¿Qué hacer en esta situación?

A raíz de mi último artículo sobre el modo de ser venezolano algunos camaradas me hacen esa pregunta. En realidad todos los preocupados por el curso del proceso nos la hacemos. Y ahora más con la enfermedad del Presidente, que pudiera agravar la situación del déjalo así y del ya veremos que mencioné en ese artículo. Ya estamos viendo algunas muestras de eso. 

El Presidente habla de apertura, de dejar la manía con el rojo rojito, de acercarnos a la clase media, bueno, eso estaría bien si lo viéramos como complemento a un objetivo que es central: el traslado progresivo del poder a los ciudadanos. ¿Cómo hacerlo? Visualizo tres vías, con sus derivaciones: 

1. Detener el populismo de estado confiando en la capacidad organizativa de pobres, de clases media y oligarcas. Eso obligaría a:

    a. Dar instrucciones a todos los responsables del gobierno a nivel central, estadal y municipal para que empiecen a transferir la ejecución de los proyectos y las tareas a los consejos populares, en todas sus vertientes (trabajadores, campesinos, estudiantes y comunidades). Sin hacer distingos con la orientación ideológica de sus miembros.

    b. Asignar a los profesionales del Estado la tarea de darle acompañamiento técnico a esos consejos populares. Los gobiernos regionales y locales de oposición, tendrán que colocar a los suyos.

    c. Preparar una amplísima campaña, más bien una misión, dirigida y ejecutada por el PSUV, para el cambio cultural que promueva la disciplina, la cooperación, la solidaridad, la productividad y condene el individualismo, la corrupción y el consumismo. A la oposición le quedará cuesta arriba oponerse a eso. 

2. Avanzar hacia la conformación de las ciudades socialistas:

    a. Impulsando la confederación de los diversos consejos para conformar las comunas. Incluyendo los que son de oposición.

    b. Delinear los dos bordes que conformarán el espacio político-administrativo de las ciudades a ser gobernadas por esas comunas: el espacio urbano y el espacio de sustento y recreación de ella.

    c. Definir participativamente sus planes de desarrollo, integradas a los distritos productivos, y sobre las potencialidades que ellas tienen.

    d. Entregar a las comunas ya mencionadas, el trabajo de atención a los desequilibrios urbanos (responsabilidad sobre vivienda), sociales y económicos; estableciendo la corresponsabilidad y coordinación entre ellas y los gobiernos locales, regionales y el ejecutivo central.

    e. Ir transfiriendo a las comunas los medios de producción de interés social, incluyendo todos los ejidos urbanos y los terrenos baldíos. 

3. Ser implacables con ministros, presidentes, viceministros, directores generales y alto mando militar; igualmente con gobernadores y alcaldes. Los que no cumplan con estas políticas y no demuestren honradez, firmeza y eficacia, deben salir inmediatamente.

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Jose Manuel Rodriguez


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