Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
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*/Probablemente es inverosímil y demasiado entusiasta pensar en deshacernos de la Unión Europea de una buena vez. Pero, liquidar al parlamento podría ser una buena idea./*
Probablemente es inverosímil y demasiado entusiasta pensar en deshacernos de la Unión Europea de una buena vez. Pero, liquidar al parlamento podría ser una buena idea.
Aquí vamos de nuevo. Otro escándalo de corrupción en Bruselas. Otra jefa de la Unión Europea cogida con las manos en la masa y la acostumbrada mala copia de los euro gacetilleros en la capital de Bélgica, algunos de los cuales hasta se creen que son periodistas. Pero la detención de una socialista griega, miembro del parlamento europeo sospechosa de fraude, rompe las pocas marcas de la asamblea más inútil del mundo.
Este último escándalo de corrupción involucra a Eva Kaili de 44 años de edad ex presentadora de noticias en TV, que fue suspendida por su partido en Grecia y por la agrupación pan europea de socialistas y demócratas luego que la policía realizara 16 allanamientos a través de Bruselas como parte de una investigación sobre la corrupción y lavado de dinero en el Parlamento.
Cuatro personas fueron detenidas para ser interrogadas y los investigadores recuperaron alrededor de 600.000 euros en efectivo, equipos de computación y teléfonos móviles. Los fiscales no identificaron a los cuatro detenidos pero por lo menos uno es actualmente miembro del parlamento europeo.
No obstante, la detención de la más bien elegante Kaili debería plantear alguna sorpresa, incluso entre algunos fanáticos eurófilos, ya que rompe con algunos precedentes para poner a algunos Miembros del Parlamento fuera del combate. Tradicionalmente la corrupción en el parlamento ha sido defraudación en los gastos y lo peor el pago a parientes por trabajos fantasmas. Y el porcentaje de todo esto ha sido siempre bastante alto ya que la Unión Europea ha sido siempre reacia a investigar a sus miembros parlamentarios y la mala publicidad para el proyecto. La excepción a esta regla siempre fueron los miembros de extrema derecha que fueron siempre investigados –y el período de tales investigaciones estuvo siempre diseñado para causarles daño político, siempre días antes de una elección en la que estaban postulándose, por ejemplo, Marin Le Pen a comienzos de este año cuando ella se presentó como candidata a presidenta.
En Bruselas las investigaciones por corrupción son siempre por motivos políticos.
Casi con certeza la detención de la Kaili se debió a un soplo de parte de conservadores o demócrata-cristianos en el Parlamento Europeo que supieron en qué andaba ella.
Pero recibir dinero (probablemente) de parte de Qatar para influir en la votación en la cámara pone a la corrupción en Bruselas por completo en un nuevo nivel. Y fue solo cuestión de tiempo antes que esto sucediera.
Para que en realidad uno tenga una idea de cómo funciona el Parlamento Europeo uno tiene que comprender el gigantesco poder de los grupos de presión, sus ilimitados fondos y a qué o a quiénes sirve el Parlamento Europeo.
La mayor equivocación respecto del Parlamento Europeo es creer que está ideológicamente sintonizado para servir a los más altos intereses de la jerarquía de la Unión Europea y conservar la identidad y la imagen pública en todo momento. En realidad esto no podría estar más lejos de la verdad. La mayoría de los miembros del parlamento europeo, ciertamente aquellos que han servido un período, saben demasiado bien que están ahí solo como un programa teatral para promocionar a la Unión Europea como un cuerpo que es fundamentalmente democrático. No obstante, la verdad es que la Unión Europea es fundamentalmente no democrática y por lo tanto la necesidad de aquellos que han sido o no son aspirantes en primer lugar y que no se graduaron las political rat races en sus propios países.
El verdadero amo al cual ellos sirven ni siquiera es europeo.
Se trata de corporaciones multinacionales que son las únicas agrupaciones que tienen el dinero para bancar la parte del león en la actividad. Se trata de una actividad que es parte del teatro que justifica los miles de millones que se desperdician al tener en primer lugar dos parlamentos, para no mencionar la copia al carbón.
La corrupción en pleno corazón de la Unión Europea es la relación entre el Parlamento Europeo y la gran industria que en muchos casos ni siquiera es europea sino generalmente norteamericana o china. El verdadero juego sucio es el siguiente:
Ambas multinacionales y la Unión Europea como un todo tienen una agenda sucia para ayudarse mutuamente. La manera en que esto se realiza es permitiendo a los grupos de presión que las representan redactar un borrador de proyecto de ley y enmiendas para el tome de la legislación lo cual viaja a través de la Comisión de la Unión Europea, primeramente a nivel de comités y luego en la plenaria. La Comisión de la Unión Europea propone demasiados anteproyectos (en vez de aplicar los que ya existen) lo cual los mantiene ocupados y hace que la Comisión se vea importante y relevante; las gigantescas multinacionales la adoran por esta razón y estas nuevas leyes son puestas al día todo el tiempo lo cual permite a las corporaciones gigantes manipular cómo las directivas van a ser modificadas lo cual les permite retener siempre su parte del mercado ya que el proceso lo hace cada vez más difícil para las empresas medianas permanecer en el mercado; y los mismos miembros del parlamento europeo aman a las corporaciones ya que sin toda esa actividad los enormes edificios del parlamento se verían como bibliotecas en tiempos de guerra sin nadie en su interior.
Pero ellos también las aman por otra razón. Y aquí es donde Eva Kaili entra en escena. Los poderosos grupos de presión con sus actividades han atraído a organizaciones tales como los Qataríes con sus maletas repletas de dinero que se lo lanzan a cualquiera en Bruselas que realice enmiendas a los proyectos de ley. Para la mayoría de los grupos de presión, la parte más difícil de su trabajo es no encontrar un bent miembro chueco del parlamento europeo. Se trata de encontrar la vía para entregarle la maleta con dinero sin ningún temor que la transacción llegue algún día a conocimiento público.
Los qataríes no se molestan por tales y fatuas trivialidades, pareciera más bien que sencillamente envían la maleta al piso del Miembro del Parlamento Europeo en Bruselas.
Sin embargo, la parte más extraordinaria de esta historia no es la coima a cambio de manipular el proceso legislativo. Se trata más bien de las patéticas cantidades de dinero involucradas. Kaili y tres otros miembros del parlamento europeo involucrados, son tan estúpidos que mantuvieron el dinero en efectivo en sus propios apartamentos. ¡Y en esa pequeña cantidad, apenas 600 mil euros! Para los qataríes esto es como haberles pagado un almuerzo y haberles conseguido las llaves del Jardín de Babilonia con sesenta vírgenes como una guinda en la cima. Por solo 600 mil euros estas indecentes y repugnantes personas modificarían la legislación de tal modo de favorecer las inversiones donde participaban los qataríes, todo por el precio de unas cuantas rondas de cerveza y unas pocas papas fritas.
Básicamente, esta historia no es una gran noticia digamos en comparación con miembros derechistas del parlamento europeo aparentemente manipulando sus gastos. ¿Por qué? Porque el lote de periodistas "acreditados" en Bruselas no desea agitar el establecimiento antes de las elecciones en la Unión Europea dentro de dos años ya que muchos de ellos son también parte del festín conocido también como "Bruselas". Ellos no reciben efectivo en sobres pero si son recompensados por el circo completo que es totalmente dirigido por consenso y corrupto hasta la médula. El Parlamento Europeo siempre ha sido una pérdida de tiempo, energía y dinero y este nuevo escándalo va a demostrar que lo que el Vicepresidente estaba haciendo debe haber estado sucediendo durante bastante tiempo y conocido por mucha gente. Ya es tiempo para que este falso parlamento sea disuelto así sea solo para preservar lo que queda de la credibilidad de la Unión Europea entre aquellos que en realidad votan por sus miembros del parlamento europeo una vez cada cinco años.
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