La UE piensa pagar a las empresas para que disminuyan la producción. Dónde terminará la locura

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

Strategic Culture Foundation 

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*/Pedir prestado en los mercados internacionales inmensas sumas de dinero será la píldora del suicidio para la Unión Europea en el largo plazo./*

A finales del mes de junio los parlamentarios italianos montaron una protesta dentro del parlamento en contra de financiar a Ucrania con ayuda militar y contra la guerra en general. Días después, granjeros holandeses salieron a las calles para protestar contra las nuevas medidas para apretarse el cinturón de parte del gobierno lo cual causará daño a sus actividades y producirán pánico. Y hace unos pocos días hemos presenciado medidas crecientemente desesperadas de parte de la Unión Europea misma que actúa como un anciano que se ha caído de la bicicleta y no puede volver a montarse.

Malherida por la pérdida de credibilidad al no conseguir apoyo para su plan de sancionar totalmente todas las compras de gas y petróleo de Rusia, la Unión Europea ha caído en un estado de pánico total considerando que los electores ya se han dado cuenta cuán inefectiva es esta pretendida superpotencia cuando sobrevienen los problemas.

Enceguecida por sus propios dogmas la Unión Europea ahora está hablando de en realidad pagar para que las grandes empresas reduzcan su producción con el propósito de disminuir su consumo eléctrico y de tal modo que no haya amenazas energéticas para millones de ciudadanos del bloque compuesto por 27 países. Es notable que la Unión Europea siente que tiene dinero para quemar lanzándolo a la hoguera sencillamente para sobrevivir al frío que vendrá con las próximas elecciones

Europeas del 2024 donde los partidos de extrema derecha podrían asumir un bloque mayoritario –por vez primera—en el parlamento europeo. De hecho ofrecer a las empresas dinero en efectivo para que produzcan menos artículos constituye una locura de remate pero, en la esfera tipo Disneyworld de Bruselas con poca o ninguna responsabilidad, tal vez esto sea aprobado.

La medida demuestra cuán sordos están los líderes de la Unión Europea ante las necesidades de sus propios ciudadanos y su alarmante desprecio por cualquier proceso democrático. Solicitar empréstitos en los mercados internacionales de enormes sumas de dinero –como creemos que es el plan—como lo fue el colosal esquema de rescate por el COVID el cual tampoco obtuvo apoyo de parte de los estados miembros—resultaría a largo plazo una píldora suicida para la Unión Europea. Esta inevitablemente se verá forzada a solicitar a los estados miembros más dinero para pagar el préstamo y esto creará un mayor resentimiento e inspecciones y hará que más países deseen ir por su propia vía y no financiar las locuras de Bruselas y una loca guerra que Occidente no puede ganar.

No puede ganar esta guerra puesto que su lógica es fallida. Occidente cree que puede jugar un juego largo y agotar los recursos de Putin. Primeramente, esto difícilmente va a suceder una vez que llegue el invierno y la gente en los países de la Unión Europea comiencen a sentir el frío y más gente sin vivienda empiece a morir, la colas en los bancos de alimentación serán más y más largas y el pueblo llegue al punto de ruptura con la respuesta de Biden a todo esto: "la culpa es de Putin".

La gente ahora ya no cree en eso de manera que es difícil imaginar que cuando llegue la época navideña y nuestra abismante pobreza comience a aparecer a través de los países de la Unión Europea y se halla alcanzado el punto de resolución. Sin embargo hay otras razones de por qué su racional quedará embroquetada en el mejor de los casos. No se trata solo de que las economías de la Unión Europea y Estados Unidos no sean capaces de soportar las presiones tanto políticas como económicas, sino también que mientras más se prolongue la guerra –y las bajas en el lado ruso aumenten—se necesitará más y más a Putin para un acuerdo de paz.

Se trata de este aspecto que es totalmente ignorado por la prensa occidental que se rehusa a examinar los matices y los escenarios posibles desde la perspectiva del otro lado. La total falta de valoración de las vidas ucranianas cuando se calculan las pérdidas. Los ucranianos no cuentan. De hecho, ellos ya no cuentan en la mente de los líderes occidentales que además desean que luchen hasta el último hombre.

Sin embargo, las vidas rusas sí que contarán. Ya Putin ha sufrido grandes pérdidas y ha asumido el control completo de las regiones de habla rusa. Pero él no puede detenerse ahí, tiene que buscar una compensación por las pérdidas en las que ha incurrido, por los hombres que han muerto y el esfuerzo financiero en la economía. En algún momento Occidente tendrá que negociar con él una tregua como incluso Zelensky se lo dijo recientemente…..

https://www.dailymail.co.uk/news/article-10956653/Zelensky-says-Ukraine-war-end-winter-calls-G7-leaders-antiaircraft-systems.html

a los líderes del G7 que la guerra debe terminar en el mes de octubre. Si la disposición mental del dirigente ucraniano es la que él perderá el apoyo occidental para su guerra en el invierno, entonces el conflicto real será entre él y los líderes occidentales que no ven lo que Zelensky ve.

Existe un choque de ideas y objetivos ya que Occidente está estancado en una cámara de ecos de su propia factura, donde el mensaje "luchen hasta el último hombre no importa cuánto tarden" es repetido una y otra vez como la escena del Ipcress File. Los líderes occidentales básicamente se han lavado el cerebro y piensan que existe solo una ruta a seguir sin ver las consecuencias de prolongar la guerra, cosa que finalmente le costará más y más a Occidente. Para la misma Unión Europea

la guerra de Ucrania bien podría ser la luz que atrae a la polilla mientras el nivel de franca estupidez liderada principalmente por Ursula von der Leyen es impresionante. Pronto habrá manifestaciones en las calles en muchos países de la Unión Europea y una vez más, como los lunáticos que repiten la misma monserga que sus doctores les han obligado a repetir mientras están drogados la Unión Europea y sus líderes seguirán culpando a Putin. En las semanas próximas, gobiernos de países africanos comenzarán a exigir trigo a los países europeos y a la Unión Europea misma. Observemos cómo la Unión Europea se hace a un lado y se aleja de esta historia y cómo los periodistas en la capital belga no informan sobre esto y cómo sus solicitudes han sido rechazadas. En tanto el rublo ruso sigue subiendo y nuestras economías en Occidente siguen dando tumbos no esperemos que la prensa occidental destaque la historia bajo la sobria luz de la simple verdad y la dura realidad. La culpabilidad de las salas de prensa y de los centros de llamadas de periodistas es también asombroso aunque pronto, muy pronto veremos al primer estado miembro de la Unión Europea alejarse del rebaño y diciendo "no más negociaciones, basta". ¿Pero cuál de ellos será? ¿Y cuál será la dura respuesta cuando la petulante Unión Europea conteste?

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Martin Jay

Periodista británico.


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