Mil millones, 20 mil millones, 100 mil millones lo importante es tener al pueblo pidiendo

Si algo me impresionó de Rumania y de otros países del este europeo fue que lo único que funcionaba eran los servicios de seguridad, las colas para la subsistencia, la propaganda y la ostentación descarada de la dirigencia. Claro la propaganda política era una palanca poderosísima pero limitada por la resistencia de un pueblo que ya les creía poco.

En una de esas reuniones con visitantes internacionales me encontré con una chica española, ambos llegábamos de Paris a Bucarest en Francia vivíamos el gobierno de François Mitterrand, con muy poco dinero, ella siempre mas que yo. Pero viendo las colas, el temor a realizar algo impropio, la seguridad de Estado hasta en la sopa. Lo que ocurrió que en una de esas platicas de inducción al socialismo real, se me ocurrió preguntar ¿siempre están las colas para los víveres? Los rostros de la mayor parte de los asistentes a la charla se me quedaron viendo impactados (me había comportado como un vulgar reaccionario) incluso mi amiga española me hizo un reclamo. Después departiendo un té me comento "es verdad solo hay colas por todas partes, pero siento que tus preguntas le hacen el juego al capitalismo".

Lo cierto es que a mi regreso a Francia podía ver la diferencia entre la atlética democracia francesa, y las artríticas sociedades del este europeo, y entendí que las colas algo así como los CLAP eran una forma de control social, si las sociedades están hambrientas buscando pan, no tendrán tiempo para organizarse para otras cosas, y si a eso le sumamos propaganda y represión, será muy difícil la movilización social, tuvieron que pasar muchos años para que los ciudadanos de esas naciones asumieran el papel de ciudadanos, y no de súbditos de una ideología.

En Venezuela al igual que en Rumania o Checoeslovaquia o Polonia de esos años es la nueva burguesía que determinaba nuestra suerte, y digo burguesía por hacerles un favor a quienes detentaron y detentan el poder, y es que el medio de producción de lo cual se siente propietarios es una nación entera con todo y habitantes, no existe figura legal que nos cobije, autoridad que nos proteja si caímos en desgracia frente a los dueños del poder. Lo pueden ver si usted viaja de Cúcuta a Bogotá en autobús no hay una sola alcabala y si lo haces de San Cristóbal a Caracas te encontraras por lo menos diez puntos de control, donde entre matraca, interrogatorios, encierros es lo cotidiano.

Sigo creyendo que uno de los engranajes para mandar en la Venezuela fue la condición de hacernos un pueblo hambriento y una nación que se siente perseguida, acosada y bombardeada por los medios del Estado (que cada vez tienen menos audiencia). La última estafa crematística a la nación esa de que se dicen 3, 5 , 23 mil millones de dólares nos indican que no es falta de dinero para solventar los problemas económicos de una nación, el dinero su único uso es para la acumulación primaria de capital de los sectores que encabezan el llamado proceso revolucionario.

El dinero de la hacienda pública no se utilizará en beneficio de los trabajadores, tampoco para las mejoras necesarias del país, para mejorar nuestra industria petrolera, para paliar los problemas de desnutrición o pagar mejores pensiones. No, el dinero tiene un solo fin acumularlo en beneficio de quienes gobiernan y lo han venido demostrando año tras año en el presente gobierno.

Los cuentos del bloqueo y de la falta de dinero se topan al fin con la verdad, los venezolanos miraron a un sistema que se sabe navega en la opacidad, que se niega a dar cifras, cuyas instituciones están oxidadas, donde es difícil y quizás muy difícil conocer a un adepto al gobierno que no lo haga por algún interés o de supervivencia o de riqueza colosal (3 mil millones de dólares es mucha plata) y 6 dólares mensuales que reciben los educadores es muy poca.

Lo cierto es que no pudieron aplicar en Venezuela la misma de Rumania o Cuba y este gobierno que promovió la diáspora para quitarle presión a la olla de presión social, ya tampoco puede evitar que los jóvenes por millares se marchen del país y así como quien visite a Cuba vera una nación de ancianos sin generación de relevo, de la misma manera de seguir bajo el mismo modelo político Venezuela será una nación donde veamos a Soto Rojas como un brioso joven.

La derrota del modelo político venezolano del siglo XXI no es una derrota política, tampoco militar o económica, es una derrota ética. La corrupción, el desaseo en el manejo de las finanzas públicas, la destrucción del aparato productivo, la violación a los derechos humanos, la persecución a la disidencia, la censura. Tuvieron y tienen una derrota en los valores humanos, en el don de gente. Si en la ética y creo que desde Chávez carecieron de ella.

Notas a pie de página: FUNDALATIN (alguna vez mis amigos) parecen determinados en su tarea de invisibilizar la violación a los derechos humanos en Venezuela, hoy creo que son alfiles de los servicios de inteligencia del Estado y quizás un paso mas allá. De ser así que lastima. Y Sigo creyendo que algunos se ganan el infierno a pulso.

 

Una recomendación: https://www.youtube.com/watch?v=yxrFPxm_DVk



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Yuri Valecillo


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