Argentina no es cualquier país. Milei les hizo creer a los argentinos que Argentina estaba ya en el colmo de la degradación y de la pobreza miserable, porque los políticos y economistas de derecha no sabían cómo trabajar con las contradicciones que para el año pasado tenía el país. Los engaño.
Engaño a los argentinos con la idea que Argentina se encontraba hundida en kilómetros de basura e inmundicias, de las cuales no les era posible salir sin él. No mencionó que era una nueva crisis de las que regularmente suceden en todo el mundo capitalista, sino que esa crisis era prácticamente una crisis terminal para el país.
¿Qué tiene que ver una motosierra con los problemas económicos o políticos de Argentina? Nada no tiene nada que ver, pero los impactó con el mensaje simbólico de la destrucción, y que como terapia, supuestamente para eliminar todo lo malo y rescatar a los argentinos. Y llego al poder y volvió pupú a la Argentina macanuda.
Nada más lejos de la realidad de lo que era Argentina cuando el extraño presidente llega al Poder con su mensaje de descredito a su propia nación. De acuerdo a la información recogida en Internet y según la información del Fondo Monetario Internacional, ellos tenían registrados 192 países en el mundo según su Producto Interno Bruto para el año 2023. El PIB es la riqueza producida según ciertos indicadores, por los países en un año. Pues bien de los 192 países registrados, para 2023 Argentina ocupaba el puesto número 24, lo que quiere decir que era una de las grandes economías del mundo según este indicador de una agencia económica imperialista como es el FMI. Milei jugo sucio.
Eso, lo que nos dice es que si bien se presentaba una crisis inflacionaria, esta seguramente fue impulsada e inducida por los promotores de Milei junto con una campaña mediática internacional para que el mensaje de debacle que transmite ese mal argentino, llegara profundamente y dejara patitiesos a todos los argentinos y a sus alrededores. Argentina era y es un gran país, lo cual cambiara completamente con este gobierno fatuo.
Milei no le juego limpio a los argentinos de muchas maneras, ya que no fue obra de una inspiración súbita eso de apoyar a Israel en su masacre en Gaza, no fue obra de inspiración decir que Israel no ha hecho nada malo, no es simple inspiración ocurrida en último momento ceder a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos la custodia de parte del territorio del país, eso era y es un plan macabro que se planifico con antelación y que hoy se encuentra en plena ejecución y quien sabe por cuantos años. Estados Unidos 4, Argentina 0.
Aunque Milei parece que siente un gran placer utilizar cifras e indicadores financieros escogidos , estos siempre se refieren al mercado, a las finanzas, a la macroeconomía, a la oligarquía perfumada, pero nunca tienen que ver con el día a día de los argentinos comunes y corrientes, a los que atender su simple necesidad de comer para él y su familiares genera muchas tribulaciones y que hoy tienen la promesa del presidente de enfrentarse a la realidad de platos vacíos por los próximos 30 años.
Milei hizo lo que todos los políticos maulas hacen para soslayar un problema, engaño al pueblo y lo empobreció para pagarle a los ricos, que en este caso es la banca, la oligarquía agrícola y el mercado financiero internacional. Ahorró en gastos de obreros y empleados diciendo que estos gastos son una injusticia social y se los entregó a los ricos y millonarios que hoy lo alaban, para que siga transfiriéndoles dinero: En privado me imagino que se dirán ¡encúmbralo!, ¡elogien más a Milei para que el pobre diablo nos siga dando dinero¡
Ese movimiento convulsivo de Robín Hood al revés, él lo considera su gran éxito; será porque la población no se ha alzado todavía.
La izquierda tiene en este escenario un doble papel organizarse ella internamente y colaborar en unificar la resistencia argentina ante el avance destructivo de la derecha oligárquica propia y la política imperialista, que borrará del mapa a ese país. Para ello es necesario que alguien, bien sea una persona, un grupo, un periódico, asuma la tarea escabrosa de convocar incesantemente a la unidad argentina, a todas las personas que quieran salvarla de la desintegración, para que sumen esfuerzos y criterios para alcanzar mayorías en todos los niveles y espacios para impulsar la necesidad de hacer un programa político, que incluya la crítica hacia ese capitalismo desintegrador, que proponga una respuesta a los cambios y desafíos que está planteando este modelo súper explotador y que empobrece y arruina a la población trabajadora de Argentina.
Y como siempre los grupos más a la izquierda tienen el difícil papel de distinguirse de los grupos intelectuales resaltando su papel, además del intelectual, de creadores de conciencia política revolucionaria, socialista y convocando no solo permanentemente a la unidad de Argentina, sino resaltando el papel de la organización y de la acción en todos los ámbitos donde sea necesaria, evitando provocar la reacción ultra fascista criminal y asesina que ese presidente como buen neo-judío, ya debe tener preparada.
