De la Navidad y el Año Nuevo (II)

El traductor, al encararse con su tarea, siente el texto original como una ausencia. Javier Marías

En tiempos de globalización se entiende que no hay diversidad, bueno o malo, no juzgamos, decimos que no hay diferencia, se piensa con el viejo paradigma que habrá un pensamiento y costumbres únicas. Pierre Bourdieu en términos del habitus, se diría que globalización lleva a generalización, un cierto inventario de difusión cada vez más amplia; con el posible, indeseable, resultado final de que todos los seres humanos hagamos básicamente las mismas cosas de la misma manera. (Bernárdez 2008: cap. 4).

En cuanto al relato histórico, hay mucha tela que cortar, puesto que la han escrito a conveniencia, quienes desde el poder, y a capricho la adecuaron para que cuadraran a sus intereses, empezando por las propias fechas, y mucho más importante, por ser la base y fundamento de lo que se cuenta, que viene de muy antiguo, incluso antes de que la palabra religión se empleara, siendo el conocimiento sobre el mundo entonces, lo que el mito, la magia, hasta llegar a las religiones, se estatuirán, para dar explicación de cómo las fuerzas y los fenómenos de la naturaleza se manifestaban en formas alegóricas y extrañas, utilizando para ello mucha imaginación, que es lo que sobra en los humanos, y por supuesto la palabra, para describir con limitados signos, lo que se ha simbolizado como la creación.

Se trataba de darle coherencia y razón a todo lo que fuera del hombre había, aquella inmensidad puesta frente a sí, que no podía sino recurrir a algo, alguna cosa, alguien inabarcable, desde la finitud de uno hombre, de un clan, de un pueblo, incluso de una ciudad o un país. Y en aras de la coherencia sobre las cosas, se fundamentarán en lo que la mística, trasmitida de boca a oído, introducirá, ahora sí, la condición íntima y personal de cada individuo, el ser que habita este templo en el cual encarna la energía vital, el espíritu que hay en las cosas, es decir, en las ideas que cada quien se hace con lo que tiene al alcance de su conciencia, para explicarse a sí mismo, fuera de barreras o de finitudes definidas por sistemas de creencias, de pensamientos, con las cuales hasta hoy nos han venido gobernando, y sometiendo desde lo alto hacia lo bajo, por usar una expresión que todos comprenderán, y tomemos el ejemplo de una pirámide, maya, o egipcia, babilónica, o de las muchas que hay en cada una de las culturas de las que se conocen.

En la cúspide, digamos desde la abstracción está el ojo que todo lo ve, el poder manifestado en el todopoderoso, al que se le agregarán cada vez más atributos, de manera que sea el control absoluto sobre las masas, que, ignorantes de cómo se viene batiendo el cobre, pues no todos forman parte de tales clases superiores, que se han establecido con el paso del tiempo en Estados Naciones, con todas las instituciones pertinentes para que las cosas sean como son hoy en día; es decir, donde una nación como Estados Unidos de Norteamérica, la máxima representación del imperialismo, se impone sobre el resto de las demás naciones, estados y países, que no poseyendo tanto poder, o se alían y la enfrentan. Un recorrido sucinto y raudo sobre un tema con múltiples aristas, ya que toca las fibras de cada persona, con o sin formación formal, pero que saben o han oído hablar sobre Jesús, María y José, en ese orden, ya que representan a grandes rasgos a dios, la virgen, y el hombre común, quien carga con el hecho de simple acompañante en el mundo, de la venida del supremo altísimo y eterno a la Tierra, a través del misterio de la concepción sin pecado carnal, esto haría parecer que de manera lógica y racional se estaría hablando de una concepción in vitro, es decir, de inseminación en un vientre prestado, como ya lo ha logrado la ciencia con la clonación y demás adelantos en medicina.

Hecha la breve y sencilla introducción en la primera entrega, que para nada pretende ser la verdad, menos lo real, pues es un tema trascendente que supera la realidad, y cada cual dirá, se expresará y objetará o estará acaso de acuerdo con esto y aquello. Conscientes de tales aspectos, las circunstancias no son más que las que hasta donde hemos podido leer, investigar, e interpretar lo que son algunas fuentes, primera y principal, la Biblia, desde orígenes, en sus primeros textos, con la salvedad por delante, de que la data nos remite no más allá de 4 mil años hace, pero téngase en cuenta que hay datos e información mucho y más antiguas que van más allá del confín, en dirección opuesta a la cronología que más se conoce que datan a las primeras civilizaciones con sus reservas y sospechas, de más de ocho o diez mil años. Por solo mencionar a los sumerios, los egipcios, los indios, chinos o los mayas, que sería demasiada información la requerida; lo cual haría que este artículo, que debo decir y agradecer de antemano por la publicación de algunos de mis humildes y sencillos aportes, sin otra pretensión que aportar ideas, una opinión, la calificación la tiene el lector, como humanos, hasta donde sabemos, y lo digo sin ambages, porque entre nosotros hay, como no podía ser de otra manera; y sobre todo cuando estamos hablando de dioses, también hay no humanos, lo he asomado en otros artículos, y en otro momento me referiré también sobre ellos. Somos alienígenas, polvo de estrellas, han dicho otros de forma más poética a la que me adscribo.

Mención aparte y especial se la debo al portal aporrea, a quienes les agradezco sus auspicios, con quienes estoy en deuda, por su solidaridad, y lo que implican esfuerzos y trabajo, en medio de las circunstancias históricas, sobre todo desde las políticas de Estado, y el mal uso y abuso del poder por parte de individualidades, que hacen con los asuntos públicos negocios personales, causando un daño irreparable al resto de los compatriotas, el poder es el soberano, no se transfiere al gobierno sin más. De esto habrá seguramente un artículo próximo, para tocar algunos elementos y aspectos puntuales, que espero sirvan para confrontar ideas. Aporrea no ha doblado la cerviz, y se mantiene firme y fiel a las propias ideas, que expresa en directo; y se mantiene y difunde gracias a los hombres y mujeres de la Venezuela profunda, que se motiva por el hecho de haber tomado las banderas rebeldes y reorientadoras de Chávez, al traer de nuevo la historia patria y matria, y difundir los principios y valores del ser venezolanos hijos de esta tierra para el mundo entero, pues es el planeta la casa de todos y todas, a la que hay que rescatar de la hecatombe que se está gestando.

Dicho esto, paso a lo que me interesa subrayar de la exposición atropellada por su profusión de contenidos, pero lo más importante, el destacar este asunto sacro y profano, cuando las tres religiones están por fusionarse, claro que conservando sus cuentas, y utilizo una expresión ácrata al respecto, las Iglesias también son un gran negocio. Recordemos que Jesús nunca habló de estructuras de poder sino de eclesia, religare de las comunidades en el nombre del amor, la justicia, la paz, entre los hombres, y agregamos las mujeres de buena voluntad. Has el bien y no mires a quien. Bueno, pasando a las fechas y sus significados, entre la noche del 24, y el día 25 de diciembre, se ha dicho que es la fecha de la natividad de Jesús de Nazaret, quien lo dice, Julio I, cuándo, no se precisa, como tampoco los detalles en el caso del niño dios, puesto que mucho de lo que se levanta en ocasión del acontecimiento histórico, un niño, nacido en Belén, al que llaman Jesús, pero en lengua hebrea, y que según ha sido anunciada su llegada, profetizada un siglo antes, estoy dando datos de memoria, por lo que están sujetos a equívocos, y se habló de Enmanuel, dios con nosotros.

Dios es una expresión escrita en plural, antes para referirse a tal entidad se decía Todo, cuando osar pronunciarlo en público, era una herejía y se mataba en el acto a quien la hubiere pronunciado. Fanatismo, temor a represalias, conservación de la información que es poder, en pocas y secretas sectas; especulaciones que surgen en torno al propio hecho, que era cuestión de iniciados y profesantes de tales considerados misterios relacionados con las cosas no mundanas, a la que sólo accedían los sabios, maestros, profetas, chamanes, adivinos, y muchos otros nombres con los que se les conocieron a los sacerdotes, monjes, pensadores de todas las épocas, que las eras han conservado entre otros paradigmas entre el paso del tiempo, en este nuestro planeta, insignificante por diminuto entre los cientos de millones de millones de manifestaciones estelares, después de que comenzara a ser el tiempo y el espacio lleno de materia, de masa y de energía, manifestaciones enigmáticas, pues surgen del vacío y la nada, en una concepción que pare la idea, del pensamiento de quien se significará como el dios padre hijo y espíritu santo.

Pero no nos adelantemos, que eso forma parte de lo que había ya acontecido antes, para ubicarnos en contexto, en las tradiciones ancestrales, las del hinduismo expresan de esta manera lo que en Occidente ha sido tejido con relación a la creación y evolución del universo, sí, como lo oyen. Dicen: antes de que el tiempo fuera, en el principio fue el logos, la gran explosión, el primordial om. He ahí de manera ricamente sintética cómo desde el antiguo Oriente nos ilustran en una oración toda la historia de la cultura, la historia y creencias de la civilización que montada sobre exageraciones, tergiversaciones, y denuestos, pues soberbia, niegan toda vinculación con el pasado de donde surgen a lo largo de milenios de gestación. Una mentira bien tramada, en una compleja relación de hechos y eventos que tomaron de aquí y de allá, para confundir, inyectando miedo, pues el temor paraliza, inhibe, no permite pensar con claridad, pues el sistema todo está en alerta y se concentra es solo en tratar de la supervivencia.

No sé si me explico, si estoy siendo explícito con lo que digo y en cuanto a lo que me estoy refiriendo. Rebobino la cinta y digo, celebramos un acontecimiento, el nacimiento del niño dios, nacido en Judea, dicen que un 24 para 25 en la noche estrellada de diciembre, sus padres José y María, que pare en un establo, y como cuna el niño tiene por cuna el cuenco o pesebre, que es donde se vierte el agua o se echa el heno para el ganado; era la época en que se manda a empadronar en Siria, demanda que efectúa el emperador romano, ordenando al gobernador de la región. Hecho que atrae a muchos a la ciudad, y abarrotan las posadas con mucha gente; y también por las prácticas litúrgicas que se realizaban a propósito del solsticio de invierno en tal precisa fecha. Es por loque se explica el hecho de que una serie de eventos cotidianos, a los que habría que referirse con más amplitud, y por ser una práctica que se llevaba a cabo por la política practicada en lo que correspondía a la imposición del estado imperial romano. Pues a reserva de sus intereses administraban cuanto había en los territorios dominados por el poder en las cortes, desde los demás poderes establecidos de antemano, como dato, aquellas tierras conservan, como se aprecia hoy, rasgos de civilizaciones muy antiguas, tanto como el mismo homo sapiens, hace más milenios antes de que aparecieran las dichas religiones. Antes hubo otras prácticas, las paganas, para más señas, de las que se viene enhebrando la cuestión que planteamos con cierta coherencia; con sus inferencias y consecuencias.

Para continuar hilvanando el asunto que nos ocupa, hagamos lo siguiente, dedicaré algún tiempo para sucesivas entregas, en las que podré extenderme algo más y con rigor, ya que mi intención primera y principal, trata del momento especial que vivimos los humanos, un cambio que acontece y no somos solventes ni consecuentes con el mismo, o me equivoco y es lo que corresponde desde lo irracional, pues hay cosas que no parecieran tener relación, más allá de referencias causales, pues se toman con ligereza, un hecho de tal magnitud por trascendente. Muchas lagunas hay de por medio, algunas socavadas con independencia de las posturas que cada quien tenga al respecto; yo sólo expongo lo que creo debo decir, quien esté o no de acuerdo, lo respeto, no voy ni quiero cambiar a nadie, ni siquiera podría hacerlo, bajo el supuesto de que existe un tal libre albedrío, que por ahora cabe en cada cabeza, en cada mundo, que es como quieren que vivamos, con esa democracia burguesa, neoliberal, a la que se adhiere el madurismo, y que pretende que creamos en imposturas, como la de marras. Forma parte inconsciente del mismo proceso que se gesta desde la matriz de lo que se conoce y se aplica y nos toca, pero debemos eludir, mirando atrás, vemos como desde el cenit, se cierne esta terrible y nefasta realidad a la que debemos confrontar, afirmándonos sobre estos teoremas, que son los supuestos con los que nos someten.

No estoy profetizando, me baso en lo que hay como planteamiento, mis fuentes y datos son desde la Biblia, y demás libros históricos, que narran desde el deísmo y el teísmo, los relatos implícitos. Cosa bien y muy distinta, el hecho de que cada uno sesté empeñado en interpretarla a su manera; es decir, de quienes tiene el poder para incidir sobre las masas desde el más perfecto de los sistemas de comunicación directo, las iglesias, los credos, el colocar a Dios como apoyo de todas las causas y sus consecuencias, absurda pero efectiva forma de imponerse, a pesar de los engaños, las mentiras, la enajenación, pues en nombre de Dios, de todos ellos, es decir, del que participa en todas los credos de fe, donde se mata, sacrifica, interviene en países enteros, destruyendo culturas, historia, borrando del mapa, a quienes se les enfrentan y descubre. Nada más perverso que ese opio que degrada y somete a la voluntad.

Les dejo estos títulos de obras que pueden revisar, si quieren ahondar en estos temas, Desde la Guerras en nombre de dios, de Christopher Catherwood, El destino de la imaginación religiosa de Czeslaw Milosz. Serie de reflexiones que se concatenan a finales del siglo XX, y en vísperas del III milenio, al final de la era de Piscis y en tránsito al ingreso en Acuario. Están, Las débiles murallas del indulgente Occidente, Zbigniew Brzezinski; Las civilizaciones en desacuerdo, de Samuel P. Huntington; o La revolución de los ricos, Alvin y Heidi Toffler, y El Occidente se vuelve hacia el Oriente al final de la historia, de Octavio Paz. Además de otras razones que expresa Jean Braudilard, Después de la utopía: la sociedad primitiva del futuro; de Olivers Stone, Astillas para el cerebro; y por supuesto de Daniel Boorstin, Historia de la imagen: De los pseudo-sucesos a la realidad virtual. También títulos sugerentes y de necesaria lectura por referirse a los anuncios del Fin de Siglo. Akio Morita y David Rockefeller, El capitalismo en Oriente y Occidente: Un diálogo; Nelson Mandela, La decadencia de la nación-estado. Una indiferencia complacida hacia los marginados del mundo de François Mitterrand; y El fin de la temporada de caza de la Historia de Shimon Peres. Y muchos más, muchas y vastas miradas de prolíficos intelectuales que durante cien años nos alertaron sobre lo que nos acontecería.

Una lista larga, nunca se agotará, y en cada lectura hay un universo de aspectos y referencias, que a pesar de haber sido emitidas, se han dicho y repetido por grandes pensadores desde tiempos remotos, que han dedicado sus reflexión y búsqueda de algo más que el simple momento fugaz de la existencia. Ellos y muchos más son parte de esos dos mil seiscientos años de conocimientos en estos y otros temas relacionados. Es el foco de atención que quiero fijar en ustedes, hacia donde quiero que nos dirijamos, mirando por nuestros propios ojos, y oigamos lo que hay que decir, para que despertemos, quiere decir, nos enfoquemos en el tiempo transcurrido para llegar a lo actual, para percatarnos de cuanta mentira se ha acumulado en el mundo, y de cómo convivimos con ella, y peor aún, la mantenemos y eso nos sumerge en la oscuridad. Pues bien, estos artículos tratan de verter un rayo de luz, así como me corresponde aportar un grano de arena, con lo cual disipar al momento de participar con protagonismo, de la historia que escribimos para que sea develada a futuro. La luz finalmente está venciendo a las tinieblas y su brillo ya no desaparecerá, sino que alumbrará con mayor intensidad. Como los partos sólo alumbran al consumarse el hecho, lo importante es el proceso en ciernes, que es el de cada instante que se van sumando como los minutos cruciales y decisivos, que deciden sobre el propio destino de la humanidad y del mundo.

Lo trascendente es el despertar de la conciencia plena, pura y absoluta, y nos desprende del aletargado producto que niega la existencia y la enajena, ya que está monada sobre falsas bases, y lo construido, como los eventos perniciosos, son una perversión para los sentidos, para la sociedad, la cultura y la civilización. Occidente, el eurocentrismo, el americanocentrismo, vienen de la matriz de la cristiandad, una irracionalidad, que se ha querido basar en la matemática, excomunicadora de la imagen, de los falsos pilares, los falsos profetas, ese patchwork de la New Age de Marilyn Ferguson. De las caricaturas en que nos hemos convertido en la modernidad, el hic et nunc; los fantasmas. El poder se ha centrado en función de trascender siempre la conciencia de la nada y la muerte; bien lo diría Gilbert Durán en El retorno del mito (1860-2100). Pasamos por esa etapa de la religión nueva que Comte quiso crear, con todo y liturgia, calendario y santoral; volviendo a Durand es esa motivación en la raíz de todo cambio por saturación, fenómeno recurrente a pasar de una a otra civilización, y todo lo que implica en etapas de uno a otro imaginario "una suerte de anemia de los grandes temas inspiradores, basculamos desde uno de los tres ‘estgados’ que él discierne hacia otro, abandonamos una ‘visión del mundo’ por otra". Son recursos que vienen en apoyo del mito, de quien llega para ser contestatario sobre lo que está impuesto, y con la potencia divina beneficia a los hombres, mitemas que se construyen una vez y otra, para que se mantenga el orden.

Luego de la digresión, volvamos a tomar las fechas de que presumen nace Jesús un 25 de diciembre, que no es sino el adecuarla a un relato ficticio, sostenido desde entonces por los que sostienen la cristiandad, pues conmemoran no la natividad de Jesús, sino la de personajes paganos, del relato de una trama como si de un collage se tratara, en la que como idea rectora, es apropiarse de una mística, los mitos, la magia y las religiones, con sus credos, doctrinas y dogmas fascinantes, que se han filtrado en milenios, colocándose entre épocas de instituciones de una Iglesia nueva, sobre cimientos viejos, para imponerse al momento más actual, que desde el imperio romano no ha dejado de mostrar su inusitado poder e influencia a la par del Estado y la propiedad, santificadas por la religión de oficio, secularizada, que deja entredicho su rol, transcurridos unos dos mil seiscientos, de los cuales mil cuatrocientos han sido de batallas y acontecimientos que recogen los evangelios. Continuará.



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Franco Orlando


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