A la memoria de Carlos Carcione

“Sus enemigos les bautizaron como trotskistas, pero ellos se hacían llamar bolcheviques-leninistas, sintiéndose y queriendo ser los verdaderos continuadores del Partido Bolchevique de Lenin y de Trotsky. Eran su generación de octubre, encuadrada y a veces frenada por los viejos de un partido desangrado, fatigado, desgastado y a menudo desmoralizado. A un joven cabo, al que habían ordenado disparar sobre decenas de prisioneros, le impresionó que murieran cantando y dijo que eran unos fanáticos. Grosero error, pero útil para los jefes de los verdugos. En realidad, se trataba de militantes convencidos. Tenían una moral, pero también una moral rigurosa que les granjeó el respeto de sus compañeros de calvario. Como otros grupos perseguidos por sus convicciones, como los protestantes en tiempos del rey Sol, no cesaron en su lucha, a pesar de terribles sufrimientos, por una mayor tolerancia, por la democracia y la libre discusión. Así, los trotskistas, que no habían encontrado palabras suficientemente duras para condenar la capitulación de Zinoviev y de Kamenev, se levantaron en señal de respeto y duelo al conocer su ejecución cuando fue anunciada en Vorkuta”

 

Del libro “Comunistas contra Stalin, masacre de una generación” trabajado por Pierre Broue

 

 

El epígrafe del presente texto, en lo particular, está muy asociado al recuerdo de Carlos Carcione. Esa cita la comentamos juntos y, todas las emociones nos indicaban que había que luchar, aun, en las condiciones más adversas. Porque siempre hay oportunidades y nada ni nadie puede asegurar que los explotados del mundo no puedan triunfar.

 

Y es que Carlos Carcione era eso, un luchador, un militante revolucionario y un internacionalista consecuente. Le conocí en 2009 cuando estábamos los trabajadores de la empresa Café Fama de América en medio de una pelea contra el patrón privado. Su mayor virtud en ese momento es que era dirigente de una organización política que estaba al servicio de las trabajadoras, los trabajadores, los sectores populares y la juventud. Esa organización se llama Marea Socialista.

 

Militancia y construir el partido  

 

Al llegar a Marea Socialista comprendí varias cosas. La primera fue a mirar la realidad social, económica y política desde lo que uno es como sujeto, no a asumirla con mirada prestada o traficada. Es decir, rápidamente la militancia me ayudó a tener genuinamente conciencia de clase. Pero, como no es suficiente con saberlo, entonces también me convencí que había que construir orgánica, porque precisamente desde ahí es en donde se puede condensar el mayor nivel de evolución política.  

 

Construir el partido con un programa, con un marco teórico, con una estrategia, con un método, y conociendo la tradición que hace al espíritu y practica combativa de su militancia. Es en ese marco que Carlos, al igual que otros compañeros me hablaron del trotskismo. Lo hicieron sin culto personal a Trotsky, sin ideología, sin sectarismo; pero si apuntando a poder dotarnos a los más jóvenes que, éramos dirigentes sindicales algunos y estudiantes otros, a que nos armáramos de herramientas que nos permitieran intervenir de la mejor manera en los distintos espacios del activismo y disputa.

 

Las cualidades de un internacionalista

 

Argentino de nacimiento y estuvo 10 años en Venezuela. Pero Carlos no veía la lucha de los pueblos del mundo a partir de sus nacionalidades. Dije más arriba que, estando en Venezuela su mayor virtud era que estaba construyendo Marea Socialista, ya venía curtido en décadas de militancia en el Movimiento Socialista de Los Trabajadores (MST) en su natal Argentina. Y eso da una mayor amplitud para ver e intervenir con política revolucionaria en el escenario de la lucha de clases mundial, sin patriotismos atrasados o reaccionarios que envenenan el pensamiento de la clase trabajadora y sus acciones.

 

Allá donde estuvieran peleando los trabajadores, las mujeres, la juventud o la comunidad sexo genero diversa por sus derechos y contra todo tipo de discriminación, hacia ahí iba nuestra solidaridad y apoyo. Fuese en Estados Unidos, en cualquier país de Europa, En China, En Rusia o incluso en Siria o fuese en Libia, como sucedió a manera de ejemplo, cuando en la primavera árabe, gran parte de la izquierda mundial apoyaba a aquellos regímenes, Carlos Carcione en un foro en Caracas por aquel entonces se paró y dijo “Basta de regímenes como el de Gadafi​”.  

 

Le recordaremos con sus virtudes y también sus debilidades

 

Carlos tenía un peso muy importante en la dirección de Marea Socialista. Y eso se notaba en los aciertos y obviamente también en sus equivocaciones. Se regresó a Argentina en 2018, ya aquejado por razones de salud. Y siempre teníamos pendiente hacer algunos balances en los que él estuviese presente o participando de alguna manera, porque, con las mismas herramientas que el contribuyó a forjar en muchos de nosotros y a todo el perfil de Marea, con esas mismas teníamos la responsabilidad de abordar algunas polémicas pendientes de carácter orgánico y político.

 

Se equivocó muchas veces como cualquier otro dirigente, no era infalible. Pero sin duda que su aporte en la formación de muchos de nosotros en Marea, en el crecimiento en su momento de nuestra organización y todos esos trabajados de elaboración en temas económicos como de investigación sobre la corrupción y desfalco en Venezuela, es de un valor inconmensurable que, con respecto a esto último, cobra mayor vigencia al ver las tramas que a nivel del mismo gobierno en medio de sus disputas internas, algunos casos se han visto en la necesidad de develar.

 

La calidad humana de Carlos Carcione es intachable. Quiso, cuidó y valoró a cada uno de sus compañeros. Y digo con total convicción que cada una de las compañeras o compañeros que militaron o coincidieron con él en algún espacio, como mínimo le respetó. Se ganó cada manifestación de estima que le fue proferida.

 

Lloramos y nos duele su muerte, a la vez que nos levantamos para seguir intentado construirnos, militando y luchando, con su recuerdo y con sus enseñanzas acá en Venezuela y a nivel mundial desde nuestra Liga Internacional Socialista.

 

Hasta siempre querido compañero, maestro y amigo.

 

 



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Gustavo Martínez Rubio

Militante de Marea Socialista y de La Liga Internacional Socialista (LIS).

 [email protected]      @gmartinezru1978

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