Petro, ¡batacazo histórico!: puede revivir el sueño eterno de la Gran Colombia, ¡ojo!...

1- El Presidente Gustavo Petro está dando señales de extraordinario compromiso y de hermandad con los pueblos latinoamericanos. En el campo de la agitadísima geopolítica mundial ha abierto posibles acuerdos con Rusia, ha invitado a Venezuela a integrarse nuevamente al Pacto Andino; le ha pedido tanto a Nicaragua como a Venezuela que vuelvan a la OEA, y hasta ahora, nos ha ido llevando de asombro en asombro en las decisiones que está tomando ante el problema interno de la guerra de su país, del narcotráfico y de las relaciones diplomáticas con Venezuela. Su popularidad en su país ha estado a la de los niveles de Chávez cuando triunfó en 1998. A raíz de su intervención en la ONU se ha comparado su discurso al del famoso revuelo que en este mismo recinto provocó el de Chávez en 2006 cuando llamó demonio y bestia a Bush (en su propia cueva).

2- Petro tiene sentido de su papel histórico en este momento, y no hay duda que su mando debe estar al nivel del presidente Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, quien heredó una serie de gobiernos de derechas vilmente sometidos a los dicterios de Estados Unidos. Petro está entendiendo también que la volubilidad que hoy destroza a los supuestos gobiernos de izquierda de Chile y Perú no puede sumirlo a él a la petrificación, a la debilidad más absoluta. Su papel histórico es único y así lo está asumiendo.

3- Lo más significativo de sus decisiones es que en tiempo récord ha estado recomponiendo las relaciones con Venezuela. Invitando al Presidente Maduro a retomar el papel de Venezuela en los diálogos de paz con la guerrilla, y ha habido una fiesta de hermandad pocas veces vista en nuestra historia tanto en las atenciones hechas al embajador Benedetti en el palacio de Miraflores, como las igualmente cordiales bienvenidas a nuestro embajador Plasencia en el palacio de Nariño. La reciente entrega de la empresa Monómeros a Venezuela que había sido desfalcada por la banda de Leopoldo López y Guaidó ha sido otro gran paso en estas fiestas de hermandad.

4- Lo más significativo de todos estos encuentros se dará el 26 de este mes cuando ambos presidentes Maduro y Petro, cuando ambos cuerpos legislativos de Venezuela y Colombia, se encuentren en la frontera San Antonio-Cúcuta. Ese día se abrirán formalmente las fronteras de nuestros dos países, se reanudarán los vuelos entre Colombia y nosotros, y se le dará puerta franca al comercio de nuestras dos naciones, de las más activas del continente.

5- Todos estos pasos se perciben a la vez como grandes desafíos no exentos de terribles peligros para el Presidente Petro. Hoy, en cierta forma está maniatado por acuerdos que desde hace varias décadas la ultra-derecha colombiana vino acordando con Estados Unidos. Hay nueve bases militares, la DEA está metida hasta los tuétanos en todas las más poderosas instituciones del país, el narcotráfico controla un alto porcentaje de las finanzas, del comercio y de los poderes políticos del Estado. No existe ninguna duda de que pronto comenzarán los espantosos sabotajes, los estremecimientos de las bases mismas de los mandos militares, la fuga de divisas, la inestabilidad del dólar, la eterna guerra económica solapada del gran capital que han venido minando y acabando con muchos gobiernos que son elegidos popularmente.

6- No va a ser fácil para Petro llevar a cabo sus planes de defender el ambiente, de poner sobre el tapete, como lo ha dicho, el fracaso de la guerra al narcotráfico. Sin duda, ya él está en la mira de los grandes enemigos de la unidad de la Patria Grande, como históricamente lo han sido Estados Unidos y la Unión Europea.

7- Nuestra esperanza e ilusión va mucho más allá: avizoramos la reconstrucción de la Gran Colombia tal como la vieron en sus momentos el neogranadino Tomás Cipriano de Mosquera y el propio general José Tadeo Monagas. (Los santanderistas han dejado el pelero y eso hay que aprovecharlo al máximo). Esa Gran Colombia que fue la ilusión suprema del general Cipriano Castro hay que levantarla. Todo lo que se haga en beneficio de la unión entre nuestros pueblos latinoamericanos aminorará los embates espantosos y terribles del imperialismo yanqui que de uno u otro modo, inevitablemente, acabará desatándose contra nosotros. Eso es lo que vemos, lo que estamos sintiendo en este momento, y estoy seguro que hacia allá vamos…



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1786 veces.



José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 [email protected]      @jsantroz

Visite el perfil de José Sant Roz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: