cuando por ejemplo se alertó contra el consumo masivo del tabaco y el alcohol, y otras sustancias nocivas para la salud. Sobre perjurios, prejuicios y perjuicios que se han generalizado es que queremos pronunciarnos. Muchos somos los que hemos alertado desde nuestras trincheras la atención temprana sobre males que se multiplicaban; insistimos ante los evasores, mercachifles de empresas de la muerte, como el masivo insumo para frenar al Covid y demás enfermedades que se han hecho crónicas, y han perjudicado a millones de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, sumiendo a este mundo en miserias, envenenando las mentes con el miedo, y el terror inyectado en los débiles cuerpos incapaces de producir sus propios antídotos, desbaratándoles la precaria existencia. Muchas son las víctimas hasta ahora, y es terrible lo que vendrá a razón de un rico potentado por cada millón entre ricos y pobres ya.

Digámoslo por enésima vez, el implementar la aplicación de nuevas tecnologías ya superando las de 5G, y sus perniciosos efectos para la humanidad, pues no tardarán en asomarse como espada de Damocles y tal como virus esparciéndose con mayor frecuencia. El uso y emisión como las cepas, ondas irradiándose y males por todas partes, impacto contra gente de cualquier lugar y al mismo tiempo. Imaginamos que con más resoluciones se podrían ganar batallas y obtener ganancias que prevalezcan a las pérdidas de vidas. desde 1815 en Europa, ciento ochenta expertos de treinta y seis países, entre ellos el Dr. L. Hardell, oncólogo sueco, elogiando la tecnología 5G, en los medios de comunicación, como lo mejor, pero obviando los prejuicios y consecuencias en personas, animales y plantas, que no menciona en absoluto. Y qué han hecho a su tiempo los líderes políticos en puestos de gobiernos y desde los medios de comunicación; a ellos les cabe la principal y primera responsabilidad frente a sus electores, para que se les hable con la verdad de la situación de desequilibrios que traerán estas tecnologías. En 2015 otros doscientos quince científicos de 40 países, pidieron con la urgencia del caso que se debe reducir la emisión que ocasionan los campos electromagnéticos que emanan de las fuentes inalámbricas. Se repitió el llamado en 2017 en la Comisión Federal de Comunicaciones en Norteamérica, solicitando que se evalúen estos riesgos para el ambiente antes de que sea demasiado tarde, debido a la implementación de infraestructuras a continuación de la 5G.

Habrá futuro para esta humanidad, todo pareciera indicar que será en extremo precario el nivel de atención e intención debida al respecto. Ustedes qué opinan sobre todos estos aspectos. Los yoguis saben al respecto.



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Franco Orlando


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