Hombres que Hacen Historia

Jean- Paúl Sartre, Conciencia irreflexiva y retener la verdad como instrumento de religiosidad

Sartre fue muy claro, en cuanto a su disciplina de trabajo. Lo fundamental en el pragmatismo, son las tareas concebidas y tratadas como un fin, ya que el mundo se conforma, como un conjunto de ellas, (fin), a la par, observamos el universo religioso y lo político. Lo primero domina a lo segundo, de allí se esparce la privacidad del proyecto individual. Lo que trato de explicar, Jean. Paul concibe en un valor que le dará sentido y cohesión a nuestras actividades. El cuadro metafísico es darle vida a la esencia de la psique y concretarnos en una forma de libertad universal.

El campo real, en una sociedad se encuentra llena de significados, donde siempre habrá una rebelión reflexiva contra ellos. En Venezuela, la indisciplina fiscal está acabando con las fundamentaciones y, trata de purgar su justificación mediante la religión. Lo que implica, que el capitalismo es una transitoriedad que se nos presenta en un marco conceptual que, ayuda a las argumentaciones dar una respuesta a grupos interesados y privilegiados. Todavía el marxismo en su espíritu de unidad concreta no ha logrado una integridad social en el ciudadano., lo que indica que esto, parece ser una exploración romántica que debe definirse en este siglo XXI. Porque, hay teorías estériles que le han dado a la edad contemporánea un criterio superfluo.

Sartre, en sus argumentaciones sorprende y, nos lleva a la vana aspiración de llevar una embriaguez solitaria por desconocer el campo ideológico. La sociedad, debe estar dispuesta a convivir en grupos comunitarios de seres libres y, no enterrarnos entre caudillismo y dictadura. Debemos ejercer el verdadero ejercicio democrático y dialectico, como hombres conminados en un camino de salvación, perro, al frente se deben integrar lo reflejado por la teoría feminista, sobre todo en Europa.

Es filósofo y su narrativa la manejo bien, hasta lograr escribir varias novelas. Quizás deseaba alcanzar la puerta del tiempo. Llama a prestar atención al caótico proceso del mundo actual. Incomprensible y vertiginoso que necesita de nuestra conciencia para lograr un torrente de la realidad que demanda una revolución del Espíritu.

Es un mundo donde todo ya está establecido e impera el nido de la desunión, Son tantas historias por conocer y Francia siempre en guerra, se dedicaba a seducir otros países en la búsqueda y rescate del oro. Que se lo llevaba todos los ingleses con sus bergantines. El activismo político en América Latina no entusiasma y las mentiras de los políticos se encuentran bien argumentadas.

Estamos llenos de historias escandalosas. Lamentablemente Sartre al igual que Chávez, no les sembraron conciencia a sus seguidores.

El asunto es delinear conceptos, para vivir en Francia se debe tener una existencia muy disciplinada. Para Sartre, en su época, ya se respiraba el escenario de dos mundos, es un análisis perfecto y perpetuo de una sequedad, donde los países progress asumen nuevos liderazgos, cuyos representantes iniciaron la desconstrucción de sus respectivos países de origen.

El esfuerzo de Sartre por describir la conciencia se centra básicamente en reconocer que somos contingentes en la esfera psíquica y, en mantener la soberanía de la conciencia individual. La conciencia, no se puede reducir al conocimiento, ni la elección de la causalidad racional. Es decir, abandona la noción idealista de la mente como fuente del significa y descripción de las cosas.

No existe una mente inconsciente, los significados que imponemos no son arbitrarios, pero sí comparten esa contingencia, no hay una naturaleza humana, pero sí una situación humana.

Cada líder político progress, sabe lo malo que le está haciendo a un pueblo. El hombre en Sartre se mueve en una sociedad que le resulta extraña e irreal. Pero, sin la oportunidad de encontrar un universo racional, Su libertad, se encuentra hoy en discusión, porque la violación de los Derechos Humanos es una constante y sumativa, lo fundamental es que conoce su propia contingencia y, solo lo comprometido es lo escrito y grabado.

La autoconciencia de la humanidad, poco se puede ensanchar. Se ha buscado una diversidad DE INTENTOS, pero, poco se ha avanzado ya que los ideólogos y políticos surcan caminos distintos y distantes, aunado a lo religioso. Desean dominar a los más débiles. Dualismo o empirismo, los marxistas se creen dueños del poder y jamás avanzaran hacia una sociedad de unidad adherida a una acción concreta, es un confuso recuerdo, donde, solo quedan artículos de Fe, creo que he escrito como tres mil artículos de Fe por las diferentes webs internacionales, diarios nacionales y de provincia, manifestando la irresponsabilidad del romanticismo y, las reflexiones sistemáticas del ser humano en su relación con Jhesua y, la sociedad humanizada desde Abraham hasta nuestros días.

En mi época estudiantil, los jóvenes marxistas no estaban manchados y, nadie podía señalarlos de contrarrevolucionarios, ni creando odio contra el pueblo. Éramos- aquellos jóvenes- pocos ambiciosos en el campo político, pero, sí trabajadores sin salario en el campo social, despertaron ante los dolores sociales. El principal asunto era y son las ideas, Eran una juventud libertaria y, sus vidas, nuestras vidas transcurrieron en los Ateneos, Casas de La Juventud y, cultivar la rebeldía del pueblo hacia el bien.

Nadie, incitaba al odio y ofendía al adversario político, era un juego de unidad ideológica.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

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