Llegó la hora de hablar claro:(II)

La clase obrera no existe, el viejo Marx nos cayó a muelas

Hablar mal de alguien que no puede defenderse, es un acto de cobardía. No pretendo venir hablar mal del viejo Marx; el cual con Federico Engels nos dejaron un legado ideológico, del cual no hemos podido deslastrarnos todavía en pleno Siglo XXI del III Milenio con la Inteligencia Artificial pisándonos los talones. El cuento de que "la Historia de la Humanidad, es la Historia de la Lucha de Clases" , tiene mucho del mismo tenor de las que nos metieron los otros judíos como él, que son Moisés, Jesús, Freud y últimamente Einstein con su teoría de la relatividad. Esas teorías que Occidente ha tratado de hacer universales, sin tomar en cuenta a las otras ¾ parte de la humanidad, pueden ser la causa de la debacle en la cual se encuentra la totalidad de la población mundial y el fin de la vida de todas las especies que en este planeta habitamos.

Uno de los axiomas o leyes sociológicas, que, durante más de un siglo, vienen enseñando en nuestras universidades, es la de que la humanidad vive en confrontación permanente debido una lucha de clases sociales, que históricamente se han llevado a cabo por el dominio y posesión de los Medios de Producción existentes y esta es la razón, por la cual una clase vencedora domina a la otra que resulta vencida. Marx nos habla de Amos y Esclavos, de Señores Feudales y Siervos de la Gleba, de Patronos y Obreros y que cada uno de esos grupos se constituían en Clases Sociales, manejando códigos diferentes y permanentemente enfrentadas para ejercer el dominio de unos sobre los otros. El aporte de Marx a las llamadas Ciencias Sociales, con sus estudios e investigaciones, sobre el naciente capitalismo que surgía apenas dos siglos atrás, es invalorable y todavía hoy atreverse a decir que LA CLASE OBRERA NO EXISTE, es un anatema.

Si en mi penúltimo artículo en esta página, se me ocurrió decir que: " No te vista Nicolás, que en Mérida no vas·", casi me descuartizan en las redes, con éste, de pronto me expongo, a que coloquen precio a mi cabeza por blasfemo y me agarre la Santa Inquisición Izquierdista. Voy a correr el riesgo y voy a tratar de justificar mi apreciación, la cual es producto de las vivencias que he tenido durante 67 años de vida laboral, sindical, cooperativista y comunal militante. Nadie me ha contado nada, lo que voy a expresar lo he vivido y sentido. Ahí les dejo eso.

Fue a mediados de los años 50 del siglo pasado, cuando yo, a mis 17 años, comencé a oír las palabras: "obrer@s", "jóvenes obrer@s", "clase obrera" y su relación con el cristianismo y el comunismo. La corriente ideológica social cristiana que me captó, sembró en mi mente que, "el trabajo dignificaba a quien lo realizaba" , no importando para quien; todo trabajo realizado glorificaba a Dios. José y su hijo Jesús de Nazaret, habían trabajado como carpinteros. Nuestros asesores, sacerdotes católicos, nos metieron en la cabeza que nuestros enemigos eran los Trabajadores que apoyaban al Comunismo y a los empresarios Capitalistas, porque eran MATERIALISTAS ATEOS que negaban la ESPIRITUALIDAD y la Existencia del Dios Padre, Creador del Cielo y de la Tierra. Más de una vez nos agarramos a golpes en los desfiles del 1º. De mayo.

Las condiciones de vida de los primeros seres humanos, explotados por el naciente capitalismo industrial, fue tan aberrantes e inhumanas, que los obreros sintieron nostalgia por volver al régimen de la esclavitud, donde por lo menos los amos, para que sus esclavos tuvieran fuerzas para trabajar, tenían que suministrarles los alimentos. Cuando los obreros descubrieron, que era dejando de trabajar, la única manera, de conseguir algo del patrón, por ejemplo, tener agua para beber en el sitio de trabajo, se motivaron a hacer huelgas y a organizarse en sindicatos.

A nuestra generación nos hicieron creer que siempre habían existidos seres humanos superiores que nacían para mandar y había otros que eran la mayoría que habían nacido para obedecer y que eso era ordenado por Dios. Que era Dios quien había decidido que hubiera Pastores destinados a arrear los rebaños. Ir contra ese orden era ir contra Dios. Si además te dicen que el Reino de los Cielos es para los pobres de la tierra y que ser obrero es un honor ante los ojos de Dios, el mandado está hecho.

Con todo lo anterior, que es el enramado ideológico, creado para justificar la explotación del capitalismo, no he encontrado todavía, al primer obrero u obrera que quera o desee que sus hijos sean explotados igual que ellos o ellas. Cuando estudié biología y sociología, me enseñaron que todas las especies vivas y dentro de ellas los grupos humanos, tenían características naturales que las obligaban a sobrevivir y a reproducirse. Esto explica el porqué, desde que Dios Creó a Adán y a Eva, ahora somos más de 8 mil millones de seres humanos que habitamos en este planeta llamado tierra.

Entonces y buscando algunas conclusiones sobre el tema, no existe explicación alguna para que los obreros y obreras que hoy existen no quieran reproducirse y definirse para usar códigos diferentes a los demás grupos sociales que con ellos conviven.

¿Si lo que distinguen a los obreros y obreras es la venta de su tiempo a un patrón por un salario, cual es la razón de que esos obreros y obreras no quieran recibir el salario que les están suministrando sus patronos y además quieran dejar de ser asalariados? Aquí todo el mundo quiere recibir HONORARIOS PROFESIONALES O DIVIDENDOS ACCIONARIOS y en último caso BONOS.

Si según, nuestro viejo amigo Marx, la lucha de clases explica la totalidad de la historia de la humanidad, ¿Cómo es que esta Clase Obrera, antagónica a la clase que la explota, no quiere ser clase y no se define como tal? ¿Contra quién puede luchar una clase social, si no encuentra a otra clase que se le enfrente? Eso es algo parecido a los grupos de personas denominados Negros en nuestra sociedad: ¿Contra qué y por qué van a luchar si ellos mismos no se reconocen como tal?

Es según todo lo ante expresado que me atrevo a afirmar, que la llamada Clase Obrera, donde está ubicado un lumpen, que según Marx tiene como misión construir y dirigir el proceso de producción de los bienes y servicios que necesita la humanidad para su subsistencia, es una tremenda muela que nos dejó y que el Presidente Obrero que ahora tenemos los venezolanos, no es apoyándose en una Clase Obrera inexistente, como podrá construir el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI.

Bueno, para no cansarlos y dejarlos con ganas para la próxima entrega, les recuerdo lo de mi amada progenitora. ¡!Patria, Socialismo o Muerte!!

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Juan Veroes


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