Voy a ser breve. El concepto geopolítico de la Unión Europea (UE) está desapareciendo ante nuestras miradas. Su moneda de reserva está más débil que nunca. Las fracciones políticas anti UE siguen ganando terreno en las micro esferas nacionales. El endeudamiento fiscal es colosal. El descontento social es una olla de presión, ya que desde hace tiempo los ciudadanos de las naciones económicamente más estables han tenido que subsidiar a sus pares de las naciones periféricas, y ahora todos endeudados tienen que asumir los costos económicos y sociales de la época COVID-19 y de la guerra en Ucrania. ¿Cuándo estallará la olla de presión en las naciones de la UE?
En aportes anteriores (https://www.aporrea.org/internacionales/a313918.html, https://www.aporrea.org/internacionales/a313959.html y otros) he argumentado sobre lo tenebroso: una III Guerra Mundial. En esta oportunidad voy a plantearles desde una perspectiva posible el para qué del objetivo nefasto. Habiendo evaluado los acontecimientos sobre la marcha de cada semana, en la cual cada vez alguno de los bandos en conflicto (Occidente, con Ucrania como carne de caño, la UE como plato y los dueños de la mesa; por una parte, contra Rusia) da una vuelta más al torniquete de la presión, parece inevitable el desenlace bélico.
En este contexto europeo me pregunto: ¿Qué hace Reino Unido? ¿Aún de luto? No lo creo, Reino Unido siempre ha bailado con Estados Unidos. Ambos tienen reservas petroleras y monedas de reserva, pero ambos necesitan recuperar el terreno económico perdido a nivel mundial. ¿Cuál es el mercado más lucrativo en el mundo? ¡Bingo! Las naciones europeas divididas son más vulnerables. ¿Dónde están las reservas petroleras y otros recursos naturales significantes en el viejo continente? ¡Bingo! En Rusia. ¿Cómo debilitar a ambos bloques (Rusia y UE) para preservar el orden mundial actual frente a la embestida de China?
¡Ojalá los europeos despierten a tiempo!
