Pensar la Revolución Bolivariana

En una conferencia que dictamos en la Universidad Nacional de Asunción, Paraguay, en febrero del 2001, afirmamos que el sistema capitalista, como sistema mundo, no lograba resolver sus contradicciones internas, las cuales determinaban la profundización y extensión de su crisis. Dijimos, en esa oportunidad, que la crisis del capitalismo, tal y como lo conocemos, podía ser terminal. Afirmaciones estas, que formaban parte de nuestras reflexiones acerca de cómo construir un mundo mejor. Sobre todo, en momentos en que los sueños que nos acompañan desde la adolescencia, de construir una sociedad socialista, se nos hacían distantes y el pensamiento neoliberal, mostraba su mayor esplendor.

A pesar de estos hechos, no perdimos la esperanza. Los años de experiencia diplomática, abrieron camino para nuevas reflexiones; sobre todo, los de la Misión ante la OEA. Vivir la crisis del capitalismo en sus propias entrañas, en el centro del imperio, nos terminó de convencer que pensarla era una tarea urgente. Pensarla desde una perspectiva heterodoxa. Esto es, desde una visión radicalmente distinta a las concepciones que hasta ahora han "explicado" el mundo; porque, cuando uno revisa las variables que determinan la crisis financiera y económica que estalló en el año 2007, en los Estados Unidos y afectó al resto del mundo, constata que fue la enorme expansión del capital financiero especulativo, lo que la explica; constata, asimismo, que en ella está presente una lucha de clases. Por lo que, dicha crisis nos debe llevar a imaginar la edificación de un nuevo sistema socio económico, radicalmente distinto a los modelos de desarrollo y de acumulación y reproducción del capital conocidos hasta ahora, en donde impere la justicia social y el respeto del medio ambiente.

Pensar la Revolución Bolivariana es el reto que tenemos enfrente. La propuesta originaria, que nos legó el Comandante Eterno Hugo Chávez, mantiene su vigencia y pertinencia; pero, si queremos hacerla realidad debemos pensarla.

En ese sentido, el establecimiento de un nuevo estilo de reflexionar y de discutir, de imaginar lo nuevo y construir una nueva teoría que nos permita reinventar la Revolución Bolivariana, debe ser el marco en el cual ubiquemos su reflexión. Debemos pensarla como la construcción de una nueva vía, para la edificación de un modelo de democracia como forma de vida. Se trata, por tanto, de adentrarnos a un nuevo tiempo histórico el cual debe ser visto desde (y como) otra historia. Por lo que, pensar la Revolución Bolivariana, sólo es posible a partir de una formulación teórica que supere toda simplificación extrema, que no rehúya el debate constructivo sino que lo estimule, por ello decimos que se trata de otra historia, en donde la evaluación del hecho histórico no éste determinado por la llamada objetividad del juicio histórico, sino por el desapasionamiento en la evaluación de los mismos.

Necesario es entender, entonces, que lo original de la Revolución Bolivariana, del proyecto que llamamos Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, es que éste es profundamente democrático y humanista.



 





 



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Nelson Pineda Prada

*Profesor Titular de la Universidad de Los Andes. Historiador. Dr. en Estudios del Desarrollo. Ex-Embajador en Paraguay, la OEA y Costa Rica.

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